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Sevilla/Un concepto de economía circular y sostenible para ahorrar energía y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos ante el problema del calentamiento global. Ésa fue la idea fuerza sobre la que gravitó el programa del proyecto CartujaQanat que se presentó ayer en el II Foro Global de Gobiernos Locales, que se celebró en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla con la presencia del rey Felipe VI. En su inauguración, estuvieron presentes el alcalde de Sevilla, Juan Espadas;el consejero delegado de Emasesa, Jaime Palop;y el Finance Team Coordinator de Acciones Urbanas Innovadoras (UIA según sus siglas en inglés), Jean Christopher Charlie, entre otros.
Es una iniciativa que recupera el espíritu de los trabajos de acondicionamiento climático que se desarrollaron para la Expo 92, pero introduciendo nuevas tecnologías, materiales y herramientas de diseño. El proyecto CartujaQanatCartujaQanat propone utilizar el agua del subsuelo con el fin de generar nuevos microclimas urbanos que ayuden a combatir las consecuencias del cambio climático. Los impulsores de CartujaQanat pretenden reactivar aquellas ideas e implementar nuevas propuestas para fomentar el uso de la calle como dinamizador social.
El proyecto prevé la construcción de un nuevo espacio urbano o zoco en la calle Marie Curie destinado a acoger la vida pública de los trabajadores y visitantes del Parque Científico y Tecnológico de la Cartuja. Este nuevo espacio será el escenario de las actuaciones encaminadas a revitalizar la vida en la calle, ofreciendo condiciones de confort en espacios abiertos durante las estaciones más calurosas en Sevilla.
Leonor Rodríguez, jefa de Desarrollo de Negocios y Fondos Europeos de Emasesa y alma máter de CartujaQanat, adelantó que el zoco “podrá estar en funcionamiento en enero de 2021”. Por su parte, Mario Cabello, de Emasesa, aclaró que la inspiración del proyecto fue un qanat, “una infraestructura hidrogeológica que se usaba ya hace 2.700 años” para la captación de una capa de agua subterránea, su succión hacia el exterior y conducción por una o varias galerías de drenaje ligeramente inclinadas y dotadas de pozos verticales de acceso y aireación. “Se trata de desarrollar un sistema de refrigeración sostenible del agua aprovechando la temperatura nocturna, llevándola a pozos profundos para, posteriormente, reducir la temperatura del aire durante el día en los espacios públicos”, resumió Cabello.
En este sentido, Servando Álvarez, representante de la Universidad de Sevilla, enumeró los recursos que se utilizarán para lograr el objetivo: “Adaptadores de viento, chimeneas solares, pavimentos fríos, tanques de disipación... Para que el canal funcione, hacen falta 240 metros de profundidad. Todo esto se puede hacer perfectamente con los sistemas actuales de inteligencia artificial y de sensorización remota”.
Por su parte, José Antonio Tenorio, del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y su equipo trabajarán en el diseño (cerámica y hormigón), en el uso del agua como técnica bioclimática y en el desarrollo e implementación del proyecto (materiales e ingeniería). “Los materiales que usemos deben ser saludables, que no nazcan microorganismos con el paso del tiempo. Y tenemos que hacer suelos refrescantes, techos fríos, sistemas TABs y superficies refrescadas”, agregó Tenorio.
Asimismo, José Ángel Laguna, de la Fundación Innovarcilla, aseveró: “Nosotros haremos los paramentos verticales de cerámica en el zoco, ayudando así a bajar la temperatura del entorno”.
Por su parte, Francisco Javier Huesa, de la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento hispalense, destacó “la importancia del río” en la historia urbanística de Sevilla.
Martín Blanco, del Parque Científico y Tecnológico Cartuja, se congratuló de ser partícipe de esta iniciativa, recordando que su institución alberga a 459 empresas (17.389 trabajadores), 200 grupos de investigación y factura 2.214 millones de euros.
En la clausura, primera teniente alcalde del Ayuntamiento de Sevilla y concejal de Economía, Comercio y Relaciones Institucionales, Carmen Castreño, señaló: “Todos juntos debemos dar soluciones innovadoras a los problemas actuales de la sociedad”.
Emasesa, junto al Ayuntamiento de Sevilla, la Universidad de Sevilla, el CSIC, Parque Científico Tecnológico de la Cartuja (PCT Cartuja) y la Fundación Innovarcilla, ganaron un concurso de fondos europeos (4 millones de euros) para financiar el proyecto CartujaQanat, valorado en 5 millones y presentado en el marco de la convocatoria europea de Acciones Urbanas Innovadoras (UIA), de la Comisión Europea, en la categoría de Adaptación al Cambio Climático, una de las cuatro categorías posibles de la convocatoria de 2018.
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