Befesa gana un 42% menos en 2020 pero recupera el negocio a final de año
Sevilla/Befesa logró en 2020 minimizar el impacto de la pandemia en su negocio hasta dejarlo en una reducción del su resultado neto del 42% respecto al obtenido en el ejercicio de 2019, gracias a que en el cuatro trimestre de año no sólo se confirmó la mejoría del negocio que ya apuntaba en el tercero, sino que se recuperó hasta los niveles del año anterior.
La empresa que preside el sevillano Javier Molina obtuvo un beneficio neto en 2020 de 47,6 millones de euros, un 42,4% menos que los 82,7 millones de euros que logró en 2019.
El impacto es aún menor si atendemos al Ebitda ajustado de todo el ejercicio pasado, que se situó en 127 millones de euros, lo que supone alcanzar el tercio superior del rango de 100 a 135 millones de euros previsto para 2020. Ese Ebitda supone sólo un descenso del 20% respecto al que obtuvo en el ejercicio 2019, al caer 32,6 millones de euros respecto a los los 159,6 de ese año, principalmente por los menores precios del zinc (que bajaron 144 euros/t a 2.136 euros/t), así como al aumento desfavorable de los treatment charges (TCs) a 300 dólares/t (frente a 245 dólares/t en 2019).
Desde la compañía que dirige Molina, que cotiza en Fráncfort, destacaron la evolución del negocio a final del año. Ciertamente, el Ebitda del cuarto trimestre alcanzó los 42,4 millones de euros, que es prácticamente el mismo que el obtenido en ese periodo de 2019. “Befesa ha continuado su recuperación con respecto a los trimestres anteriores tras el mínimo provocado por el Covid-19 en el segundo trimestre”, destacaron desde la compañía, que recuerda que en de enero a marzo el Ebitda fue de 33,6 millones de euros; de abril a junio de 21,7 millones de euros; de julio a septiembre de 29,3 millones de euros, y de octubre a diciembre los citados 42,4 millones.
Con esos beneficios, Befesa ha distribuido en 2020 un dividendo total de 25 millones de euros (0,73 euros por acción), equivalente al 30% de los 82,7 millones de euros de beneficio neto en 2019, una decisión que ya anticipó tras ver esa evolución positiva del negocio.
La rigurosa gestión de caja de Befesa se tradujo en un flujo de caja total de 29,1 millones de euros, aumentando la tesorería de caja en un 23% hasta los 154,6 millones de euros, frente a los 125,5 millones de euros a finales de 2019, que unido que tiene totalmente disponible una línea de crédito de 75 millones de euros, configuran una sólida posición financiera de 230 millones de euros de liquidez.
La deuda neta mejoró hasta los 393,64 millones de euros, frente a los 416,9 millones de finales de 2019 ( un apalancamiento financiero de 3,10 veces Ebitda frente a los 2,61 a finales de 2019).
Javier Molina, CEO de Befesa, valoró positivamente estos resultados: “A pesar del impacto de la pandemia de Covid-19, en 2020 hemos seguido cumpliendo nuestras expectativas y sirviendo a nuestros clientes manteniendo altos niveles de utilización de las plantas”. “Trimestre tras trimestre hemos demostrado nuestra resiliencia, ya que nos hemos recuperado rápidamente desde el mínimo del Ebitda del segundo trimestre y logrando ahora el mejor trimestre del año con un Ebitda de 42 millones de euros en el cuarto trimestre”, agregó el empresario.
Molina también destacó el crecimiento orgánico previsto para los próximos años con la puesta en marcha de las nuevas plantas en China en 2021. Así, espera que la construcción de la primera planta de reciclaje de polvo de acería EAF de última generación en la provincia de Jiangsu se complete en el primer trimestre, y su puesta en marcha en marzo/abril. La segunda planta en la provincia de Henan prevé que esté terminada después del verano.
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