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La volatilidad de la inflación y el alza de los tipos de interés aconseja protección

Foro de Mercados Santander

Jordi Guasch, de pie, Begoña Martínez. Gerardo Puerta, Laura Velasco y Magdalena Trillo, durante el Foro de Mercados. / Juan Carlos Vázquez

Sevilla/La situación actual de los mercados vive un momento de alta volatilidad, fruto de la conjunción de los efectos de la pandemia y de la invasión en Ucrania, que tiene como principal consecuencia una inflación en niveles muy altos.

Para orientar sobre éstas y otras preocupaciones de distintos agentes del tejido económico, el pasado jueves por la tarde se celebró una nueva edición del Foro de Mercados Santander, organizado por Diario de Sevilla y Grupo Joly, en colaboración con Banco Santander.

En esta edición de esta cita informativa sobre el momento actual económico y su repercusión en los mercados, fueron los propios asistentes los que votaron qué tres temas, entre una batería previamente propuesta, eran los que suscitaban más interés.

Mediante el uso de códigos QR y el móvil, los asistentes pudieron votar y decidieron que los expertos del Banco Santander hablasen de la evolución económica de España, de la evolución de los tipos de interés que fijan los bancos centrales y de cómo se comportará la inflación, tanto en la Eurozona como en EEUU.

Esos temas fueron abordados y con esa prelación, decidida también por el auditorio, por Laura Velasco, analista de Macroeconomía del Área Mercados de Santander España; Gerardo Puerta, director de Research Asset Allocation de la entidad, y Begoña Martínez, responsable de Mercados para la territorial de Andalucía de Banco Santander, en un diálogo moderado por Magdalena Trillo, asesora de Transformación Digital del Grupo Joly.

Desde el punto de vista macroeconómico, Laura Velasco explicó que España ha vivido un impacto intenso y dramático por la pandemia de Covid, que tuvo importantes consecuencias económicas, que se reflejó en una intensa caída del PIB en el año 2020.

Aunque la analista recordó que, tras la fase más aguda de las medidas de restricción aplicadas, la economía española encaró una tendencia alcista con crecimiento sostenido trimestre a trimestre.

Al inicio de este año 2022, la economía española seguía haciendo frente a algunos de esos efectos de la pandemia, con limitaciones en la producción y el comercio derivadas de las distorsiones en las cadenas de distribución y en la carestía de las materias primas, que está provocando la política de Covid cero que mantiene China.

Sin recuperarse de esas incertidumbres, Velasco explicó que apareció un shock negativo adicional: la guerra de Ucrania, que ha empeorado los riesgos ya existentes.

En este contexto, Velasco enfatizó, respecto a la confianza, que la disposición a gastar, consumir e invertir se reduce.

Si bien, hay aspectos positivos, como que se ha reducido el endeudamiento de familias y empresas o que la riqueza financiera e inmobiliaria está en máximos, que son factores que dan “cierto colchón para mantener tasas de consumo aceptables”. En ese marco, se espera una buena evolución de la actividad relacionada con los servicios, con la expectativa de que haya un verano positivo para el turismo, tras los resultados que tuvo en Semana Santa. Y sigue estando presente el estímulo que puede suponer la distribución de los fondos europeos Next Generation EU.

Ambos factores apuntan a un cierto sostén de la economía, aunque sin descartar que se produzca algún recorte en las previsiones de crecimiento por el escenario de riesgos.

Desde el punto de vista de cómo se comportarán los mercados en este escenario macroeconómico, Gerardo Puerta se centró en los diferenciales de deuda y en la evolución de la Bolsa.

El mercado espera que haya mayores diferenciales en la deuda, pero no esperan que sean tan elevados que generen volatilidad en los mercados y, en el caso español (y de otros países periféricos), se mantendrá la protección tácita del Banco Central Europeo.

También esperan un buen comportamiento de la Bolsa española. En buena medida, el peso que tiene el sector financiero en el Íbex 35, en un contexto de tipos al alza, puede hacer que la Bolsa esté soportada.

La posición inversora de España en algunos mercados también puede ayudar, porque las divisas latinoamericanas están baratas y en el contexto creado por la invasión de Ucrania, Latinoamérica sale beneficiada.

