GAT Inversiones prevé pasar de 800 a 5.000 empleados en sólo tres años
El presidente, el sevillano Rosauro Varo, anuncia una inversión de 170 millones de euros
Sevilla/Grupo Atento Inversiones (GAT), la empresa que lidera el joven empresario sevillano Rosauro Varo (Sevilla, 1979), se ha embarcado en un ambicioso plan de expansión que le llevará a elevar su facturación a 260 millones en 2021 con un Ebitda de 70, que doblaría al que tiene en la actualidad. Lo más llamativo es que prevé pasar en ese periodo de los 800 empleados actuales a 5.000, y que tiene inversiones previstas de 170 millones.
Varo -que se dio a conocer por la venta de Pepephone a Masmóvil por 175 millones de euros y su posterior entrada en Cabify- expuso estos datos en su charla La estrategia empresarial ante la era digital, organizada por la Cámara de Comercio de Sevilla. "Son objetivos ambiciosos pero estoy convencido de que vamos a llegar", aseguró el empresario.
Actualmente, GAT cuenta con una diversificada red de inversiones, en sectores tradicionales y también punteros. Así, en turismo apuesta por ofertas "sostenibles y de calidad", como el Hotel Boutique Lobby Room de Sevilla (a punto de abrir) y locales gastronómicos y de ocio en la Costa del Sol; en el inmobiliario, GAT ha apostado por zonas residenciales en Zahara de los Atunes, Marbella y Cancún (México); y en el financiero tiene participaciones en gestoras de fondos.
Pero lo que da seña de identidad a GAT es su división GAT Technologies, la apuesta tecnológica. Aquí entra su significativa participación en Cabify -la plataforma española de movilidad urbana- y también en Vector, una firma también participada por Cabify que gestiona 1.000 vehículos VTC. Además, es accionista de Telefónica y está también presente a través del franquiciado Bosynet como distribuidor de Vodafone.
En su conferencia, Rosauro puso en sobreaviso a los empresarios presentes: la revolución tecnológica y científica es de tal magnitud que ya no basta con hacer bien el trabajo. "No podemos dar por hecho que una ventaja competitiva va a permanecer en el tiempo, aunque haya esfuerzo y excelencia", explicó.
Factores que están irrumpiendo como el big data, Internet de las Cosas, la comunicación cognitiva, la inteligencia artificial, la robótica, la geolocalización o la ingeniería genética, "pueden potenciar o invalidar nuestros activos estratégicos, hasta el punto de que sea necesario reinventarse por completo".
Él mismo se puso como ejemplo. Allá por 2014, estaba contento con Pepephone, con proyectos como su expansión exterior o la entrada con una fórmula similar -el operador móvil había triunfado por lanzar una oferta muy sencilla y transparente- en finanzas y energía. Pero resultó que se produjeron fusiones en el sector (Orange-Jazztel, Vodafone-Ono) y comenzaron las ofertas integrales, que unían móvil, fibra y televisión. "Quisimos hacer una operación corporativa, pero no cuajó y decidimos vender" ante la evolución del mercado. "En el mundo digital, no hay empresas aisladas", dijo, y animó a "tener una visión proactiva de cómo la tecnología va a transformar el negocio: hay una ventana de oportunidades".
Rosauro Varo también entró en el debate sobre los posibles efectos perniciosos de la tecnología. "Necesitamos una escala de valores que rija los algoritmos", "digo no a un mundo sin reglas que obvia los derechos fundamentales" y "las máquinas nunca superarán la pasión que ponemos en los proyectos personales y empresariales", fueron algunas de sus frases.
También quiso hablar de su tierra, Andalucía, de la que ya es un referente de empresario joven y exitoso. Llamó, así, a aprovechar la tecnología para afianzar las fortalezas de la región, en agricultura, con sensores que determinen los periodos de producción o recogida; y en turismo, con un big data que permita conocer muy bien al cliente. Alabó programas como Open Future y Minerva como "gasolina" del espíritu emprendedor y aseguró ("no es lo que pienso, es lo que veo") que Andalucía tiene en su seno más personas que emprenden incluso que Madrid y Barcelona y que su tasa supera la media nacional.
"Una renta básica universal no es algo descartable"
Aunque se muestra convencido de que a largo plazo la automatización generará más empleos -muchos de ellos desconocidos hoy- Rosauro Varo sí admite que en el corto plazo desaparecerán los trabajos más automatizados y eso expulsará del mercado a una porción importante de la población. Por eso, dice, "no es descartable una renta básica universal para una generación puente, que la va a haber. Es muy importante que se adopten medidas de formación para que esta generación sea lo más pequeña posible y no cause problemas". Tras esta reflexión, defendió que el modelo europeo del bienestar parte con ventaja respecto a EEUU para superar este efecto de la nueva revolución.
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