Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Voces académicas y empresariales alertan de que la realidad estadística que reflejan los datos del paro registrado, publicados este viernes, no se corresponde con la realidad laboral.
La razón es simple: los fijos discontinuos han sido potenciados por la nueva reforma laboral -que entró en vigor en abril- y su número se ha disparado. En España han pasado de 404.000 a en noviembre de 2021 a 880.000 el mes pasado; en Andalucía, de 72.000 a 182.000. Estos trabajadores son indefinidos pero una parte del año trabajan de forma efectiva (cuando son llamados) y otra parte están sin actividad, pero, si han cotizado lo suficiente, cobran la prestación por desempleo.
Pues bien, el Servicio Público de Empleo estatal (SEPE) no los considera parados a efectos estadísticos (en las épocas en que no trabajan). Y servicios de estudios y partidos políticos como el PP exigen saber cuántos son y que se refleje en la estadística. Son, recordemos, antiguos trabajadores temporales que antes sí figuraban como desempleados si no trabajaban.
A ello se le añade la sospecha de un maquillaje estadístico. La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) alertó esta semana de una "caída anómala" del paro en octubre (de 27.027 personas en España y 18.736 en Andalucía, en un mes en el que siempre sube el paro en la región), que atribuyó, en parte, a "un ajuste en los registros estadísticos de los demandantes fijos discontinuos que están excluidos de la definición de paro". Es decir, que el SEPE procedió a sacar del paro registrado a muchos de los fijos discontinuos, a los que se había considerado previamente como desempleados por error.
Según Fedea, lo que se ha producido "es un reajuste por parte del SEPE de la clasificación de los trabajadores discontinuos que ha hecho que se engorde el número de los que no están ocupados". El Think tank pide saber, por un lado, si la de octubre es una reconfiguración única o continuará en los próximos meses (los datos de noviembre no son concluyentes a este respecto) y, por otro, que el SEPE proporcione los datos desagregados de los fijos discontinuos para conocer mejor la realidad laboral.
En los últimos dos meses, el número demandantes de empleo ocupados ha aumentado en 234.000 personas (50.000 en Andalucía), una cifra que solo es explicable por el la incorporación a este apartado de la estadística de los fijos discontinuos. Esto ha sucedido siempre así, en realidad. Lo que ocurre es que antes de la reforma laboral su número era mucho más pequeño y ahora su peso es muy importante en el mercado. Debido a este incremento, el SEPE ha podido cometer errores en su clasificación que está corrigiendo ahora, según apunta Fedea.
En este apartado de demandantes de empleo ocupados, precisamente, se incluyeron en lo peor de la pandemia los trabajadores en ERTE, que no eran considerados parados como tales pero sobre los que sí había más transparencia por parte del Gobierno. Aún hoy se sabe su número, por género, autonomías, provincias e incluso sectores. Por esta causa, en 2020 y 2021 se produjeron grandes oscilaciones en ese apartado estadísticos (demandantes de empleo ocupados), tanto al alza como a la baja.
En 2019, último año que se puede considerar 'normal', el movimiento fue bastante menor que el de este año: entre septiembre y octubre los demandantes ocupados se incrementaron en 18.000 en España (frente a los 234.000 de alza de este año) y en Andalucía bajaron en 13.000 (frente al aumento de 50.000 de 2022).
En este apartado suelen estar, además de fijos discontinuos, trabajadores a tiempo parcial o en prácticas que quieren un empleo en mejores condiciones, entre otros colectivos.
En el lado empresarial, la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), a través de su director del Área Jurídica y de Relaciones Laborales, Manuel Carlos Alba, asegura que "la realidad estadística puede no estar coincidiendo de forma simétrica con la realidad de nuestro mercado de trabajo y de nuestra economía". Por su parte, Asempleo, la Asociación de Empresas de Trabajo Temporal, asegura que la figura del fijo discontinuo "ha creado una nueva realidad laboral que no se puede analizar con estos datos y que está dejando en interrogante la calidad de los empleos a través de esta figura, que se sitúa en un espacio entre el desempleo y la actividad que ahora no está cuantificado".
La CEOE pide más transparencia, pero defiende la figura del fijo discontinuo. Para su presidente, Antonio Garamendi, da "flexibilidad" a las empresas y una cierta "estabilidad" a los trabajadores. "Si se quita este contrato, tendríamos un problema real de paro en España", asegura. Sí piensa que hay que buscar "un espacio de medición diferente" para reflejar mejor esta realidad.
Los datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social reflejan que en un año -de noviembre de 2021 a noviembre de 2022- el número de trabajadores indefinidos se ha incrementado de forma espectacular en Andalucía, más en términos porcentuales que a nivel nacional.
Y no solo porque haya aumentado el número de fijos discontinuos. Son 110.000 más, y en términos porcentuales es el colectivo de indefinidos que más crece (153%, más que el 117% registrado a nivel nacional). Pero el incremento de discontinuos es una cuarta parte del aumento, en realidad, ya que Andalucía suma 446.196 afiliados indefinidos más en el último año (no contratos, sino cotizantes efectivos), un 35% más que hace un año (23% a nivel nacional). La mayoría de ellos, 210.431 (+23%) son fijos a tiempo completo, mientras que 125.262 (+48%) son nuevos indefinidos a media jornada. El resto del alza corresponde a los fijos discontinuos, 110.403.
El aumento de los indefinidos, de 1,22 millones a 1,65 millones tiene su reverso en la fuerte disminución de los trabajadores temporales: son 258.804 menos, de 759.079 a 400.275, un 47% menos, frente al 43% español.
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