La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Una noche también amenazada por el confort
Cataluña y Extremadura han desvelado que son dos de las comunidades que han recibido una llamada de atención ante un posible incumplimiento del objetivo de déficit por parte del Ministerio de Hacienda, que ha puntualizado que no se ha iniciado ningún proceso de intervención y que es solo un "chequeo". El Gobierno sacó la semana pasada tarjeta amarilla a varias comunidades, unas ocho, según varias fuentes, por las dudas de que cumplan con este objetivo, fijado en el 1,5 % del PIB para este año. Después de la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), el titular de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, no quiso concretar ni el nombre ni el número de las autonomías amonestadas.
El president de la Generalitat, Artur Mas, ha reconocido que el Gobierno del PP ha amenazado con una intervención de la Generalitat. Mas ha afirmado que "Cataluña podría ser intervenida igual que puede ser intervenida España, pero no se entendería, porque se intervendría a la autonomía que más hace para corregir los desequilibrios y una política de austeridad decidida". Mas asegura que la UE no entendería tal decisión.
En una entrevista en RAC1, Mas se ha mostrado muy crítico con la actitud del Ejecutivo del PP respecto a Cataluña y ha mostrado su decisión de dejar de colaborar con los populares en el Estado. "Es muy difícil, prácticamente imposible, colaborar con el "ordeno y mando" del señor Montoro. Ellos tienen mayoría absoluta, que se espabilen solos. Cuando te menosprecian, te pisan, no te respetan... entonces ya se lo hará usted solo'", ha denunciado el presidente. Mas no ha descartado desmarcarse del PP de Cataluña, pero ha afirmado que la actitud de los populares catalanes es distinta.
El presidente ha explicado que "una posibilidad sería convocar elecciones" tras la intervención, aunque ha precisado que existirían otros caminos con los que reaccionar a la decisión del Gobierno de Rajoy.
Mas ha recordado que España también está en riesgo de ser intervenida, y ha argumentado porque Catalunya no debería serlo: "Está haciendo los deberes como la que más. Quién no paga no puede intervenir al que no cobra". Además, ha asegurado que el pacto fiscal para Cataluña ayudaría a recuperar el "prestigio" de España, ya que revitalizaría la economía catalana y, en consecuencia, la española.
"España nos compra cada vez menos productos porque exportamos más, no nos paga las deudas, nos quita dinero y no nos ayuda a tener prestigio", ha explicado el presidente para ilustrar que las relaciones de Cataluña con el Estado no pasan por su mejor momento.
Mas no ha querido a entrar a valorar un posible escenario de ruptura si fracasa el pacto fiscal, pero ha afirmado que su Gobierno no tiene miedo a que haya una consulta porque considera que los gobiernos no deben tener medio a preguntar a los ciudadanos. El presidente ha advertido a Rajoy de que la sensación "de fatiga con el Estado español se está acelerando", y ha vaticinado que si el Estado permite a Cataluña gestionar sus propios recursos con el pacto fiscal la visión de la opinión pública cambiará.
También la Consejería de Economía de Extremadura ha revelado que recibió una comunicación electrónica de la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas, en la que se le solicitaba el envío de la proyección del déficit para el 31 de diciembre de 2012 y se le citaba a una reunión "próximamente" en Madrid para aclarar algunas medidas. Extremadura se abstuvo en la votación de los nuevos objetivos de déficit autonómico durante el CPFF (0,7% para 2013 y 0,1% para 2014), junto con Castilla y León, al no haberles convencido los argumentos esgrimidos por Montoro para endurecer el fijado por el anterior Gobierno en un 1,1%. Precisamente a esta postura se ha referido la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, quien ha negado una posible rebelión de estas dos comunidades en el CPFF y que eso signifique un incumplimiento del objetivo del déficit para este año.
Liberalización comercial
Por otro lado, el presidente de la Generalitat, ha rechazado la liberalización comercial que ha impulsado el Gobierno, y ha retado al presidente Mariano Rajoy a tener la administración pública estatal abierta "90 horas" a la semana como se propone que a partir de ahora puedan abrir los comercios. Además, ha contemplado la posibilidad de recurrir esta decisión por invadir competencias de la Generalitat, y ha afirmado que, antes de tomar una decisión, se analizará con profundidad la "letra pequeña".
"A mi me parece bien que el comercio abra hasta 90 horas a la semana si lo hace todo el mundo. Que comiencen ellos por la administración y abran 90 horas a la semana", ha sentenciado el presidente catalán. Respecto a esto, Mas ha criticado que la liberalización comercial impulsada emula al modelo de la Comunidad de Madrid que, a su juicio, está muy alejado del catalán ya que fomenta la apertura de comercios en la periferia y vacía el centro de las ciudades y los deja como un "desierto".
Juegos Olímpicos
Mas, que ha anunciado que tras el verano pedirá una reunión con Rajoy, ha afirmado que los partidos catalanes tienen que actuar como se actuó con los Juegos Olímpicos de Barcelona, ahora hace 20 años, cuando todo el mundo hizo "piña" para lograr un mismo objetivo.
El presidente ante la pregunta de si tendrá un gesto con el PSC para sumarlo al pacto fiscal, ha respondido que su Gobierno ya ha tenido "muchos" gestos y conversaciones con los socialistas catalanes, por lo que les ha pedido el mismo apoyo para Cataluña que el socialismo vasco da al concierto en Euskadi.
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