La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
La Comisión Europea calificó ayer de "buenas noticias" que España no haya solicitado la ayuda de emergencia de hasta 30.000 millones de euros disponible para la banca en el marco del plan de rescate financiero aprobado por el Eurogrupo el pasado 20 de julio y dejó claro que "el plan siempre ha sido" desembolsar la ayuda en octubre "si todo va según lo previsto".
"No hemos recibido ninguna petición para activar la ayuda bancaria de emergencia, aunque la posibilidad obviamente existe. Utilizar los fondos de emergencia depende de que recibamos una petición", explicó el portavoz del Ejecutivo comunitario, Ryan Heath.
El Memorando de Entendimiento que fija las condiciones del rescate a los bancos españoles prevé un primer tramo de la ayuda de 30.000 millones del total de 100.000 millones disponibles, que podría llegar de inmediato para cubrir eventuales necesidades de capital, sobre todo por parte de Bankia, la entidad más tocada del sistema financiero, antes de que Bruselas concluya su análisis sobre la banca previsto para octubre.
Para que este pago urgente se produzca es imperativo que el Ejecutivo comunitario reciba una solicitud "justificada y cuantificada" del Banco de España, algo que no ha ocurrido, según Bruselas. El pago debe ser aprobado por Bruselas, por el Grupo de trabajo de la Eurozona y por el BCE, lo que llevaría dos semanas como máximo.
Bruselas también reiteró ayer que el Gobierno español no ha remitido ninguna petición para recurrir a los fondos de rescate europeos para comprar deuda soberana, algo que dio pie al vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Olli Rehn, a advertir de nuevo que los Estados en dificultades que soliciten esta ayuda estarán sujetos a "estrictas condiciones". Defendió que "para garantizar que esas intervenciones ayuden a rebajar las primas de riesgo de forma duradera, estarán disponibles sólo para Estados que apliquen buenas políticas presupuestarias, adopten reformas estructurales a favor del crecimiento y el empleo y respondan ante desequilibrios macroeconómicos".
En este contexto, los mercados españoles vivieron una jornada de mejoría. La Bolsa española subió un 0,31% y la prima de riesgo descendió hasta 544 puntos básicos.
Después de tres sesiones de recogida de beneficios y de una mengua notable del dinero negociado por ser mediados de agosto -se cambiaron acciones por valor de 617 millones, mínimo anual-, el mercado nacional se desligó de las pérdidas moderadas de los parqués europeos gracias al avance de los grandes valores. Bankia, sin embargo, volvió a ser la peor de la sesión, con una fuerte caída del 16,08%, afectada todavía por el aviso del FROB a los accionistas sobre su participación en el reflote de la entidad.
La prima de riesgo bajó desde los 552 puntos básicos que alcanzó por la mañana hasta los 544 del cierre, en tanto que el interés de la deuda pasó del 6,9% al 6,84%. La mejora vino tras la subasta del Tesoro italiano, que colocó 8.000 millones de euros en bonos aun año, el máximo previsto, a un interés del 2,767%, ligeramente superior al que ofreció en la anterior emisión comparable, que fue un 2,697%. Esta estabilidad en los tipos fue acogida muy positivamente por los inversores.
Por contra, Alemania y Francia colocaron, respectivamente, en el mercado de deuda 3.770 y 7.187 millones a medio plazo, en ambos casos con tipos de interés negativos.
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