Krugman augura de 5 a 7 años de crisis en España en el mejor escenario
El premio Nobel de Economía afirma en la CEA que nuestro país está obligado a reducir salarios y a bajar precios un 15% · Vaticina que si Europa entra en deflación el ajuste deberá ser aún mayor
Un camino doloroso o un camino extremadamente doloroso. Son las únicas salidas que tiene España para salir de la crisis, a juicio del Premio Nobel de Economía de 2008, Paul Krugman, que ayer pronunció una conferencia en la sede de la Confederación de Empresarios Andaluces (CEA) con motivo del ciclo Respuestas ante la crisis. En declaraciones previas a los periodistas, el economista, habitual colaborador de The New York Times, vaticinó un futuro a medio plazo poco esperanzador para nuestro país. Así, dijo que España "necesita" para hacer el ajuste una significativa reducción de salarios y una caída de los precios -"una deflación relativa", según sus palabras textuales- del 15%. Y también afirmó que incluso en el mejor escenario posible el país sufrirá. Y mucho. "Si la Unión Europea crece entre un 2 y un 3% España pasaría por una situación dolorosa modesta de cinco a siete años, pero si la economía europea experimenta un periodo de deflación estamos hablando de reducir los salarios y los precios aún más [más del 15%] y eso no ha ocurrido en ningún país desde la Gran Depresión. Sería una situación difícil y compleja". España, según Krugman, tiene poco margen de maniobra al margen de la UE. "Es posible que estuviese en mejor situación si jamás se hubiera unido al euro; de hecho, los países que han gestionado la crisis mejor, como Canadá, lo han podido hacer porque han jugado con el cambio de divisa. De todas formas, el euro es algo irreversible. ¿Qué se necesitaría para salir del euro, aunque fuera temporalmente? Probablemente eso llevaría al caos".
A nivel global, no sólo español, Krugman se mostró convencido de la necesidad de un new deal como el de la Gran Depresión, no sólo en Estados Unidos. También en Europa. A pesar de lo millonario de las cifras, considera el plan que ha lanzado el Gobierno de Obama "insuficiente". "El Estado tiene margen de maniobra suficiente, no ilimietdo, como para gastar más; en situaciones extremas podemos añadir un 30% en términos de Producto Interior Bruto (PIB)". Aun así, se mostró "contento" con el plan, ya que es mejor eso que nada. Eso sí, para él no es la salida. "Obama no tiene un plan de solución económica, sino de mitigación. Y eso es causa de preocupación". Y, como él mismo contrastó con los datos oficiales, no está funcionando, ya que el dato de paro que preveía Obama para el tercer trimestre del año en EEUU era del 8%. "Ya se ha alcanzado el 8,1%; estamos por encima", dijo Krugman.
Si el economista estadounidense es crítico con las autoridades de su país, lo es más con Europa. Centró sus ataques en Alemania. "No existe voluntad en la Unión para tomarse esta crisis en serio; Alemania se ha opuesto a medidas serias y ha optado por un ajuste que es sólo maquillaje". Y, encima, Europa son muchos estados y "falta capacidad de actuar de manera conjunta ante esta crisis". Se refirió Krugman, especialmente, a la política fiscal. Al ser países interdependientes, cualquier plan fiscal individual conduciría, según el economista, a una situación en la que unos saldrían beneficiados y otros perjudicados. La única salida, por tanto, es una política fiscal común, que para Krugman sería la solución por la que debería optar el G-20 en su reunión de principios de abril, "pero es poco probable". Es más, "si sale algo importante, será una sorpresa", remata el economista.
¿Salidas a la crisis? Paul Krugman invitó a los asistentes a mirar en la historia, reciente y menos reciente. Así, por ejemplo, tomó el modelo de Japón, que en la década de los 90 vivió un estallido de la burbuja similar al de la situación actual. "La sociedad japonesa tuvo que soportar una fuerte caga de préstamos y activos no productivos a un interés cero, y muchos vimos que si eso era así, nos podía ocurrir a nosotros". ¿Cómo salió Japón de su crisis con cuatro años continuados de crecimiento? Krugman afirma que, sobre todo, a base de incrementar de forma exponencial las exportaciones. Eso no es aplicable a la situación actual, porque la crisis es mundial y no hay países para absorber la producción. "¿Podemos aprender algo?", se pregunta Krugman. "La respuesta es no", afirma.
Hay que mirar más atrás. Al final de la Gran Depresión. La crisis de 1929 tiene un origen muy similar: el altísimo endeudamiento de empresas y familias. En términos relativos, en el año 2006 se alcanzó el mismo nivel de deuda que en 1929, según Krugman. "Se salió de esa crisis en la Segunda Guerra Mundial, gracias a un gasto gubernamental masivo. Crear algo más de inflación es algo beneficioso y el gasto ayudaría a reducir la deuda", afirma Krugman. "Al final de la Segunda Guerra Mundial, el nivel de deuda de la sociedad era muy bajo, y eso ayudó a una salida sana de la crisis".
Aún así, queda camino por delante. Krugman augura en el mundo entre dos y cuatro años de deflación, y critica, en este sentido, las declaraciones de Trichet, el presidente del Banco Central Europeo. "Trichet dice que no hay riesgo de deflación, y yo me pregunto, ¿en qué planeta vive ese señor? Corremos un gran riesgo de deflación".
No hay demanda y los precios bajan. Y los bancos centrales bajan los tipos de interés al máximo para activar el mercado. Pero ni por esas. Krugman relataba ayer que las entidades emisoras se basan en una regla económica, la de Taylor, para colocar los tipos a un interés u otro. En los últimos años se ha seguido esta regla casi al pie de la letra. Ya no. ¿Por qué? La norma de Taylor marca que los tipos de interés deberían estar en -6 puntos. ¿Quién se atreve?
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