Borrell defiende que "todos los españoles" voten el encaje catalán

El próximo Gobierno debe abrir el melón de la reforma de la Constitución para reconocer la "singularidad" de Cataluña . "Una parte de los catalanes siente que forma parte de una historia y una tradición diferentes y se requiere un reconocimiento de esa singularidad, sin que implique privilegios económicos. Es casi un problema psicológico", sostuvo el ex presidente del Parlamento Europeo y ex ministro socialista Josep Borrell, que intervino ayer en el Foro Joly celebrado en el Hotel Barceló Renacimiento de Sevilla con el patrocinio de Banco Sabadell, y en el que se dieron cita más de 200 representantes del ámbito de la empresa, la economía y la política andaluzas, entre los que se encontraban los ex presidentes de la Junta de Andalucía José Rodríguez de la Borbolla y Manuel Chaves, o el presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano Bueso.

El presidente del Observatorio Económico de Andalucía y miembro del Consejo Editorial del Grupo Joly, Francisco Ferraro, presentó al conferenciante resaltando su "talla política e intelectual y sólida formación". Ingeniero aeronáutico por la Universidad Politécnica y licenciado en Económicas por la Universidad Complutense, Borrell se afilió al PSOE en 1975, ocupó varias carteras ministeriales en los gabinetes de Felipe González y fue candidato a la Presidencia del Gobierno antes de dimitir por un escándalo que afectó a dos colaboradores suyos en su etapa como secretario de Estado de Hacienda. "Josep Borrell forma parte de la historia política de nuestro país por su victoria en las primeras primarias, que terminaron en renuncia, algo también histórico y que el tiempo le ha dado una dimensión ética desconocida", señaló Ferraro. Borrell fue elegido europarlamentario y poco después presidente de la Cámara europea, cargo que ocupó entre 2004 y 2007, poniendo punto final a su carrera política al término de la legislatura en 2009 .

Borrell, que ocupa actualmente la Cátedra Jean Monnet de la Universidad Complutense de Madrid y es consejero independiente de Abengoa, pronunció la conferencia Cataluña, España, Europa. ¿Integración o desintegración?, basada en su último libro coescrito con Joan Llorach, Las cuentas y los cuentos de la independencia.

"Estoy encantado de estar en Sevilla, pero me habría gustado hacer este evento en Cataluña. No sólo TV3 se ha negado a las entrevistas", explicó Borrell. Precisamente, "el silencio de las voces disidentes", tal y como él lo definió, es uno de los factores que han permitido que el ideario soberanista cale en la sociedad catalana. El ex político socialista también aludió a que "las falsedades tengan algo de verdad, como decir que Cataluña paga más de lo que recibe". "Claro que Cataluña paga más al Estado de lo que recibe, pero no porque sea Cataluña, sino porque es más rica, como le pasa a Madrid o Baleares, Y Cataluña quiere apuntarse al chollo del privilegio fiscal de País Vasco y Navarra y no la dejan", apuntó. Otro factor que facilita la asimilación de las mentiras radica en que "son atractivas". "Como decir que España roba anualmente 16.0000 millones a los catalanes y que si fueran independientes ya habrían pagado sus hipotecas", señaló.

Uno de los mitos que desmonta el libro es el referido al modelo de los länder alemanes, que según los soberanistas -entre los que "desgraciadamente" se encuentran algunos miembros del PSC-, tienen limitada por mandato constitucional su aportación a la solidaridad territorial al 4% de su PIB. "El embajador alemán no sabía de qué le hablábamos. La propia ERC publicó en su revista un artículo de un experto alemán en el que dice que ese tope fiscal no existe. Y Junqueras sigue esgrimiéndolo", insistió el ex presidente del Parlamento Europeo. No obstante, Borrell admitió que los argumentos de los independentistas sí son razonables en lo que se refiere a "la distribución de la inversión territorial". "Si en los años 80 el principal cuello de botella ferroviario estaba en Despeñaperros, hoy está en el Corredor Mediterráneo. Pero estamos construyendo dos accesos de alta velocidad en Galicia y eso se emplea como agravio", consideró el ex ministro.

Borrell recordó que el origen del proceso estriba en la negativa al pacto fiscal planteado por Artur Mas, pero apuntó que, con un 48% de población que prefiere no ser española, no es viable buscar una compensación a través de una mejora de la financiación, "teniendo en cuenta además que Cataluña ya se encuentra en la media". "Pero es difícil convencer a los catalanes ya de que Cataluña no está mal financiada", abundó.

La salida a este marasmo es una reforma constitucional que integre a ese "15-20%" de la población que se ha convertido en independentista en los últimos años por interés y no por razones sentimentales. En su opinión, se debería reconocer la "singularidad" de los catalanes. "Esa reforma debería ser votada por toda España y encontrar un respaldo mayoritario en Cataluña. Es difícil, pero prefiero eso a lo imposible", concluyó.