Ganadores de la XIII edición de los Premios Andaluces del Futuro
Premios Andaluces del Futuro
Cinco jóvenes han sido galardonados en la XIII edición de los Premios Andaluces del Futuro por su emprendimiento en distintos sectores y el desarrollo de actividades de cara a mejorar la sociedad actual
Se dice que “el verdadero emprendedor actúa en lugar de soñar”. Muchas personas piensan en un futuro lleno de éxitos pero, ese mismo futuro hay que cultivarlo en el presente, no mañana, sino hoy. Por ello, la edición XIII de los Premios Andaluces del Futuro, organizados por Grupo Joly y Bankia, ha querido galardonar a Melissa, María, Victoria, María y David, cinco jóvenes que han demostrado, en tiempos de crisis, saber afrontar las dificultades y dar rienda suelta a un espíritu emprendedor que han querido poner al servicio de la sociedad para hacerla mejor.
El jurado, presidido por Joaquín Holgado, director corporativo de la Territorial de Bankia en Andalucía, y formado por José López Barneo, médico investigador y catedrático de Fisiología, como vocal de la categoría de Ciencia; Antonio Fragero, presidente del Patronato de la Fundación CES Proyecto Hombre, como vocal de Acción Social; Carlos Colón, doctor en Historia del Arte, profesor de Comunicación Audiovisual en la Facultad de Comunicación de Sevilla y miembro del Consejo Editorial del Grupo Joly como vocal de Cultura; Mariola Rus, licenciada en Educación Física y profesora, exjugadora de la selección nacional de rugby y presidenta del club Cocodrilas de División de Honor de Rugby, y José Ignacio Rufino, doctor en Organización de Empresas, profesor de Universidad, columnista habitual del Grupo Joly, y que actuó como vocal de Empresa y secretario del jurado, se reunieron, de manera telemática, el pasado mes de febrero para discernir unos ganadores que fueron proclamados por unanimidad entre candidatos con una alta calidad curricular y notables méritos.
Debido a las medidas implantadas por la crisis sanitaria del coronavirus, se prevé que la entrega de premios se realice en primavera. Así, Andalucía debe saber algo más sobre quiénes son, cuáles son sus hitos profesionales y los proyectos de futuro que tienen. Se trata de unos jóvenes que han sabido crecer a pesar de las dificultades y que han conformado un porvenir fundamentado en el ahora.
Uno de los campos que se quiso destacar fue el de la ciencia. En él, ha destacado la figura de Melissa García Caballero, una joven malagueña que recibió la noticia con “gran satisfacción”. Además, afirmó que siempre es agradable que “reconozcan la labor que realizas día a día y que se ponga en valor el trabajo y el esfuerzo de los jóvenes investigadores”. Melissa quiso recalcar que la ciencia es esencial de cara al futuro y que “desafortunadamente hemos tenido que llegar a esta situación de pandemia actual para darle la importancia que tiene”. Con una dilatada experiencia en el extranjero, Melissa ha abordado investigaciones esenciales para la sociedad como la “ identificación y caracterización de nuevos compuestos naturales con propiedades anti-linf/angiogénicas y anti-tumorales”. Aún así, su humildad hizo que pusiera en valor la labor de muchos de sus compañeros, científicos “muy preparados y altamente especializados para desarrollar brillantes carreras” que, sin embargo, “la falta de recursos económicos por parte de las instituciones y administraciones públicas y privadas, hace que muchos de estos profesionales se vean obligados a desarrollar sus proyectos de investigación fuera de España”. Ahora, comenzando una nueva etapa en la Universidad de Málaga, Melissa tiene como objetivo prioritario desarrollar “proyectos científicos sobre el estudio de la linf/angiogénesis en el cáncer y otras enfermedades, y la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas y fármacos”.
Desde tierras cordobesas, María Sánchez Rodríguez fue la premiada en el campo de la cultura. La joven, de 31 años, recibió la noticia “con mucha ilusión, ya que reconocer tu trayectoria de esta manera es una alegría”. María cree firmemente que la cultura es “un sustrato maravilloso para crear y experimentar nuevas formas de relación y de vínculos, no solo entre nosotros, sino con el territorio y los seres con los que compartimos la tierra. Una forma de alcanzar también una sociedad más justa y sostenible”. Por ello, este concepto que distingue a una sociedad, debe verse como la raíz de todo ya que, según María, “no podemos entender nuestra vida sin el campo y sin los pueblos, y a veces solo es necesario cambiar la forma de mirar, que haya un acercamiento honesto, por las dos partes. Es difícil querer y proteger algo, si no lo conoces, por eso creo que ahí tenemos una asignatura pendiente, el entendimiento mutuo”. De cara al futuro, este premio le servirá a María como impulso para seguir llevando a cabo sus proyectos; “podré dedicarle más tiempo y recursos al semillero virtual de Almáciga, un vivero de palabras de nuestros medios rurales”. Además, entre esfuerzo y esfuerzo, está “escribiendo un poemario” que, aunque “va lentito y pide calma”, seguro será todo un éxito.
