Caos en los aeropuertos por culpa de los controladores: "Son unos sinvergüenzas"
La mayoría de los controladores abandonaron su puesto de trabajo alegando "motivos de salud". Y en los aeropuertos cundió la confusión, el nerviosismo y el enfado entre los pasajeros.
"¡Esto es increíble!". Preso del nerviosismo y el enfado, Rogelio no acertaba más que a repetir esa exclamación. En pleno puente de la Constitución en España tenía que viajar de Madrid a Barcelona para recoger a su hija de cuatro años y regresar de nuevo a la capital para pasar allí con ella los cinco días. "¿Qué hago ahora?". El caos provocado en el espacio aéreo español por la ausencia masiva de controladores a sus puestos de trabajo lo dejó en una situación de desesperación. "No voy a poder tomar el avión, y con una niña pequeña no puedo estar horas en el aeropuerto esperando a ver si salen o no los aviones", dijo.
Rogelio es uno de los 250.000 pasajeros que el Ministerio de Fomento estimaba que estaban viéndose afectados por la crisis provocada en el país por los controladores, en lo que en España se interpretaba sin lugar a dudas como una huelga encubierta que de proseguir, podría llegar a tener consecuencias sobre 4,26 millones de viajeros. El enfado de Francesc era también grande. "Son unos sinvergüenzas", decía desde Barcelona. "Si el gobierno cede a las presiones ya es para decir apaga y vámonos".
Junto a su mujer y su bebé de un año tenía pensado volar a Madrid para pasar allí los días libres. Un amigo le sugirió que comprase un billete para el AVE que une las dos ciudades. "Yo no puedo ahora gastarme ese dinero en los billetes", se quejaba ante la expectativa de no poder realizar el viaje que había programado con más de un mes de antelación. "El restablecimiento del servicio depende de la voluntad de los controladores del tráfico aéreo", manifestó AENA el viernes por la tarde, cuando el caos aéreo era ya generalizado en toda España.
La mayoría de los controladores abandonaron su puesto de trabajo alegando "motivos de salud". Y en los aeropuertos cundió la confusión, el nerviosismo y el enfado entre los pasajeros. AENA llamó a los viajeros a no acudir a los aeropuertos, ya que el tráfico aéreo estaba interrumpido. El aeropuerto de Madrid, el que mayor número de viajeros registra en toda España, fue el más afectado por el plante de los controladores. Su espacio aéreo y el que depende de él fue el primero en cerrar, ante la imposibilidad de operar despegues y aterrizajes. Le siguieron Palma de Mallorca, Menorca e Ibiza. Después cerró el espacio aéreo de Canarias. Y algo más de una hora después era todo el espacio aéreo español, excepto el de Andalucía, eel que estaba cerrado.
Tras comenzar la desbandada de los controladores, apenas dos horas después de iniciarse el turno de tarde, sólo los aviones que se encontraban en aproximación directa al aeropuerto internacional de la capital española pudieron aterrizar. El resto fue desviado. Y los aviones que se encontraban esperando en la pista de despegue o se dirigían hacia ella tuvieron que dar marcha atrás. "Estábamos esperando en el avión y nos han pedido que lo desalojáramos", decía María, que no se enteró del motivo hasta tiempo después de abandonar la aeronave que debía haberla llevado desde el aeropuerto de la capital española hasta el Palma de Mallorca, otro de los que tuvo que cerrar esta tarde. "Nos dijeron sólo que se había cerrado el espacio aéreo".
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