La perspectiva es, por tanto, positiva a partir de que concluya el reajuste en el que todos los mercados están inmersos en este momento.

Begoña Martínez detalló algunas de las recomendaciones que Banco Santander hace como opciones de inversión.

Martínez recordó que ha habido escenarios de máxima volatilidad, que ha provocado por ejemplo que una inversión en el Íbex hecha en enero de 2020 con vencimiento en mayo de ese año habría caído un 34%, mientras una inversión de mayo del 2020 a marzo del 2021 habría obtenido un resultado de un 45% de ganancia.

Y precisamente en ese contexto volátil, Martínez explicó que el producto que está comercializando el banco es la compra de opciones como alternativa a la inversión directa en renta variable, con un ejemplo de una prima aproximada del 10%.

Desde el punto de la extracción de liquidez, en el que si el valor sube la inversión en opciones se incrementará un 100%, mientras que si baja, la inversión no sufrirá retroceso, con un coste máximo previsto del valor de la prima.

Evolución de los tipos

El segundo tema propuesto por los asistentes y abordado por los analistas de Banco Santander fue la evolución de los tipos de interés y cuál será la senda que sigan los bancos centrales.

La analista Laura Velasco incidió en que los bancos centrales han jugado un papel fundamental para soportar la coyuntura creada por la pandemia con inyección de liquidez y tipos bajísimos. Y con una intensidad en estas medidas sin parangón.

El objetivo era poner freno a la caída de la actividad, evitar todo el daño posible a la economía y dar tiempo en la lucha contra la pandemia. A pesar de que este 2022 sigue siendo un año difícil, la situación económica es muy distinta.

Los bancos centrales parecen decididos a luchar contra la inflación, incluso asumiendo cierto sacrificio en el crecimiento. Por eso, su política va a ser la retirada de estímulos y empezar a subir los tipos de interés.

“La Fed va a subir los tipos de interés en todas y cada una de las reuniones que restan hasta final de año”, dijo Velasco, que cree que la discusión estará en la intensidad de las subidas, que pueden ser de 25, 50 o incluso 75 putos básicos (pb). Por ello, prevé que la senda que se marca es dejar los tipos en un nivel cercano al 2,5%.

Por su parte, el BCE tiene factores comunes y otros distintos. En la medida que hablamos de una inflación importada, Velasco ve una tendencia al alza en los tipos de interés de la Eurozona, pero no por encima del 1,5%. Y con aplicación muy próxima: “La probabilidad de que la primera subida sea en julio está aumentando”, como sugieren algunos responsables del BCE.

Espera que la flexibilidad marque esta nueva política monetaria, con la capacidad de “reconducirla si se pasa de frenada”. Por ello, recomienda que, ante la elevada incertidumbre, es momento de repensar las coberturas.

Desde la perspectiva de los mercados, Gerardo Puerta expuso que las motivaciones de los dos bancos centrales son absolutamente diferentes. En su opinión los americanos llegan tarde, porque debieron subir tipos antes y no lo hicieron. De ahí su respuesta actual.

En Europa, dijo, es totalmente distinto. Después de mucho tiempo con tipos cero o negativos, la política monetaria se había vuelto poco útil. Y la política fiscal tampoco ayudaba. “Es como volar con dos motores llevando uno a cero y otro al máximo”, dijo para expresarlo gráficamente.

Pero Puerta opinó que ha cambiado la visión de la política fiscal. Y consideró que la Comisión no va a forzar a sendas muy restrictivas. Además, el conflicto de Ucrania va a hacer que el gasto de Defensa se eleve al 1% del PIB y este tipo de gasto tiene un multiplicador elevado sobre la economía.

Por ello, considera que el BCE va a buscar volver a un punto neutral de los tipos de interés y saber dónde está ese punto neutral es la gran duda. “Entre el 1,5% y el 2%”, se aventuró a decir, pero la clave es ver dónde termina la curva. Espera tipos positivos antes de que acabe el año.

Begoña Martínez incidió en que los tipos a largo llevan tiempo en positivo. Y sostuvo que hay un aplanamiento entre tipos a cinco o diez años. Por ello recomienda tener coberturas a más largo plazo. La clave, dijo, es anticiparse y el producto es una precobertura..

