El Gobierno espera que el 'banco malo' tenga una participación privada de al menos el 55%

De Guindos detalla que esta sociedad, que empezará a funcionar en diciembre, no aceptará activos financieros de menos de 100.000 euros ni préstamos por importes inferiores a 250.000 euros. Confía en que su actividad abarate la vivienda.

El Gobierno espera que el 'banco malo' tenga una participación privada de al menos el 55%
El Gobierno espera que el 'banco malo' tenga una participación privada de al menos el 55%
Efe

03 de octubre 2012 - 15:30

Las entidades financieras con dificultades no podrán traspasar al futuro banco malo los pisos que se hayan adjudicado que tengan un valor menor de 100.000 euros ni los préstamos morosos de menos de 250.000 euros, que son buena parte de los hipotecarios. Así lo ha desvelado el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, en la que ha justificado ese "umbral mínimo" para evitar que el banco malo sea "imposible de manejar". No obstante, esa sociedad acogerá los activos y créditos inmobiliarios tanto sanos como problemáticos de los bancos nacionalizados (Bankia, Banco de Valencia, Catalunya Banc y Novagalicia Banco) y de "algún otro no muy importante" que tenga déficit de capital y que pueda necesitar o no ayudas públicas.

El ministro ha desvelado algunos de los detalles del banco malo, que empezará a funcionar en diciembre y que estará controlado en un 55% por inversores privados, un porcentaje superior al que se había anunciado con anterioridad. El objetivo del Gobierno -especificó el ministro de Economía- es que entidades financieras sanas, aseguradoras y fondos de inversión, entre otros, tengan una participación mayoritaria en el capital del banco malo de al menos el 55%.

Las dudas siguen pesando sobre los descuentos que se aplicarán a los traspasos, que según De Guindos se harán al "valor económico real" de los activos, lo que podría ocasionar pérdidas en las entidades afectadas. "La entidad que tenga pérdidas estará relativamente cubierta", gracias a las inyecciones de capital público que puede llevar a cabo el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) con la ayuda recibida de Bruselas, según el ministro.

El banco malo se financiará fundamentalmente con deuda senior, que será suscrita por los bancos que transfieran sus activos, y que podrá ser utilizada para obtener liquidez en la ventanilla del Banco Central Europeo (BCE). Además, el banco malo emitirá capital y deuda subordinada por un importe equivalente al 10% de sus activos. Esta parte será suscrita por el FROB y por otros inversores institucionales privados.

Por lo que se refiere a su estructura, De Guindos explicó que el banco malo estará manejado por una sociedad gestora independiente y de él se podrán segregar activos o constituir fondos especializados para obtener una "gestión más ágil" de los inmuebles y de los préstamos y para atraer inversores. Ante los medios de comunicación, De Guindos también ha justificado la creación de diferentes subfondos en la necesidad de atender a un mercado inmobiliario que "no es único, ya que no es lo mismo el suelo que la vivienda terminada, y no es lo mismo la vivienda terminada en una zona urbana que en la costa española".

Las entidades financieras controladas por el FROB serán las primeras en traspasar sus activos problemáticos a la sociedad de gestión de activos, que entrará en funcionamiento a partir de diciembre. Para el ministro, el banco malo es el instrumento "más poderoso para lograr el saneamiento financiero", por encima de las inyecciones de capital del FROB, ya que segregará los activos problemáticos de la banca. También destacó que dinamizará el mercado inmobiliario en España porque sacará al mercado "viviendas a precios más reducidos de los que estamos viendo actualmente".

Durante su comparecencia y preguntado por los grupos sobre la posible petición de ayuda de España a sus socios europeos, el ministro ha asegurado que el Gobierno "tomará la mejor solución posible" para el país y también para Europa. En este sentido, rechazó que la posible ayuda implique nuevas condiciones a España, más allá de las que ya se han demandado, que se centran en el cumplimiento del objetivo de déficit.

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