Herrero asegura que dispone del 63% de la asamblea de la CEOE

Ante un Joan Rosell que presume de contar con el aval de la mayoría de la CEOE de cara a las próximas elecciones, el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y contrincante del presidente de la patronal catalana, Santiago Herrero, quemó ayer uno de sus últimos cartuchos al depositar toda su confianza en el carácter personal y secreto del voto de los 800 electores que designarán al sucesor de Gerardo Díaz Ferrán. Y lo hizo anunciando que su proyecto cuenta con el apoyo del 63% de los miembros de la asamblea de la organización (504 votos).

En un acto organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y acompañado por su alter ego y segundo de a bordo, Jesús Banegas, Herrero convirtió la ventaja en avales de Rosell en una "sensación irreal" producida a través de "impactos mediáticos", y confió en que el "voto personal y secreto" de los 800 electores que participarán en la asamblea de la CEOE en la que se designará al sucesor de Gerardo Díaz Ferrán arroje una "sorpresa". "El número de avales no se corresponde con el número de votos. En la asamblea de la CEOE votan las personas porque somos un organización que representa a empresas", dijo el presidente de la CEA. A pesar de la apuesta por el voto de los electores, Banegas presumió de contar con el respaldo de los sectores empresariales más importantes de la economía española: alimentación, turismo, construcción, coches y tecnología de la información. Sobre uno de ellos, Exceltur, Herrero reconoció contactos y dijo que "contará con nuestro aprecio y valoración".

En un intento de contrarrestar los avales anunciados por el empresario catalán y sus afines, el presidente de la patronal andaluza también esgrimió una misiva de un destacado representante de la asociación de Jóvenes Empresarios desmintiendo un supuesto apoyo a la candidatura de Rosell. Asimismo, denunció la existencia de una "agenda secreta" entre el presidente de Fomento del Trabajo y el máximo responsable de los empresarios madrileños, Arturo Fernández, que consideró una "desconsideración" para con los electores de la asamblea.

Con un mensaje muy medido, Herrero dejó claro que la integración en su equipo pasa por "la valía, el conocimiento y la capacidad, y no por el mercadeo de un voto", y subrayó que la decisión de acometer una profunda renovación en la CEOE -con la imagen deteriorada y una escasa representatividad- les ha llevado a Banegas y a él a no adquirir "ningún compromiso previo, a no hacer guiños ni al pasado ni al futuro". "No hemos contado con nadie que esté inmerso en una situación que haya perjudicado a la imagen de la CEOE", añadió, refiriéndose a Díaz Ferrán, al cuñado de éste y al actual equipo técnico de la organización empresarial.

Después de denunciar con ironía la "imparcialidad" mostrada por Díaz Ferrán y los técnicos de la patronal empresarial en el proceso electoral, el empresario andaluz se mostró aún más explícito al asegurar que el actual presidente no será presidente de la Fundación de la CEOE, tal y como pretende Rosell. Este puesto lo ocupará Banegas, con una apuesta muy firme por la educación. Ferrán no tendrá "ningún tipo de responsabilidad en el futuro" en la organización empresarial. Además, adelantó que entre sus planes está tomar medidas que afectarían a la organización y a la estructura, al objeto de lograr que la CEOE acabe funcionando como una empresa. Para ello, anunció que contará con tres vicepresidencias, frente a un Rosell que está en la senda de las 21 de la actual organización.

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