Bankia rebota con fuerza y llega a subir más de un 30%

Las acciones de Bankia se han disparado un 23,49% en la Bolsa y han puesto fin a diez días consecutivos de sangría después de los mensajes tranquilizadores lanzados a los clientes de la entidad tanto por su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, como por el Gobierno. Los títulos de la entidad se han desquitado este viernes de la jornada negra que sufrieron el jueves y en la que llegaron a hundirse un 30% ante informaciones sobre la fuga de depósitos, desmentidas rotundamente por el Ministerio de Economía y por la propia entidad.

La espectacular remontada experimentada este viernes por las acciones de Bankia ha logrado mitigar el descalabro semanal al 15%, al sellar la última jornada en 1,756 euros. Así, la pérdida de valor para los accionistas se establece en el 53%. La responsable del departamento de analistas de Self Bank, Victoria Torre, considera que el comportamiento de Bankia en el parqué pone de manifiesto que los llamamientos a la calma han surtido efecto y "ha vuelto un poco de cordura". La acusada volatilidad en que está inmersa la acción puede explicarse por el escaso nivel negociador y por el hecho de que los títulos perforaran el jueves las valoraciones más bajas contempladas por los analistas, explicó.

Asimismo, apuntó la posibilidad de que Bankia esté comprando acciones propias en el mercado para mejorar la trayectoria de la acción, y recordó que el Estado contará previsiblemente con una participación superior al 45% en el capital cuando se materialice el canje del préstamo por 4.465 millones en acciones. "Una entidad nacionalizada es más segura a día de hoy que muchas otras entidades donde no hay participación del Estado", incidió Torre, para quien los descensos sufridos por la acción desde que se anunció la entrada de capital público en Bankia no responden a la lógica. No obstante, apuntó a que lo habitual en el sector financiero es que las entidades aprovechen cualquier oportunidad para crecer de forma orgánica y ganar negocio arañándolselo a otras que atraviesan momentos de debilidad, como es el caso de Bankia. "Esto se aplica a los depósitos", especificó.

El nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, que sustituye en el cargo a Rodrigo Rato, es poseedor de 23.000 títulos de la entidad, según figura en los últimos registros de la CNMV. Goirigolzarri acometió su inversión días antes de ser nombrado por el consejo de administración. Por su parte, sindicatos de profesionales de Bankia emprendieron el jueves un movimiento a favor de la entidad en el que instaba a los trabajadores y familiares a comprar acciones para evitar su descalabro en bolsa y contribuir a garantizar su futuro.

Economía encarga a Goldman Sachs la valoración de la matriz de Bankia

El Ministerio de Economía ha contratado a Goldman Sachs para que valore la matriz de Bankia, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), y así poder concretar las ayudas públicas que necesitará el grupo. El diario Expansión adelantaba que el banco estadounidense sería el encargado de fijar el precio de los activos del grupo y ello serviría para determinar la participación que finalmente tomará el Estado.

El Ministerio de Economía dio por hecho la semana pasada que el Estado se haría con el 100% de BFA y por tanto, con el 45% de Bankia, el cuarto mayor banco del país. Con esos porcentajes, las participaciones de Caja Madrid, Bancaja, La Caja de Canarias, Caixa Laietana y las cajas de Ávila, Segovia y Rioja en el gigante financiero se esfumarían. Sin embargo, fuentes consultadas aclaran que la participación final dependerá no sólo de la valoración que haga Goldman Sachs sino de la que realice también un auditor designado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Si la diferencia entre las dos valoraciones de lo que vale BFA es inferior al 10%, se tomará como buena la media de ambas, aunque si la discrepancia es superior, habrá que buscar un tercer experto.

En su último informe, Goldman Sachs cifraba en unos 8.000 millones las pérdidas potenciales de Bankia en el ladrillo, aunque algunos expertos creen que podrían ser mayores. Según el plan para Bankia que Rodrigo Rato diseñó antes de abandonar el grupo, la entidad quería adelantar todas las provisiones necesarias hasta 2015, para lo que requería 9.700 millones de euros. Para hacer este saneamiento, con el que Rato buscaba despejar cualquier duda sobre la fortaleza de Bankia si la economía continúa debilitándose, el grupo pensaba pedir un préstamo al Estado de 6.350 millones y se comprometía a devolver antes de que acabara 2012 la ayuda de 4.465 millones recibida en el pasado. Ahora, con la llegada a la presidencia del grupo de José Ignacio Goirigolzarri, su equipo deberá presentar al Banco de España su plan para cumplir con las nuevas exigencias de provisiones del Gobierno.