Cruzcampo exporta su punto glacial al mundo

Heineken desarrolla en Sevilla los sistemas de frío que aplica en el resto de marcas del grupo.

Francisco Herrero, presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla; y Jorge Paradela, director de Relaciones Institucionales de Heineken España.
A. Martín Sevilla

19 de septiembre 2014 - 05:02

El éxito del punto glacial, introducido en 2013 en los envases de Cruzcampo, ha llevado a Heineken a implantarlo en el extranjero en otras marcas del grupo, el tercero a nivel mundial. "Cruzcampo es la punta de lanza para el desarrollo de los sistemas de frío de Heineken", destacó ayer el director de Relaciones Institucionales de Heineken España, Jorge Paradela, invitado ayer en el ciclo Nuestras Empresas organizado por el Club Antares y la Cámara de Comercio de Sevilla.

Con un volumen de negocio de 869 millones de euros en 2013 y una plantilla de más de 600 trabajadores en Andalucía, Heineken España es una de las principales empresas con sede social en la comunidad. Su nueva factoría de Sevilla, inaugurada en 2008, constituyó una de las mayores inversiones privadas de Andalucía, y se ha convertido en uno de los pilares de la innovación del grupo.

"La innovación está en el adn del grupo", subrayó Paradela, que explicó que el punto glacial, que advierte al consumidor si la cerveza está suficientmente fría, se "desarrolló íntegramente en España y desde aquí se ha exportado a otros países".

Los hosteleros, que constituyen una pieza básica del negocio de Heineken, también se han beneficiado de las mejoras en los sistemas de refrigeración. La compañía ha distribuido 61.000 sistemas de frío ecoeficiente, "con reducciones del consumo de energía de hasta el 70% respecto a un sistema tradicional". Esto se ha traducido en un ahorro en la factura eléctrica cuantificado en tres millones de euros, según indicó el directivo de Heineken.

Otro sistema innovador que está potenciando la compañía es el denominado Orión, consistente en un camión que descarga cerveza recién elaborada directamente en los establecimientos que cuentan con una instalación especial, con tanques de entre 500 y 1.000 litros. Paradela resaltó que la diferencia estriba en que el carbónico de la cerveza es el "natural de la fermentación", sin necesidad del sistema de impulsión de los tiradores tradicionales.

La compañía ha aplicado la innovación también en su portfolio de productos. Destaca la introducción en el segmento de sabores de la cerveza Cruzcampo Radler, aderezada con zumo de limón, o la Buckler blanca -elaborada a partir de trigo- y negra en la categoría de cervezas sin alcohol.

Jorge Paradela confirmó una mejora del consumo a partir del último cuatrimestre de 2013, "que se ha acentuado a lo largo de 2014", pese al impacto de las benignas temperaturas del verano que está a punto de concluir.

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