Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
La Comisión Europea (CE)aprobó ayer aranceles a las importaciones de Estados Unidos como respuesta a las ayudas ilegales que Washington ha concedido a Boeing. Dos semanas después de recibir la autorización para aplicarlos por parte de la Organización Mundial de Comercio (OMC), por un valor de 3.400 millones de euros, y tras la victoria electoral de Joe Biden en EEUU, Europa toma medidas que entrarán en vigor hoy.
Bruselas se mostró dispuesta, de todas formas, a retirar las tasas que va a aplicar “en cualquier momento” si hay reciprocidad, según anunció el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis. Y es que el objetivo, con esta postura de fuerza, no es iniciar ninguna escalada comercial sino lograr que EEUU dé marcha atrás los aranceles del 25% que llevan ya un año soportando productos españoles emblemáticos como el aceite de oliva o la aceituna verde, además de otros como quesos y vinos de baja graduación. La UE acomodará siempre sus medidas a las de EEUU de tal forma que si Washington baja los aranceles lo hará en la misma medida y si sube hará lo propio de nuevo.
Así, las tasas que aplicará la UE a productos norteamericanos serán a partir de hoy del 15% para las aeronaves y del 25% para determinados bienes industriales y alimentarios.
Entre los productos agrícolas figuran tabaco, cacahuetes, nueces, semillas, tomates dulces, savia y extractos vegetales, trigo, aceites vegetales, fruta, melaza de caña de azúcar, vainilla, zumos y quesos, espirituosos, salsas, sopas y siropes, chocolate y cacao, extracto de café y pulpa de remolacha.
Otros productos en la lista son palas cargadoras autopropulsadas, peptonas y proteínas, tractores, equipos de gimnasio, equipos de casino, vídeojuegos, billares, bolsas, maletas y carteras, plásticos, vieiras, vehículos de motor para fines especiales, salmón, aceites esenciales, algodón, piezas de bicicleta y peces ornamentales.
Las autoridades de la UE no ocultaban ayer que nunca quisieron llegar a este extremo y que si ha impuesto aranceles ha sido porque a pesar de todos los intentos de negociación la Administración Trump no ha dado un paso atrás y ha decidido mantener las tasas.
No tenía sentido, admiten, no actuar tras las elecciones en EEUU, pese a la victoria de Biden, con quien las perspectivas de acuerdo son mucho mejores. Ahora llega un periodo de interinidad en EEUU que se prolongará hasta el 20 de enero, cuando tome posesión el nuevo presidente, y se prevé que no se nombre responsable de Comercio –es decir, un interlocutor válido– hasta marzo. Hay, pues, riesgo claro de que la negociación para resolver el conflicto se paralice por el escenario político, y de ahí que la imposición de aranceles sea ahora la forma de intentar forzar a EEUU a que se siente en la mesa incluso antes de concluir su cambio de administración. Recordemos que Trump sigue siendo presidente del país, con plenos poderes, hasta la toma de posesión de Biden y la UE, al menos de puertas para afuera, espera negociar en este tiempo, aunque no hay visos de que haya marcha atrás por parte de EEUU. La UE, de hecho, ha apurado al máximo la negociación hasta las elecciones, sin resultado alguno.
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