Análisis
Santiago Carbó
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La golpeada economía del euro comienza a enviar señales de recuperación, pero aún es demasiado pronto para cantar victoria en la lucha contra la crisis, advirtió ayer en Fráncfort el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.
El italiano hizo un ejercicio de prudencia tras la primera sesión del año en la que el Consejo de Gobierno del banco mantuvo las tasas de interés en el mínimo histórico del 0,75% y disipó la posibilidad de bajar los tipos este año, al considerar que las condiciones en los mercados financieros han mejorado.
Draghi se mostró optimista de cara a la segunda mitad del año, cuando debería comenzar "una gradual recuperación" gracias a la mayor confianza en los mercados financieros, la menor volatibilidad, el aumento de depósitos en bancos periféricos o la subida de las Bolsas. Sin embargo, "la debilidad económica se prolongará en el inicio de 2013".
Preguntado por las cifras desbocadas de desempleo en España y otros países como Grecia, Draghi reclamó más reformas estructurales a los gobiernos, en particular para proteger a los jóvenes, los más afectados por la pérdida de trabajo.
El presidente del BCE también defendió las políticas de ahorro en España frente a las críticas que apuntan a su alto costo social y su falta de efecto a corto plazo. "Hemos logrado tanto progreso acompañado por tanto sacrificio que ahora sería incorrecto volver a una situación que demostró ser insostenible", señaló. La austeridad "provoca contracción a corto plazo, pero ahora que se hizo tanto no creo que sea correcto volver atrás", añadió. "No debemos olvidar que esta consolidación fiscal es inevitable". Draghi podrá explicar todo esto en Madrid, ya que el 12 de febrero hablará en el Congreso sobre sus planes para el euro.
Tras la rueda de prensa del BCE, Draghi presentó el nuevo billete de cinco euros, más difícil de falsificar. Además de una marca de agua y un holograma con la imagen de Europa, la figura de la mitología griega que da nombre al continente, el valor del billete va impreso en un color que varía de verde a azul cuando se inclina. Asimismo, en una cara tiene un ligero relieve y es algo más grueso porque está recubierto de una laca especial que lo hace más durable.
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