Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
El índice de precios de consumo (IPC) se moderó en febrero al 2,8% interanual, seis décimas menos que el mes anterior y el nivel más bajo desde el pasado agosto, por el abaratamiento de la electricidad y la menor alza de los alimentos, de acuerdo con los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Eso quiere decir que los precios subieron entre febrero de 2023 y febrero de 2024 un 2,8%, frente a la subida del 3,4% que experimentaron en el mes anterior (3,4% entre enero de 2023 y enero de 2024).
La inflación de los alimentos se recortó 2,1 puntos, hasta el 5,3%, lo que supone la tasa más baja desde enero de 2022.
En Andalucía, la evolución fue similar a la española e incluso mejor en el caso, precisamente, de los alimentos. La tasa anual del IPC se situó en el 2,9%, una décima más que en el conjunto de España y la cota más baja desde julio. En cuanto a los alimentos, se modera 2,6 puntos, hasta el 5%, y vuelve a colocarse por debajo de la media española. Eso quiere decir que en un año los precios siguen subiendo, un 5% entre febrero de 2023 y febrero de 2024, pero menos que hace un mes, cuando en los últimos doce meses subían un 7,6%.
La inflación subyacente (sin energía ni alimentos no elaborados) se situó en el 3,5% interanual, una décima por debajo del mes anterior y la tasa más baja en cerca de dos años. En la comunidad andaluza esta tasa subyacente es idéntica, y es la más baja desde marzo de 2022.
A nivel nacional, la bajada de la electricidad del 7,7% interanual y de algunos grupos de alimentos permitió compensar el impacto positivo sobre la inflación general del encarecimiento de los carburantes y lubricantes para vehículos personales, que aumentaron el 0,9% interanual.
El grupo de la vivienda, en el que se encuadra la electricidad, cayó el 2,7% interanual cuando un mes antes subía el 1,5%, mientras que el del transporte, que incluye las gasolinas, subió el 2,4% cuando un mes antes caía el 0,1%.
El recorte de la inflación del grupo de los alimentos y bebidas no alcohólicas al 5,3% fue posible por el descenso de los precios de las legumbres y hortalizas frescas (-2,7% interanual).
También influyó que se redujo casi un punto la subida de la carne (del 4,7 % interanual), un punto y medio la del pan y los cereales (1,5%) y casi cuatro puntos la de la fruta (7,5%) y la del agua mineral, refrescos y zumos (4,5%).
De los componentes (por subclases) de la cesta de la compra, el aceite de oliva sigue siendo lo que más sube, de forma que está un 67% más caro que hace un año y un 5,3% más caro que hace un mes. Desde enero de 2021 ha triplicado su precio, con una subida del 191,1%.
Tras el aceite de oliva las mayores subidas interanuales las registraron el transporte de pasajeros por mar (23,1%), los zumos de fruta y de vegetales (18,8%), los paquetes turísticos nacionales (18,7%) y el transporte de pasajeros por metro (17,4%).
En el extremo contrario, las mayores bajadas las registraron otros aceites comestibles (–24,6%), el gas natural (–21%), los equipos de telefonía móvil (–10,9%), el butano, propano y otros hidrocarburos licuados (–10,1%) y los ordenadores personales (–9,9%).
En comparación mensual, los precios de consumo subieron un 0,4% respecto a enero por el alza de los carburantes y lubricantes para vehículos personales y el encarecimiento del transporte aéreo de pasajeros.
También influyó la subida de precio de los servicios de alojamiento, restaurantes y paquetes turísticos, mientras que bajó la electricidad y el vestido y el calzado, aún en periodo de rebajas.
Seis comunidades autónomas registraron en febrero una inflación superior a la media nacional: Extremadura (3,3%), Galicia (3,2%), Canarias (3,1%), País Vasco (3,1%), Castilla-La Mancha (3%) y Andalucía (2,9%).
La Rioja y Navarra registraron las tasas más bajas, en ambos casos del 2,5% interanual.
Para el Ministerio de Economía la reducción de la inflación pone de manifiesto la capacidad de la economía española de hacer compatible el crecimiento con una moderación de los precios y con el mantenimiento de medidas para apoyar a los más vulnerables.
Asimismo, destaca que la reducción sostenida de la inflación está permitiendo mejorar el poder adquisitivo de las familias y la competitividad de las empresas españolas.
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