Javier Brey, CEO de H2B2, posa en la sede de la empresa en Dos Hermanas junto a uno de los electrolizadores contenerizados que fabrica.
Javier Brey, CEO de H2B2, posa en la sede de la empresa en Dos Hermanas junto a uno de los electrolizadores contenerizados que fabrica. / Juan Carlos Vázquez

Sevilla/La economía del hidrógeno está en boga: el Gobierno de España y la Comisión Europea han establecido sendas estrategias para que este gas se convierta en el principal combustible almacenable que se produzca a partir de la electricidad generada con energías renovables y limpias. Es por ello que el hidrógeno obtenido de esa forma se le denomina verde.

Andalucía tiene uno de los principales protagonistas del desarrollo de esa nueva economía del hidrógeno, H2B2, una empresa radicada en Dos Hermanas, que fabrica en España y EEUU equipos para la obtención del que está llamado a ser un combustible esencial en la descarbonización.

H2B2 nació en 2016 de la mano de Javier Brey (Sevilla, 1974), el CEO de la compañía, y otros 11 ex directivos de Abengoa. Brey había sido el CEO de Abengoa Hidrógeno y lleva decenios dedicado a investigar e implementar soluciones en torno a este elemento.

Una vez en marcha, la empresa recibió el respaldo financiero de una quincena de inversores, entre ellos Felipe Benjumea Llorente, ex presidente ejecutivo de Abengoa, que preside H2B2 en la actualidad.

En cinco años, HSB2 ha logrado convertirse en referente de esta industria. Está focalizada en la electrólis, el proceso para lograr la descomposición del agua (H2O) en los gases oxígeno (O2) e hidrógeno (H2) por medio de una corriente eléctrica continua.

Ha desarrollado desde Sevilla tecnología propia del tipo PEM (electrolisis mediante membrana polimérica), para producir hidrógeno mediante sus electrolizadores contenerizados, cada uno de ellos capaz de convertir en hidrógeno 3 megavatios. Pero como pueden instalarse en red, H2B2 logra ya producir hidrógeno de fuentes renovables con plantas, sean eólicas fotovoltaicas o de otro tipo, de hasta 100 megavatios.

La empresa cuenta ahora con 25 empleados y está en una fase de crecimiento tras los primeros años centrados en la investigación y desarrollo de su tecnología, que está ya muy madura.

Con sedes en California, Dos Hermanas y Madrid, en 2020 superó el millón de euros en facturación y prevé que 2021 sea su primer ejercicio con beneficios.

En California desarrollan uno de sus principales proyectos, SoHyCal, una planta en Fresno capaz de producir ya 100 kilogramos de hidrógeno verde por día, pero que cuando esté completamente desarrollado aumentará esa capacidad a 3.000 kilogramos por día. El proyecto, pionero en el mundo y subvencionado por el estado de California con 3,96 millones de dólares, es integral, porque genera energía eléctrica con origen fotovoltaico, produce hidrógeno y lo almacena como gas comprimido en remolques tubulares de hasta 520 bar con capacidad de inyección de hidrógeno mezclado con gas natural.

En España tienen también en desarrollo proyectos prometedores. Con Cepsa, está produciendo 800 kg de hidrógeno al año a 20 bar en unas instalaciones de la energética española ubicadas en Alcalá de Henares. También con la Universidad de Valencia han desarrollado un electrolizador.

Recientemente anunció que H2B2 se ha sumado al proyecto Digital H2 Green del puerto de Málaga, que va a diseñar e implementar de una red inteligente vinculada al hidrógeno verde y amoniaco en el recinto portuario. La empresa nazarena será la encargada de construir los electrolizadores.

Con FM Logistic, operador internacional de referencia en las tareas de almacenamiento y logística urbana H2B2 ha acordado el desarrollo, la instalación y la puesta en marcha de una estación de servicio de hidrógeno en sus instalaciones de Illescas (Toledo). Por su ubicación en un polígono dedicado a la logística sostenible, donde, entre otros, se encuentran los almacenes centrales de Amazon.

H2B2 tiene un futuro prometedor por la ventaja que acumula como desarrollador de la tecnología para producir hidrógeno y almacenarlo a partir de fuentes renovables, que es precisamente lo que las administraciones central y europea están potenciando para lograr su objetivo de que todos los sectores económicos de la UE tengan cero emisiones de CO2 en 2050.

El proceso de descarbonización ha generado desde 2019 un impulso a la economía del hidrógeno que parece ser el definitivo de esta tecnología y que ahora es capaz de usar como materia prima la generación de electricidad renovable y aplicar el hidrógeno verde tanto para surtir a la industria, como para dotar de combustible al transporte –especialmente el pesado– y el sector residencial, que tiene que eliminar las calderas que usan combustibles derivados del petróleo y que emiten C02.

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