Bruselas dicta la venta del Banco Ceiss pero sin vincularla a Unicaja

Un portavoz del Banco de España asegura que la entidad andaluza aún tiene tres meses para alcanzar un acuerdo con la castellana, que será subastada si finalmente no hay pacto

El vicepresidente de la CE y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, ayer en Bruselas.
El vicepresidente de la CE y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, ayer en Bruselas.
Antonio Méndez Málaga

21 de diciembre 2012 - 05:02

Del desconcierto inicial al compás de espera final. Bruselas obligó ayer al Banco Ceiss a reducir su tamaño en casi un tercio para recibir una inyección de dinero público de 604 millones. La idea es sanearlo para luego venderlo. El dictamen de la Comisión Europea no menciona a Unicaja pese a que los dos están inmersos desde septiembre de 2011 en un proceso de integración. La decisión anunciada antes de mediodía sentó como un jarro de agua fría, pero un portavoz del Banco de España matizaba a última hora de ayer que las dos entidades pueden proseguir sus negociaciones e intentar cerrar el acuerdo antes de que el capital público se haga efectivo en el primer trimestre de 2013. En ese caso se estudiaría si la alternativa es viable. De lo contrario sólo quedaría como opción la subasta de la caja castellana.

Jornada de nervios pese a que el pronunciamiento europeo ya fue anticipado a los actores hace 12 días. Por ejemplo, desde hace una semana la comisión de coordinación que funcionaba entre los dos bancos para controlar cualquier operación de riesgo inmobiliario dejó de reunirse porque había que esperar al nuevo marco de juego.

Quizá por ello, la institución malagueña respondió al anuncio del vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, con un "entraba dentro de lo previsto". La ambigüedad de las declaraciones del dirigente español -"Bruselas ha hablado a la gallega", señaló un portavoz de Unicaja- también permitieron aseverar que quedaba margen para seguir "según los planes iniciales", que no son otros que la compra de Ceiss.

Por su parte, desde Caja España-Duero (Ceiss) se defendió que la exigencia de Bruselas para que reoriente su modelo empresarial, para centrarlo en el negocio minorista y la concesión de préstamos a pequeñas empresas de la región en la que siempre ha operado, les "permite tener la posibilidad de seguir en solitario" si cumplen las obligaciones impuestas en materia de capital. Algo que fuentes conocedores del dictamen consideran inverosímil. "Hasta febrero hay margen para saber qué sistema se aplicará", precisó la anterior fuente de Unicaja.

Unicaja mantiene conversaciones con el Gobierno Central sobre su futuro con Ceiss desde marzo. En el pasado puente de la Constitución, los negociadores alcanzaron un teórico pacto con el Banco de España para la compra de la antigua Caja España-Duero. El problema es que debía ser revalidado por Bruselas y apenas quedaba tiempo para convencer a las autoridades europeas, señalan las mismas fuentes, que lamentan la estrategia, " a veces al límite", del presidente Braulio Medel.

Unicaja pretendía adquirir Ceiss después de que se culminara su proceso de reestructuración -cierre de 260 oficinas y una reducción de plantilla de 1.500 personas en dos años-. Proyectaba ofertar a los tenedores de preferentes, por valor de unos 1.500 millones, la entrada en el capital de Unicaja Banco con un porcentaje inferior al 20%. El principal escollo es que la entidad andaluza deseaba que Ceiss no recibiera ayudas directas de Europa sino un préstamo como bonos contingentes convertibles en acciones (cocos). Las autoridades europeas han rechazado esta posibilidad al entender que Ceiss ya fue objeto en su día de ayudas públicas por 525 millones del FROB, así que los 604 previstos ahora también deben figurar en ese concepto porque las dos fórmulas no se pueden conjugar. Una complicación que sobre el papel sólo podría solventarse si se devolviera la primera cantidad.

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