España blinda su seguridad gasista ante la demanda invernal sin el gaseoducto del Magreb

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El Gobierno pone en marcha diversas medidas en un momento de altos precios y en el que el contrato que permitía enviar gas de Argelia por Marruecos acabó este pasado domingo

Argelia responsabiliza a Marruecos del cierre del gaseoducto del Magreb

Instalaciones del gaseoducto  en la playa de El Perdigal, en Almería.
Instalaciones del gaseoducto en la playa de El Perdigal, en Almería. / G. J.
EFE

01 de noviembre 2021 - 11:39

Madrid/España afronta la temporada de invierno de gas -que comienza este lunes y finaliza el 31 de marzo- con la perspectiva de un consumo mayor que en las tres anteriores, y muchas medidas para asegurar el suministro en un momento de altos precios y en el que el contrato que permitía enviar gas de Argelia por Marruecos acabó este pasado domingo.

El cierre del gasoducto Magreb-Europa (GME), que pasa por Marruecos, se produce después de que Argelia rompiera relaciones diplomáticas con su vecino en agosto y anunciara que enviaría todo el gas que exporta a Europa a través de Medgaz, que va directamente a Almería.

El suministro de gas argelino es el más importante para España: las entradas de gas natural a España procedentes de Argelia -sumando el gas natural que llega por gaseoducto y el gas natural licuado que viene por barco- fueron el 51% del total en 2018, el 33% en 2019, el 29% en 2020 y el 47% en este 2021, según datos del boletín estadístico de Enagás.

Para el Gobierno español, era vital asegurarse el suministro, además en un momento de precios altos del gas en los mercados impulsados por la alta demanda en Asia y por las bajas reservas en Europa.

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se desplazó a Argel para conseguir asegurar que el cierre del gasoducto Magreb-Europa, que transporta una media anual de 10.000 millones de metros cúbicos, no suponga una merma para el suministro.

Según ha explicado, en la actualidad hay comprometidos 11.000 millones de metros cúbicos de gas procedentes de Argelia y el gasoducto Medgaz solo tiene ahora capacidad para 8.000 millones.

No obstante, considera que el suministro está asegurado, pues Medgaz verá aumentada su capacidad a 10.000 millones de metros cúbicos a comienzos de 2022, mientras que el resto del gas comprometido llegará a través de buques metaneros en forma de gas natural licuado (GNL).

Es la solución que se ha hallado, aunque no la preferida por España, porque siempre es mejor que haya dos infraestructuras funcionando, ya que no habría alternativa a Medgaz en el suministro argelino en caso, por ejemplo, de una avería.

Sistema gasista reforzado

Para reforzar la seguridad del suministro, el Ministerio para la Transición Ecológica también ha actualizado el Plan de Actuación Invernal del Sistema Gasista con un nuevo sistema escalonado para las reservas, que aumenta la seguridad en el período de mayor riesgo de sufrir una ola de frío y rebaja un 5% el coste para el consumidor.

El plan anterior, vigente desde 2017, exigía un nivel de reservas de 3,5 días durante todo el período invernal, con un coste de 11 millones de euros, mientras que el nuevo aplica un sistema escalonado que las eleva a 5,5 días en el período de mayor riesgo y reduce el coste a 10,4 millones, según el ministerio.

El plan complementa las reservas estratégicas, que se mantienen para hacer frente a cualquier situación que ponga en grave riesgo la seguridad del suministro como, por ejemplo, el pasado 8 de enero la tormenta Filomena, cuando se liberaron reservas equivalentes al consumo de 1,5 días.

Según el ministerio, España no tiene un problema de falta de infraestructuras gasistas como les puede ocurrir a otros países (Alemania no tiene regasificadoras, mientras que Enagás tiene cuatro y participa en otras dos en España), sino que lo único que le puede afectar es el problema del precio como está ocurriendo en todo el mundo.

Más subastas para descargas de barcos

También Enagás, el gestor del sistema gasista español, ha puesto en marcha medidas y ha llevado a cabo dos subastas extraordinarias de capacidad -una en septiembre y otra en octubre- en las plantas de regasificación españolas, en las que se han asignado 45 slots o ventanas de capacidad para descarga de GNL adicionales a las previstas inicialmente para los próximos doce meses.

Da idea de la especial prevención que hay con el abastecimiento de gas este invierno que para el periodo de noviembre a marzo ya hay adjudicados 136 slots, frente a los sólo 86 barcos que descargaron el invierno pasado.

Con estas subastas extraordinarias, se alcanzan niveles históricos de almacenamiento de GNL al comienzo del invierno y en este mes de octubre la contratación de tanques de GNL ha alcanzado puntualmente valores equivalentes al 100% de la capacidad contratable, según Enagás.

Además, en octubre se ha continuado inyectando más gas en los almacenamientos subterráneos (en España hay tres), cuya capacidad está actualmente al 78%.

La demanda de gas más alta de los últimos tres inviernos

Todo esto se produce en un contexto en el que, además de los precios, crece la demanda de gas. En los nueve primeros meses del año, la demanda total de gas natural en España ha alcanzado los 270,1 teravatios horas (TWh), un 2,7% más que en el mismo periodo de 2020, año de caída de la demanda por la pandemia, debido principalmente a un aumento del 9% de la demanda convencional -hogares e industrias- (que representa en torno al 78% de la total) con respecto a los nueve primeros meses de 2020.

De cara a esta temporada invernal, Enagás prevé que la demanda supere las de las otras tres temporadas anteriores.

Para la temporada invernal 2020-2021, el gestor del sistema prevé que se alcancen los 177 teravatios hora (TWh) -144 TWh de demanda convencional y 33 TWh de demanda para generación eléctrica-, frente a los 144,53 TWh de la 2019-2020, los 172,05 TWh de la 2018-2019 y los 173,56 TWh de la 2017-2018.

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