Inflación en la Eurozona y EEUU

El tercer tema abordado por decisión del auditorio fue los retos que plantea la inflación, tanto en la Eurozona como en EEUU.

Laura Velasco señaló que la presión sobre los precios comenzó por el desajuste entre oferta y demanda, que debería haber ido normalizándose gracias a las vacunas.

Sin embargo, el escenario actual es otro. Los efectos de la pandemia en Asia y la guerra de Ucrania han llevado las tasas de inflación a un nivel por encima de lo esperado.

“Los riesgos siguen al alza”, dijo Velasco, que cree relevante saber en qué medida la oferta sigue restringida, con mayores tiempos de entrega, repercusión de costes… Las encuestas de confianza señalan que con la invasión de Ucrania se ha perdido el optimismo.

Respecto a la inflación en EEUU, cree que hay que señalar los desequilibrios internos de esa economía. Citó la presión del consumo sobre la producción doméstica estadounidense. El desajuste creado en el mercado laboral por una política generosa fiscal y de subsidios. Y eso genera presión adicional en los salarios. La economía estadounidense puede sufrir efectos de segunda ronda en la crisis de precios.

Un tercer desequilibrio está en los precios inmobiliarios. La demanda está muy por encima de la oferta. “Son desequilibrios que no se resuelven de un día para otro”, avisó.

En la Eurozona, la inflación es importada. “La energía explica más de la mitad de la tasa de 7,5%”, señaló, al tiempo que resaltó que no tiene esos mismos desequilibrios.

La preocupación está, dijo, en que la inflación empieza a calar en otros componentes que no son el energético. “Con un poco de suerte, los efectos estadísticos, más las medidas de los gobiernos, nos sitúan cerca del pico de la inflación, pero es la composición de la inflación lo que preocupa más”.

En ese sentido, su efecto sobre la inflación subyacente y cuál es la velocidad de descenso serán claves y advirtió de que puede que no sea tan rápida.

Gerardo Puerta señaló, desde la perspectiva de los mercados, que la “inflación está muy condicionada a la psicología”.

Advirtió, además, de los problemas que se pueden producir en la inflación derivados de que la globalización lleva tiempo encadenando eventos en contra: el Brexit, la guerra tarifaria entre EEUU y China, la pandemia de Covid, la interrupción del canal de Suez o la guerra de Ucrania. “El conflicto va a crear dos mundos, con un grupo de países escasos en medio, entre los que pueden estar Latinoamérica”.

Desde la perspectiva de los productos, Begoña Martínez dijo que la presión de los precios modula las sendas de ingresos a largo plazo, por su efecto acumulativo en los activos ligados a la inflación (rentas, alquileres o concesiones públicas). Por ello, Santander recomienda asegurar los ingresos con una cobertura que permite al cliente inmunizarlos respeto a la volatilidad de los precios.

Como en otras ediciones de este foro, Jordi Guasch, responsable de área de Mercados de Santander, detalló las facilidades que el banco da a los clientes para poder hacer frente a los desafíos planteados y otros que les puedan surgir.

Manuel de la Cruz, director territorial de Banco Santander en Andalucía, durante su intervención. / José Ángel García

Entorno complejo con algún signo positivo

El director territorial de Banco Santander en Andalucía, Manuel de la Cruz, abrió el Foro de Mercados con una intervención en la que situó el complejo escenario en el que se mueven los mercados y detalló también algunos signos positivos. De la Cruz se centró en tres puntos fundamentales en ese contexto: dos choques, el Covid y la guerra de Ucrania, y la inflación como consecuencia. “La guerra ha afectado a los sectores que se habían librado de la pandemia y ambos han creado el tercer problema, una elevada inflación”. A pesar de este entorno, De la Cruz incidió en signos de optimismos. El primero: han empezado a vencer los periodos de carencia de los créditos ICO de la pandemia y los clientes están empezando a pagar, de una forma que encaja entre las previsiones media y optimista que tenía el banco. La enorme oportunidad que generan los fondos Next Generation es otro signo positivo, aunque esté “costando trabajo cómo aprovecharlos”. En ese complejo escenario, la misión de Santander, dijo, es ayudar a sus clientes a mitigar riesgos.

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