El plan de la Junta para el turismo: apertura de bares en mayo y de hoteles en junio

Si el Gobierno lo permite, planea un verano de viajes nacionales alargado hasta final de septiembre

Trabaja en un protocolo de seguridad basado en el aplicado en los hoteles refugio

El plan de la Junta para el turismo: apertura de bares en mayo y de hoteles en junio
Playa vacía en el Campo de Gibraltar

La Junta de Andalucía tiene un plan para el turismo. Está definido y puesto por escrito, pero su aplicación va a depender, como reconoce Juan Marín, vicepresidente y consejero de Turismo, de qué decida el Gobierno. Con el mando único en su mano, están en manos del Ejecutivo central los pasos a seguir, y si nos atenemos a lo dicho por varios ministros, como la de Trabajo, Yolanda Díaz, el pronóstico es pesimista: hasta final de año el sector no verá la luz. Pero si, como también se ha sugerido por Sánchez, el desconfinamiento es por comunidades y zonas (lo más probable), entonces sí que será posible ver en el corto plazo la resurrección de bares, restaurantes y hoteles, dada la menor incidencia del virus en la región, con comarcas sin apenas presencia.

La comunidad prepara una línea de liquidez de la que se beneficiarán todo tipo de empresas turísticas, pequeñas y grandes

El Gobierno andaluz espera, afirma Marín, la delegación de esta responsabilidad, la de la desescalada, en la comunidad autónoma. Y se propone ya en el corto plazo empezar la reapertura gradual de los establecimientos, siguiendo, obviamente, estrictos protocolos de seguridad. Se trata, afirma Marín, de amortiguar el golpe "recuperando parte de los clientes internacionales que se habrán perdido". Marín da por hecho que no vendrán turistas foráneos hasta 2021 y confía en los viajes interiores de andaluces y españoles. Para no perder el verano, Turismo planea abrir en mayo bares y restaurantes (precedidos del comercio de proximidad) y ya en junio los establecimientos hoteleros. ¿Por qué antes los bares? Marín explica que, aunque los hoteles puedan parecer espacios más seguros, dependen más de que se permita al ciudadano una movilidad más amplia, que es la que implican los viajes.

Aunque desde el Gobierno central se va a establecer un protocolo común a toda España para las aperturas, la Junta ya prepara acciones para que todos los establecimientos "tengan un certificado de garantía que les habilite como espacio seguro", afirma Marín. El protocolo diseñado por el Servicio Andaluz de Salud para los hoteles refugio (los que acogen a trabajadores esenciales) servirá de base: desinfección diaria, sistemas de ventilación que regeneren el aire, proyectos de digitalización para evitar el contacto con superficies, tomas de temperatura, etc. Quizás lo más novedoso son "inhibidores de rayos ultravioleta que regeneran el aire y eliminan cualquier posibilidad de contagio". Han sido diseñados por una empresa cordobesa y serán instalados en todos los hoteles y en los restaurantes que lo deseen. Marín también destaca los dispensadores de mascarillas y guantes que se instalarán en bares y hoteles.

Se prevén inhibidores de rayos ultravioleta que regenerarán el aire y minimizarán los contagios

Para que las empresas puedan adaptarse al nuevo escenario, la Consejería de Turismo prevé inyectar diez millones de euros para financiar estas inversiones, aunque "muchas de ellas están ya hechas en el 90% de los hoteles", dice Marín.

La reapertura del turismo, si se cumplen las previsiones de la Junta, irá acompañada de un plan de choque que permita sobrevivir al tejido empresarial. Ya que, incluso en un panorama de reactivación en verano, Turismo estima que la caída será de entre el 40% y el 45% respecto a los resultados de 2019. La Junta prepara una línea de créditos con avales, a través de la Sociedad de Garantía Recíproca Garántia, que permita movilizar entre 400 y 500 millones de euros, con una aportación de la Junta de unos 50 millones. Según Marín, todas las empresas turísticas, grandes y pequeñas, se podrán beneficiar de este programa. Además, se aplazarían las liquidaciones de impuestos propios de la Junta "hasta tres meses después" de lo que decida el Gobierno. Entre estos tributos están, por ejemplo, transmisiones patrimoniales, sucesiones y donaciones y actos jurídicos documentados. Marín pide, en este sentido, sensibilidad a los ayuntamientos para que hagan lo propio con el impuesto de bienes inmuebles y las tasas de ocupación de suelo público.

Así funcionarán los bonos turísticos

Turismo propone, para reactivar el turismo, hacer lo mismo que ya ha hecho Italia: incentivar con bonos el turismo interior de los nacionales. Marín prefiere que la idea se implante a nivel nacional, pero también deja claro que si no es así la Junta aplicará estos incentivos, que pueden suponer ahorros para el contribuyente de 300 a 1.000 euros.

Los alojamientos en hoteles serán desgravables en el tramo autonómico del IRPF

El planteamiento de Turismo es simple: se trata de que los alojamientos en hoteles tengan una desgravación fiscal en el tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Según Marín, por cada euro que dejara de ingresar la administración autonómica por este concepto se movilizarían 2,5 en movimiento económico y habría una cierta compensación en las arcas públicas con el pago del IVA. Además, continúa, en caso de que hubiera cierto agujero en las cuentas, éste no se haría efectivo hasta 2022, ya que las declaraciones de la renta correspondientes a 2020 se presentarían en 2021 y las entregas a cuenta a las comunidades autónomas en el año siguiente. Para ese momento, dice, debería estar recuperada la economía.

El brutal impacto económico

La Junta preveía al principio de la crisis pérdidas de 6.700 millones en el turismo en el mejor escenario. Pues bien, ese escenario ya no existe, pasó. Ahora se espera que se cumpla el escenario intermedio -que es el que prevé las reaperturas en mayo y junio- y tampoco es que sea muy halagüeño: de 10.000 millones de pérdidas y un coste que puede llegar a 103.000 empleos. El peor escenario supone un comienzo más tardío de la temporada, con pérdidas de 13.000 millones de euros y unos 137.000 puestos de trabajo, aunque ya la patronal Exceltur augura un agujero de más de 20.000 millones en la región si los establecimientos permanecen cerrados hasta final de año.

Aún con la apertura en verano las pérdidas serán de 10.000 millones de euros para el sector

Eso sería toda una catástrofe para un sector que aporta más del 10% del PIB andaluz y que es quizás el principal motor de la economía. La Junta quiere poder aprovechar el verano con turistas nacionales y alargarlo hasta septiembre para amortiguar el golpe, previendo una mucha menor incidencia del virus en ese periodo. Octubre, noviembre y diciembre serán otra historia: será el momento de potenciar el turismo interior, siempre que el previsible rebrote del virus sea mucho menor que ahora por la inmunidad de rebaño o la extensión de tratamientos efectivos.

stats