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Sevilla/Ghenova, la multinacional sevillana de la ingeniería, cerró de nuevo su último ejercicio fijando marcas: la cifra de negocio de 2022 establece un nuevo récord de 34,5 millones de euros y confirma que la senda de expansión y crecimiento de la compañía tiene aún mucho recorrido.
Este nivel de facturación supone un crecimiento superior del 25%, sobre los 27,5 millones consolidados (29,7 sin consolidar las operaciones intragrupo) que obtuvo en 2021, destaca su CEO y copropietario, Francisco Cuervas.
El Ebitda ha sido del 8,7% sobre la cifra de negocio por lo que se sitúa en unos tres millones de euros, lo que supone una leve contracción del margen por efecto de la inflación, singularmente del coste de la plantilla.
Pese a ello, el principal foco de la compañía, reconoce Cuervas, para sostener el plan de crecimiento que tiene en marcha es captar talento. “Hemos terminado 2022 con una plantilla en todos los países en los que operamos de 800 personas y nuestro objetivo es que antes de que termine 2023 haber superado los mil empleos”, detalla el CEO del Grupo Ghenova para confirmar que esperan lograr un aumento del 25% en el empleo generado.
Y todo ello porque su cartera de negocio sigue creciendo también a doble dígito. Cuando comenzó el año 2002 estaba en 35 millones y un año después supera los 40 millones.
Para atender ese crecimiento de la contratación, la empresa sigue en un proceso de expansión, tanto en el ámbito nacional como en el internacional.
Cuervas explicó que tras las recientes aperturas en Córdoba y Granada, relacionadas con el incremento de negocio relacionado con Defensa y su apuesta por la inteligencia artificial, respectivamente, Ghenova está en proceso de abrir nuevas delegaciones en Asturias, País Vasco –en Vizcaya– y Canarias –en Las Palmas–, precisamente para incorporar talento especializado para lograr su objetivo de crecimiento del empleo.
Las dos delegaciones de la cornisa cantábrica arrancarán con plantillas de unas 30 personas, ya que son ubicaciones con tradición de construcción naval, sector de la ingeniería en el Ghenova es referente. “A medio plazo esas dos delegaciones, que tendrán carácter multidisciplinar para atender a las tres verticales de negocio –naval, energía y digital–, calculamos que a medio plazo sean oficinas con unas cien personas de plantilla”. En el caso canario, que también será multidisciplinar, calculan una demanda para tener una plantilla estable de unas 30 personas.
El vertical de negocio de ingeniería naval está asumiendo mucha demanda de trabajo, singularmente del área de Defensa, porque la civil, está en un momento en el que todavía no se han recuperado los niveles de proyectos previos a la pandemia de Covid-19.
El cliente de referencia para Ghenova en este vertical, Navantia, está desarrollando un importante programa para las fragatas F110 que está copando la capacidad de trabajo de la delegación en Galicia. “El programa de las F110 está en pleno apogeo y hay picos de trabajo que necesitan casi 200 ingenieros”, detalla Cuervas, que también destaca que la empresa de construcción naval de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) también está arrancando el programa del nuevo Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS), que se desarrollará en los astilleros andaluces de Navantia.
Ghenova también tiene expectativas de participar en algunos de los contratos que Navantia licite para desarrollar el encargo de construir los buques del programa Fleet Solid Suport (FSS) de la Royal Navy británica.
Aunque Defensa es las partes del negocio naval que más crece, Ghenova se ve preparada para antender la demanda de buques de prospección que muchos países necesitan en la carrera por conseguir recursos energéticos y minerales actual.
“Defensa y la búsqueda de recursos naturales son negocios en auge, porque se necesitan buques de prospección, oceanográficos, hidrográficos o sísmicos para localizarlo y militares para defender las aguas donde se localicen”, explica Cuervas.
El crecimiento también es internacional, además de mantener el negocio que ya desarrolla en América Latina, EEUU o Australia, Ghenova está explorando nuevos mercados en los que Navantia está impulsando mucho su actividad comercial, caso de Arabia Saudí, donde hay una delegación de la ingeniería sevillana en proyecto.
En la vertical de energía, la coyuntura actual, mediatizada por la guerra en Ucrania, la volatilidad del gas y la necesidad de acelerar la independencia energética con más renovables y el desarrollo del hidrógeno también hay oportunidades de negocio en las que está inmersa Ghenova.
“Somos una ingeniería transversal que da una respuesta completa al cliente sin privilegiar ninguna tecnología”, recuerda Cuervas antes de enfatizar que también desarrollan proyectos de “waste to energy e incluso de mosca soldado”.
Respecto al vertical digital, está creciendo al mismo ritmo que el área de negocio de Defensa.
También en IA están inmersos en diferentes desarrollos para los sectores agro y de acuicultura
En 2022 se ha terminado la integración de esta área de negocio en Ghenova Digital (a partir de la antigua Soologic) y Ghenova Siman (antes Perama), y que está centrada en el mantenimiento predictivo en el ámbito naval e industrial.
Además, se han creado dos áreas de negocio –eólica marina y puertos– en la que se espera gran demanda y que reportarán a la dirección general y se nutrirán de recursos de las tres verticales en función de cada proyecto.
También está en proceso la culminación de la ordenación societaria del grupo que espera cerrarse en los próximos meses y que tendrá especial incidencia en el vertical de energía.
En esta reordenación todas las filiales extranjeras dependerán de la matriz del grupo en la que son socios Carlos Alejo y Raúl Arévalo junto a Cuervas.
El grupo mantiene la hoja de ruta de crecimiento de capital para sostener el crecimiento orgánico que necesita la empresa, que pretende llegar a una cifra de negocio de 100 millones a medio plazo. El CEO señala también en este aspecto 2023 como un año clave en el quede definitivamente definida la fórmula para captar capital, entre las que no se descarta la cotización en Bolsa de parte del accionariado.
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