Mahou San Miguel acelera en Andalucía

El crecimiento de la cervecera en la región, del 7,5% en tres años, contribuye a que logre el liderazgo en el segmento hostelero

T. Monago

01 de julio 2017 - 02:32

Sevilla/Andalucía es la comunidad donde más cerveza se consume en España. El último informe del sector refleja que, con Extremadura, Ceuta y Melilla, acumula el 21% de las ventas totales, y el 26% (datos de la consultora Nielsen) si se tiene en cuenta sólo la compra en supermercados.

Mahou San Miguel -líder del mercado español con marcas como Mahou, San Miguel o Cervezas Alhambra- no da datos de facturación a nivel regional para no dar pistas a la competencia. Pero sí habla de un "crecimiento relevante" del 7,5% entre 2013 y 2016 en Andalucía. "Necesitas evolucionar bien en Andalucía para mantener el liderazgo", señala Peio Arbeloa, director de Unidad de Negocio en España de la compañía. En todo el país los ingresos ascendieron a 1.220,5 millones de euros en 2016, un 3,7% más que en el año anterior, pero hubo marcas, como Alhambra, cuyo avance fue superior, del 5%. Arbeloa destaca, en este sentido, que Mahou, con todas sus marcas, ha logrado el liderazgo en el país no sólo en alimentación -donde ya estaba en primer lugar- sino en hostelería, en dura competencia con Heineken.

Arbeloa admite que el mercado español está muy regionalizado -en Andalucía, sobre todo en la parte occidental, manda Heineken con Cruzcampo-, "pero de alguna manera eso empieza cambiar; el consumidor cada vez está más abierto a nuevas marcas, y nosotros, por otro lado, tenemos que explicar mejor que tenemos tres fábricas y un manantial en sl sur". Efectivamente, en sus centros de Córdoba, Granada, Málaga y en el manantial de Jaén -donde se producen las marcas Sierra de Jaén y Sierra Natura- trabajan 309 personas; las fábricas tienen una capacidad productiva de 3,4 millones de hectolitros al año y en todas se producen todas las marcas de Mahou, aunque evidentemente el peso de Alhambra en Granada, "e incluso en Córdoba", es muy alto. En Málaga, que celebró el año pasado su 50 aniversario, domina San Miguel. "De esta marca la primera planta se levantó en Lérida y la segunda fue la de Málaga -la más grande de la firma en Andalucía-, por lo que es mucho el arraigo del malagueño en esta zona; en Jaén y Almería, por otro lado, Alhambra tiene un peso muy relevante, y en Sevilla crecemos mucho con Alhambra y también con Mahou. Nuestro peso en la parte occidental es significativamente inferior, pero cuando ves Andalucía en global concluimos que tenemos mucho arraigo". En 2015, Mahou San Miguel invirtió 3,2 millones en la mejora de sus centros andaluces. En Córdoba han sido 9,4 millones en la última década y en Granada 7,9 millones desde 2007, año en que adquirió Alhambra. Además, en el último año Mahou compró a proveedores andaluces por valor de 45 millones, destinó 670.000 euros al impulso del sector hostelero (un 14,3% más que el año anterior) y aportó 5,2 millones al patrocinio de actividades de ocio.

Respecto a la evolución del mercado a nivel general, Arbeloa es muy optimista. Cree que, ante el desarrollo de una cultura de la cerveza fruto de la curiosidad del consumidor, "de lo que se trata es de cómo hacer que la tarta sea más grande". Como muestra, un botón: según afirma, el 36% del crecimiento de Mahou el año pasado se debió a nuevos lanzamientos innovadores, y está previsto que se eleve al 50% este año. Entre ellos, están una cerveza envejecida en barrica o 0,0% isotónica; o una Mahou tostada sin alcohol "que se consume no desde la renuncia, sino desde el disfrute".

Por eso. Arbeloa no ve el movimiento artesanal como competencia, sino como una ayuda para que "el discurso de la cerveza esté en boca del consumidor, y esto es superpositivo". La producción casera es aún incipiente en España, pero no en EEUU, y de ahí que Mahou comprara hace unos años la empresa de fabricación artesanal Founders, "que nos ayuda a entender este tsunami que acabará llegando al mercado español".

Además, Mahou está en la idea de que ya no basta con poner un grifo en un bar. "Con la plataforma rentabilibar, con 14.000 asociados, establecemos una relación con el hostelero que trasciende la compraventa". Y se introducen conceptos como el maridaje de cerveza o los someliers de este producto. También, dice Arbeloa, cada vez es más posible introducir en un establecimiento botellines de otras marcas que complementen la que sale de grifo.

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