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El Ministerio de Fomento espera que sean los controladores los que muestren su voluntad de negociar, mientras que éstos reclaman una llamada de ese departamento para sentarse otra vez a la mesa y llegar a un acuerdo sobre el nuevo convenio colectivo.
La situación del conflicto que mantienen desde hace meses los controladores con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), dependiente de Fomento, con la amenaza de una huelga tras la ruptura de negociaciones el pasado viernes, tiene muy preocupado al sector turístico y a las aerolíneas.
Desde Fomento se ha señalado este lunes que esperan que sean los controladores los que digan qué es lo que quieren: un acuerdo, un arbitraje o convocar una huelga.
El Ministerio pide que USCA, el sindicato de los controladores, asuma "de una vez por todas" una postura que permita a todos salir de una situación de "incertidumbre" que afecta al turismo.
Daniel Zamit, portavoz de USCA, ha indicado a EFE que el sindicato insiste en su oferta de diálogo, pero ha precisado que ha de ser "con unas condiciones dignas".
Ha añadido que quieren "una solución" y que si se les ofrece un convenio semejante al alemán, francés o portugués firman "ahora mismo".
Respecto a la posible huelga, el portavoz ha señalado que USCA ha dicho muchas veces que mientras esté negociando no se convocará una huelga, ya que su deseo es "acabar con este conflicto" porque están cansados, ha asegurado.
El sector turístico está "muy preocupado" por la incertidumbre de no saber si los controladores van a convocar o no huelga, ya que, a su juicio, es "lo peor" en un mes fundamental como agosto.
El secretario general de la Mesa del Turismo, Félix Arévalo, ha dicho a EFE que, si mala es la huelga, peor es no saber cuáles son sus fechas exactas, mientras que el presidente de la Asociación Española de Agencias de Viaje (Aedave), José Manuel Maciñeiras, destaca que la posibilidad de un paro produce gran inseguridad entre el turismo exterior.
También el presidente de la Federación Española de Agencias de Viaje (FEAAV), Rafael Gallego, ha expresado su "honda preocupación" por las amenazas de huelga y ha dicho que, además de perjudicar a la economía del turismo, es "malo para la imagen de España como un destino seguro".
Desde la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) se calcula que la incertidumbre de la huelga les cuesta ya 40 millones de euros diarios.
Para las compañías aéreas, desconocer si habrá huelga o no y, en el caso de convocarse, desconocer aún la fecha, supone un grave problema porque se están produciendo cancelaciones o retrasos en las decisiones de compra de billetes.
Las principales aerolíneas confían en que si se convoca la huelga, Fomento dicte los servicios mínimos necesarios, que en el caso de los vuelos a las islas deberían ser prácticamente del cien por cien, según la normativa vigente.
Pero el conflicto ya adopta tintes políticos, porque a las declaraciones de José Blanco o de Concepción Gutiérrez, secretaria de Estado de Transportes, se han sumado miembros del PSOE y consejeros de comunidades en las que el turismo es importante.
La dirección federal del PSOE ha pedido a los controladores "arrimar el hombro" en lugar de "chantajear" a los españoles con una huelga en pleno verano.
Elena Valenciano, secretaria de Política Internacional del PSOE, ha recordado que la ciudadanía "lleva un par de años apretándose el cinturón" y que en este contexto los controladores tendrían que ser solidarios.
Desde Palma y Valencia, las autoridades regionales de turismo se han sumado a la polémica y mientras la Consejería de Turismo y Trabajo balear ha atacado a los controladores por dañar la imagen del país, desde la comunidad levantina se acusa al Gobierno de no saber "desbloquear" el conflicto.
El Comité Ejecutivo de USCA tiene previsto reunirse el próximo jueves para analizar la situación y ver si se convoca o no huelga, y cuándo.
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