Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
Zaragoza/La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha destacado que la reforma laboral impulsada por el Gobierno ha permitido formalizar desde su aprobación 32.500 contratos para emprendedores, de los que más de un 50% ha recaído en jóvenes. Así lo ha asegurado la ministra en un discurso durante una visita a las nuevas instalaciones de la administración 4 de la Tesorería General de la Seguridad Social en Zaragoza, ubicadas en el recinto de la Expo 2008.
A juicio de la ministra, que no ha hecho declaraciones a los periodistas, estos datos, junto con el acuerdo impulsado desde el Ejecutivo para el pago a proveedores de las administraciones públicas, evidencian que "la reforma laboral ya está empezando a funcionar". Ha destacado que las medidas incluidas en la reforma permitirán que el despido sea el "último recurso" y que el empleo y la flexibilidad sean la "prioridad". La ministra ha subrayado que "hoy las empresas se pueden poner de acuerdo con los trabajadores para superar la crisis a través de medidas de flexibilidad, de reducción de jornada y de moderación salarial, todo antes que despedir". Báñez ha defendido las reformas y ajustes llevados a cabo por el Gobierno como vía para lograr "cuanto antes" una situación de crecimiento económico "generadora de empleo", aunque ha advertido de que para conseguirlo se deben adoptar medidas de "racionalización y austeridad" en el gasto público.
Los ajustes acordados para el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, ha añadido, no afectarán a dos "pilares básicos" de su departamento: las pensiones, revalorizando las percepciones este año a pesar de las dificultades económicas existentes, y las prestaciones por desempleo. Para ejemplificar la racionalización en el gasto público, la ministra ha señalado que las nuevas dependencias de la Seguridad Social abiertas en Zaragoza permitirán ahorrar los 300.000 euros de alquiler que pagaba la administración por las oficinas anteriores. Báñez ha incidido en la necesidad de llevar a cabo una gestión "austera" desde las administraciones públicas pero también "eficiente y cercana" a las personas. Según ha explicado, "no se trata de sacar rentabilidad a un edificio sino atender de una forma más profesional y cercana al ciudadano, y reservar en el menor tiempo posible los trámites que nos plantee".
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