La representación emprendedora de esta tierra sigue con Victoria Padial Hernández, la ganadora en el apartado de empresa. La joven, nacida en Granada, iba en el coche con su marido cuando recibió la noticia que, en un principio “creía que era broma”. Más tarde, la realidad se hizo latente y “un cóctel de emociones” hizo que esa llamada de lunes sea “inolvidable”. Tras su retirada deportiva, afirmó que está “pasando una época difícil y este premio me devuelve una gran dosis de motivación”. Victoria, una exitosa deportista de Biathlon, lleva desde los 9 años compitiendo y, en la actualidad sus proyectos giran en torno a una lección muy bien aprendida; “el ser humano es capaz de adaptarse a todo”. El deporte ha sido la esencia en la vida de Victoria, un deporte que le ha “enseñado a emprender continuamente para poder alcanzar mi sueño olímpico”. Además, no deja a un lado las adversidades que la han “convertido en una mujer autónoma e independiente”. Todas sus alegrías deportivas han sido gracias al trabajo duro y al apoyo “del mejor de los equipos, mi familia, mis sponsor y mi entrenador y actual marido, gracias a todos ellos hemos logrado hitos para el deporte español y andaluz”. Ahora, en su nueva andanza, cree que ha llegado el momento de “compartir toda esa experiencia y energía en un proyecto muy ambicioso llamado Biathlonfit”, un proyecto que nace con un único objetivo: “mejorar la salud a través de dos modalidades antagonistas (circuitos fit + tiro láser) que estimulan nuestra capacidad de adaptación física y psicológica”. Para Victoria, “querer es poder”, una frase simple que se antoja esencial en Biathlonfit, “un nuevo deporte que te ayudará a superar tus propios límites y mejorar tu autoestima con un reconocimiento constante”. En definitiva, el deporte como sinónimo de vida para las personas que quieran mejorar su salud y la vida. Para ello, Victoria quiere “acercar Biathlonfit a la vida de los andaluces para que mejoren su capacidad de adaptación física y mental mientras se divierten con entrenamientos y comunidad”.
La representación sevillana va a cargo de David Caballero Pradas, un joven que se ha hecho con el galardón en el campo de la acción social. Nacido el la localidad de El Rubio, David quiso agradecer a sus vecinos el apoyo recibido; “me han visto crecer y, a pesar de que desde los 18 años no vivo allí más que pasajeramente, el pueblo entero se volcó con mi candidatura”. De igual manera, se acordó de Luz Olid Díaz, su compañera en esta andanza y que ha sido “la visionaria que lleva toda su vida inspirando a los demás con una visión del mundo más humana, con más valores. A ella le debo descubrir mi propósito social y llegar a entender que para cambiar el mundo hay que cambiar la educación”. El sevillano fue cuestionado por la educación y el pensamiento crítico, dos conceptos muy complejos que son, sin lugar a dudas, motores en el proceso de cambio. En este sentido, el premiado afirmó que, en el siglo XXI, debemos ser capaces de “formar personas capaces de interpretar, construir y aplicar conocimiento en equipo”. Además, es esencial “encontrar tu propósito en la vida y saber enfrentarse a los complejos retos de nuestro tiempo”, todo ello para conseguir un objetivo común para los niñas y niños; “tomar el control de su aprendizaje para que puedan tomar el control de su vida”. Sobre este hilo argumental gira Evolving Education, la película documental que David está rodando. En este proyecto, la escuela toma un papel fundamental y dentro de ella, el profesorado que, según David, “son también víctimas de este sistema; pero al mismo tiempo, nuestros mejores aliados en Evolving Education para cambiarlo desde dentro”. Con una dilatada experiencia profesional pese a su edad, David, cree que hay una pregunta fundamental que deben hacerse los más jóvenes de cara al futuro: “¿qué impacto quiero tener en el mundo?”. Para el licenciado en Biotecnología, siempre “hay un momento en nuestras vidas en el que hay que elegir entre seguir nuestros miedos o nuestras pasiones”, unos miedos que no deben ser un freno para elegir qué hacer con tu vida. Por ello, desde U4Impact, David y sus compañeros conectan a “estudiantes universitarios con emprendedores sociales y organizaciones con impacto a través de sus trabajos de fin de grado o máster. Así les ayudamos a descubrir su propósito social, a descubrir cómo quieren hacer del mundo un lugar mejor”. Por último, no quiere pensar en proyectos de futuro cuando el presente ya tiene “demasiado en lo que trabajar”.
Para finalizar, María Pérez García se ha hecho con el Premio Andaluz del Futuro “Anchoa Muñoz” al Deporte, entre otras cosas, por ser una profesional muy prometedora que ya ha cosechado grandes éxitos en la especialidad de ‘marcha atlética’. La joven, nacida en la localidad granadina de Orce, ha comentado que el galardón le ha supuesto “una motivación extra ya que las personas que han votado, lo han hecho porque les hace felices lo que yo hago y eso hace que prosiga mi labor e intente mejorar día a día”. María es una enamorada del deporte y lo ve como una forma de vida que le ayuda a “ser más madura debido a las vivencias” que ha tenido y, además, le sirve como “vía de escape” cuando los exámenes o viajes la acechan. Como su disciplina marca, esta joven quiere “caminar lo más rápido posible sin llegar a correr” con un objetivo en mente; “ los Juegos Olímpico de Tokio, y luchar por las medallas”.
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