Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Estados Unidos presionará a los líderes mundiales para que impulsen el gasto público con vista a impulsar la economía global, pese a que suponga un riesgo de distanciarse de los países europeos, más preocupados por modernizar la regulación financiera. Pero este proyecto norteamericano tendrá en Alemania su principal escollo ya que a pesar de haber aprobado un paquete de estímulo por valor de 50.000 millones de euros, su canciller, Angela Merkel, ya ha expresado su escepticismo sobre el uso masivo del préstamo público para solucionar la crisis global.
En la primera experiencia del presidente estadounidense, Barack Obama, en diplomacia económica, Washington urgirá a la comunidad internacional a llevar a cabo este cambio en la cumbre del G20 que tendrá lugar el próximo mes en Londres. Las autoridades del país norteamericano afirman que los mercados necesitan un plan de acción unificado por parte de las naciones más ricas del mundo, según informa hoy el diario 'The Wall Street Journal'.
Sin embargo, la posición de Washington choca de frente con la visión de Francia, Alemania y otros países de Europa que quieren centrar la reunión londinense del próximo 2 de abril en rescribir las leyes que regulan los mercados financieros. Varios países europeos creen que la principal causa de la actual crisis económica es la regulación permisiva, por lo que pretenden aumentar su control sobre las firmas de capital privado y los fondos de protección.
A pesar de los diferentes intereses que cada uno tratará de defender en Londres, todos los países pretenden evitar una ruptura en las negociaciones, que podría enturbiar aún más los mercados. Por ello, la expectativa para la cumbre es grande y se ve necesaria una respuesta coordinada para reforzar los esfuerzos de los gobiernos.
Estados Unidos, que podría recibir el apoyo de China y otros países que han impulsado importantes programas de estímulo, defiende que es necesario el gasto de los gobiernos para reducir la gravedad y la duración de la situación económica global. Además, Reino Unido podría ver con buenos ojos la propuesta de Obama, debido a que tanto Londres como Washington temen que una regulación financiera más estricta pueda dañar aún más a sus entidades financieras.
Por otro lado, Estados Unidos, que no ha completado su plan para revisar la regulación, opina que ninguno de los asistentes a la cumbre está aún preparado para acometer ese tipo de cambios.
Un portavoz de la Casa Blanca afirmó que el hecho de haber aprobado un paquete de estímulo por valor de 797.000 millones de dólares (unos 633.400 millones de euros) muestra que la Administración Obama "está haciendo su parte", y solicitó que "cada país lleve a cabo esfuerzos ambiciosos individual y colectivamente para restaurar el crecimiento".
Alemania, principal escollo
El principal escollo para Estados Unidos en Londres será Alemania, que pese a haber aprobado un paquete de estímulo por valor de 50.000 millones de euros, su canciller, Angela Merkel, ha expresado su escepticismo sobre el uso masivo del préstamo público para solucionar la crisis global, causada por el "comportamiento irresponsable" del sector privado y los gobiernos. Merkel opina que la regulación y supervisión del mercado "deberían jugar un papel muy importante" en la cumbre y aclaró que "no entra en los planes" de su país aumentar el paquete de estímulo fiscal.
Ya en la reunión que mantuvieron la pasada semana en Washington Obama y el primer ministro británico, Gordon Brown, se pudo comprobar la tensión existente en este aspecto. Mientras Brown, que ejercerá de anfitrión en la próxima cumbre, destacó la necesidad de que el G20 "establezca los principios del sistema bancario del futuro", Obama centró su discurso en asegurar que los países del bloque "estimulen su economía de manera coordinada".
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que en 2009 los paquetes de estímulo fiscal y otro tipo de gastos públicos harán que crezcan las economías de China, India y los países del G7 --Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Italia, Alemania, Japón y Francia-- más de un 2% por encima de lo que lo harían sin tales medidas.
Este organismo ha instado a los países a que sigan con este tipo de decisiones y que la inversión equivalga a al menos el 2% del Producto Interior Bruto (PIB). De los países del G20, sólo se espera que alcancen este objetivo Estados Unidos, España, Arabia Saudí, China y Australia.
En un momento en el que el Banco Mundial adelanta que el PIB global se contraerá este año por vez primera desde la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y Europa están de acuerdo en que se debe luchar contra el proteccionismo, aunque ninguna parte ha presentado un mecanismo efectivo. Por ello, es posible que pidan asesoramiento a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en este aspecto.
También te puede interesar