Gobierno y oposición sí acuerdan un plan de austeridad en Portugal
Incluye subir el IVA y el impuesto de la renta y recortar un 5% el sueldo de altos cargos
El Gobierno socialista y la oposición conservadora de Portugal se pusieron de acuerdo ayer para lanzar un plan de austeridad, esperado por la UE y los mercados, que "salve" al país de la peor crisis financiera que recuerda.
El primer ministro socialista, José Sócrates, anunció una reducción generalizada del gasto público, el recorte del 5% en los salarios de altos cargos y políticos, un aumento del impuesto de la renta entre el 1% y el 1,5% y otro del IVA, que sube del 20% al 21%.
Con estas medidas, que se suman a las ya incluidas en el plan de austeridad anunciado en marzo y ampliado en abril, Portugal quiere bajar este mismo año el déficit de las cuentas públicas desde el 9,4% en que se situó en diciembre hasta el 7,3%, dos puntos más de lo previsto en un principio.
Poco después de que Sócrates informara al país de las medidas en un tono distendido, y agradeciera el apoyo de la oposición, su rival político, el conservador Pedro Passos Coelho, hizo otra declaración en la que explicó las condiciones impuestas al Ejecutivo y su decisión de no "lavarse las manos" y "poner las convicciones" al servicio del país.
Los dos políticos coincidieron en lamentar la subida de impuestos -que ambos se habían comprometido a evitar- y justificaron su decisión en la gravedad de las amenazas que afrontan Portugal y el euro y el compromiso con las medidas aprobadas el pasado fin de semana por la UE para ayudar a las naciones en dificultades.
Estas decisiones son necesarias "para defender Portugal y la moneda única" afirmó Sócrates tras el Consejo de Ministros, que aprobó el paquete de austeridad, cuyos aumentos de impuestos estarán en vigor hasta 2011 para que el déficit portugués baje ese año hasta el 4,6%, dos puntos más que su previsión inicial.
Sócrates, que llegó al poder en 2005 y volvió a ganar, aunque sin mayoría absoluta, las elecciones de septiembre pasado, manifestó su esperanza de que los portugueses comprenderán la necesidad de realizar este esfuerzo y no habrá conflictividad. En su intervención restó dramatismo al plan, destacó que incluye cargas fiscales moderadas, y recordó que también han adoptado políticas de ahorro otros países europeos, de los que citó a España, donde el Gobierno ha anunciado una reducción del salario de los funcionarios en un 5%.
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