Bruselas reduce el crecimiento de España en 2023 al 1% pero cree que esquivará la recesión
Prevé que la economía caiga un 0,3% en el último trimestre y que se mantenga en el 0% en el primero del año que viene
La inflación bajará al 4,8% aunque la subyacente (sin incluir energía y alimentos no elaborados) se mantendrá alta
La Comisión prevé una mejoría en la segunda mitad del año y anticipa que un avance del 2% en 2024
Bruselas rebaja la previsión de crecimiento del PIB en España hasta el 4% en 2022
Bruselas/La Comisión Europea recortó este viernes su previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de España en 2023 hasta el 1%, más de un punto menos de lo que calculaba hace unos meses, pero cree que la economía española esquivará la recesión técnica en un ejercicio en el que la inflación bajará al 4,8% (6,1% en la Eurozona).
El Banco de España coincidió con la Comisión Europea en que no ve una recesión en España, pero advierte de que el riesgo de una corrección a peor de la actividad económica ha aumentado en los últimos meses, en un contexto de elevada inflación persistente y la prolongación de la guerra en Ucrania.
El conjunto de la Eurozona, a diferencia de España, no evitará la recesión técnica en 2023, un año en el que el espacio de la moneda única cerrará con un escaso avance del 0,3%, siete décimas menos que España. Entre las grandes economías del euro, la nuestra será la única que no sufra una recesión y será la que más crezca. Países Bajos avanzará un 0,6%, Francia un 0,4% e Italia un 0,3%, mientras que Alemania será la única que acabe 2023 con una contracción del 0,6%. En el conjunto de la Eurozona, solo Irlanda, Malta y Rumanía crecerán más que España.
Volviendo a España, las nuevas previsiones económicas del Ejecutivo comunitario prevén en nuestro país una contracción del 0,3% en el último trimestre de este año y una tasa del 0% en los tres primeros meses de 2023, evitando así encadenar dos trimestres en negativo, lo que supondría una recesión técnica.
Además, Bruselas eleva medio punto la proyección de expansión del PIB este año, desde el 4% que anunció en julio hasta el 4,5% (3,2% en el conjunto de la Eurozona), según el documento presentado en una rueda de prensa por el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.
"El crecimiento del PIB seguirá siendo débil al inicio de 2023 antes de ganar solidez en la segunda mitad del año", resume el texto de Bruselas, en el que se cita entre los factores de mejora una menor presión de los precios energéticos, que conducirán a una "recuperación moderada del consumo privado", mayor normalización del turismo y la ejecución de reformas e inversiones del plan de recuperación.
Esta previsión de crecimiento de Bruselas para 2023 es un punto inferior a la que el Gobierno contempla en su proyecto de presupuestos, del 2,1%. Preguntado por esta cuestión, el comisario Gentiloni explicó que se debe a una estimación más pesimista de sus servicios con respecto al comportamiento del consumo privado y las inversiones.
"Ambos componentes crecen más robustamente (en las previsiones del Gobierno) de lo que estimamos nosotros, esa es la base de la diferencia", señaló en la comparecencia de prensa el comisario de Economía.
El italiano subrayó que los datos de la economía española para los próximos años son "bastante positivos" y será incluso la que más crezca entre las grandes de la Eurozona, así como que la expansión será "más sólida" en 2024 gracias a una reforzada demanda tanto doméstica como exterior.
En concreto, el crecimiento del PIB español ese año será del 2% y la inflación se habrá moderado entonces hasta el 2,3%, según la actualización de las previsiones económicas de la Comisión.
A pesar de la tendencia a la baja del crecimiento de los precios, las autoridades comunitarias advierten de que el contagio desde la energía y los alimentos a otros bienes y servicios fue "cada vez más visible" en 2022 y provocará que la inflación subyacente "se mantenga en niveles elevados" durante los próximos años.
A esto, el Ejecutivo comunitario añade que "una elevación más rápida de los salarios podría alimentar una mayor inflación subyacente" en el periodo de estudio de las proyecciones, que abarca hasta 2024.
Por otro lado, el "fuerte" crecimiento de recaudación apuntalará una reducción del déficit este año desde el 6,9% de 2021 hasta el 4,6% del PIB, a pesar de la adopción de medidas que a lo largo del año han reducido los ingresos (como las bajadas del IVA) o han aumentado el gasto (el informe cita el descuento de 20 céntimos por litro de combustible).
En 2023, el desfase entre ingresos y gasto público se reducirá tres décimas, hasta el 4,3%, "reflejando un escenario macroeconómico más débil", para aprovechar un año después la aceleración de la expansión del PIB hasta situarse en un 3,6%.
Con respecto a la deuda pública, las previsiones de la Comisión Europea contemplan que este ejercicio cierre en un 114%, cuatro puntos menos en comparación con 2021, y después prosiga con la senda a la baja hasta el 112,5% en 2023 y el 112,1% en 2024.
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