España aportará 3.200 millones del paquete de rescate a Portugal
Europa aprueba un fondo de 78.000 millones para el país luso · Dará más tiempo a Grecia para pagar su deuda y condiciona una nueva ayuda a que acometa más ajustes
Los ministros de Finanzas del Eurogrupo aprobaron ayer en Bruselas el paquete de rescate para evitar el hundimiento de la economía de Portugal, por valor de 78.000 millones de euros a tres años, pero condicionaron una nueva inyección financiera a Grecia, de entre 30.000 y 60.000 millones, a que Atenas haga más esfuerzos de austeridad.
Del rescate luso, la UE aportará 52.000 millones y el Fondo Monetario Internacional (FMI) 26.000, mientras que España avalará alrededor de 3.247 millones de este "tramo europeo", según confirmó la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado.
Portugal es el tercer país miembro de la Eurozona que necesita ser rescatado por la UE y el FMI para evitar la quiebra, tras Grecia, con 110.000 millones, e Irlanda, con 85.000. Pero a cambio Lisboa deberá aplicar más programas de ajuste y sacrificios para reducir su déficit. Según el FMI, ello tendrá una pesada consecuencia: una contracción de la economía del 2,2% en 2011 y una tasa de desempleo del 13%.
Hace poco más de un mes, el primer ministro luso en ejercicio, el socialista José Sócrates, tuvo que pedir, a su pesar, la ayuda exterior de Bruselas y Washington para evitar el colapso de la frágil y altamente endeudada economía lusa. Al perder el apoyo parlamentario, después de que se rechazara un nuevo plan de ajuste, Sócrates presentó su dimisión.
A cambio de la ayuda externa, el próximo Gobierno portugués que emane de las urnas el 5 de junio, deberá decidir qué nuevos esfuerzos de austeridad exige a los portugueses, con el objetivo puesto en el saneamiento de las agujereadas finanzas estatales.
El paquete para Lisboa logró salir adelante a pesar de la ausencia en Bruselas del director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, uno de sus promotores, acusado por presunto intento de violación de una joven camarera del hotel de Nueva York donde se alojaba. Estuvo presente una de sus adjuntas para representarle en la reunión.
El camino para la aprobación del paquete a Lisboa quedó libre después de que el parlamento de Finlandia diera su visto bueno y de que el partido Auténticos Finlandeses, que se oponía a la ayuda a Lisboa, modificara su postura a cambio de exigir mano firme en las reformas. El próximo gobierno luso tendrá que aplicar nuevas medidas de choque para lograr reducir el déficit público del 9,1% del PIB en 2010 hasta el 3% en 2013.
Para volver a abrir el bolsillo para ayudar a Grecia, los ministros del Eurogrupo dejaron claro que Atenas debe acometer nuevas medidas de ajuste, entre ellas una aceleración de su plan de privatizaciones. "Grecia tiene un gran potencial de privatizaciones y los griegos deben ayudarse a sí mismos antes de pedir más dinero", comentó la ministra austriaca de Finanzas, Maria Fekter. "Respaldamos que el plazo del plan griego se aplique, darles más tiempo, pero no podemos pagar más tramos (de la ayuda) si las reformas no están en la buena vía", dijo. La Comisión Europea también se mostró abierta "a modificaciones", pero precisó que en ningún caso se contempla una reestructuración de la deuda, es decir, la asunción de que al menos una parte no será reembolsada, porque tendría "consecuencias devastadoras". "La reestructuración no está sobre la mesa, no es una opción", destacó la ministra española de Economía, Elena Salgado.
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