Intensa presión de los piquetes durante toda la madrugada
Los sindicalistas consiguieron paralizar Mercasevilla pero fracasaron en su intento por obstaculizar a Tussam
Cientos de piquetes informativos de UGT y CCOO se emplearon a fondo en cuanto la huelga general dio el pistoletazo de salida. En uno de los considerados como puntos fuertes para los sindicalistas, Mercasevilla, el bloqueo empezó desde las 22:00, lo que produjo que la huelga en el mercado provocase un parón del 100%. A las 05:00, los piquetes se trasladaron a las cocheras de Tussam, donde, controlados por un fuerte dispositivo policial, permitieron la salida pacífica de los 88 autobuses de servicios mínimos. A las 8:00 salieron 31 autobuses más de forma voluntaria entre gritos de "¡Esquiroles!" por parte de los sindicalistas.
Aunque algunos trabajadores de Mercasevilla, como los mayoristas del pescado, querían trabajar durante la madrugada, finalmente los piquetes se lo impidieron. A partir de las 22:00, coincidiendo con el inicio del turno de noche del día 29, "1.500 sindicalistas", según el comité de empresa, se concentraron en la puerta del mercado impidiendo la entrada a los camiones que iban llegando. "Quítate de en medio o vas a tener problemas", le gritó un piquete a un transportista de hortalizas. Algunas de las personas concentradas no cesaron de tirar petardos entre la multitud, aunque el único incidente de la noche en Mercasevilla lo provocó un camión que, al dar marcha atrás, arrolló a dos vehículos.
Los secretarios generales de CCOO y de UGT en Andalucía, Francisco Carbonero y Manuel Pastrana, respectivamente, acudieron a Mercasevilla por ser uno de los centros de "gran repercusión" en el comercio. "No habrá ningún abastecimiento de alimentos en los centros en los que reparte Mercasevilla", declaró Carbonero.
En torno a las 5:00, muchos de los piquetes informativos trasladaron la movilización hacia las cocheras de Tussam. La Policía Nacional, cuya presencia fue muy numerosa durante toda la noche, creó un cordón policial con furgonetas y agentes para proteger de los sindicalistas a los autobuses que comenzarían a salir para cubrir los servicios mínimos.
La salida de los primeros autocares originó las primeras situaciones de tensión en las que algunos piquetes lanzaron huevos. Otros pincharon la rueda de una de las furgonetas de la Policía Nacional. Uno de los momentos de mayor tirantez se produjo cuando uno de los agentes grabó con una cámara a los sindicalistas, los cuales aseguraron que eso estaba prohibido porque coartaba sus libertades.
Finalmente, los 88 autobuses de servicios mínimos salieron sin problema. Sin embargo, a las 8:00 comenzaron a partir de las cocheras 31 vehículos de forma voluntaria. En ese momento había más policías que piquetes, los cuales sólo se dedicaron a gritarle a los conductores "¡Esquiroles!". En total, salieron 119 autocares.
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