El Gobierno italiano sube al 21% el IVA en su nuevo plan de ajuste
El texto introducirá un gravamen del 3% sobre las rentas que superen los 500.000 euros anuales y retrasará la edad de jubilación de las mujeres del sector privado a 65 años. Miles de ciudadanos se echan a la calle en señal de protesta.
El Gobierno italiano ha decidido introducir una subida de un punto porcentual, del 20 al 21%, del IVA entre las medidas de su último plan de ajuste, con el que espera sanear las cuentas públicas del país y alcanzar el equilibrio presupuestario en 2013. A esta nueva modificación del contenido del texto, que ha llegado al pleno del Senado para su discusión, se suma la introducción de un gravamen del 3% sobre las rentas que superen los 500.000 euros anuales.
Se incluirá, además, una enmienda al texto para el retraso progresivo de la edad de jubilación de las mujeres en el sector privado, de 60 a 65 años, a partir de 2014. Asimismo, la sede de la presidencia del Gobierno informó de que en un Consejo de Ministros que se celebrará el próximo jueves se aprobará la introducción en la Constitución de la regla de oro sobre el equilibrio presupuestario.
Estas son las últimas medidas que se han adoptado en una reunión en Roma por la mayoría gobernante y se suman a las numerosas modificaciones que ha sufrido el texto desde que fuera aprobado por el Ejecutivo en un Consejo de Ministros el pasado 12 de agosto, que preveía un ajuste presupuestario de 45.500 millones de euros para el próximo bienio. La junta de portavoces anunció, asimismo, su decisión de fijar la votación final del texto en el Senado para mañana, siguiendo así los deseos de la mayoría conservadora en el poder de acelerar los tiempos de aprobación del documento.
De forma paralela, el Gobierno ha anunciado su decisión de plantear una cuestión de confianza en el Senado para aprobar por la vía rápida el plan de ajuste. El uso de las llamadas cuestiones de confianza es una estrategia muy utilizada por los ejecutivos italianos para acelerar la aprobación de las leyes, ya que permite saltarse el debate de enmiendas y el parlamentario.
Tras su paso por el Senado, de ser aprobado, el texto pasará a la Cámara de los Diputados para su ratificación definitiva. El texto aprobado por el Ejecutivo italiano y sus continuas modificaciones posteriores han sido blanco de las críticas de la oposición, la patronal y los sindicatos, que, en diferentes grados, consideran que las medidas recaen en gran parte sobre los sectores más vulnerables de la sociedad, al tiempo que no favorecen el crecimiento y la ocupación.
En esta línea, el sindicato CGIL, el principal del país, concocó para este martes una jornada de huelga, que ha provocado grandes inconvenientes durante la jornada, con importantes interrupciones en los servicios de transporte y manifestaciones en más de cien ciudades, entre ellas las más importantes del país como Roma, Nápoles, Milán y Turín.
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