Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Madrid/El Banco de España ha incrementado 0,3 puntos porcentuales su previsión de crecimiento de la economía en 2023, hasta el 1,6%, mientras que ha rebajado 1,2 puntos la tasa de inflación media, al 3,7%, respecto a las anteriores proyecciones, debido principalmente al abaratamiento del componente energético, si bien advierte que los el precio de los alimentos seguirá subiendo.
De acuerdo con las proyecciones macroeconómicas de la economía española para el periodo 2023-2025, publicadas este miércoles por la entidad, el producto interior bruto (PIB) recuperará su nivel previo a la pandemia en el segundo semestre de este año.
El aumento de la previsión del PIB se explica por el crecimiento mayor de lo esperado en 2022, por la mejora de las perspectivas de la actividad a escala global (tras la apertura de la economía china), por la intensificación del crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social y por la recuperación de la actividad turística.
Todo ello, así como la mejora de la percepción de las empresas acerca de la evolución de su facturación en el primer trimestre de 2023, compensaría el impacto negativo asociado al alza de los tipos de interés, según explica la entidad.
La demanda nacional (consumo e inversión) aportaría un punto porcentual al crecimiento del PIB y la demanda externa (exportaciones e importaciones) contribuiría con 0,6 puntos.
La previsión del consumo privado disminuye siete décimas y pasa del 1,9% al 1,2%, una "apreciable debilidad" que se basa en "las aún elevadas presiones inflacionistas, el continuado endurecimiento de las condiciones financieras y los menores colchones de ahorro disponibles", detalla el Banco de España.
La actividad económica en los últimos trimestres ha sido más resiliente de lo que se esperaba, pero ello no ha evitado una "acusada ralentización en el ritmo de avance del PIB", teniendo en cuenta que el crecimiento esperado para 2023 es del 1,6% frente al 5,5% registrado en 2022.
Uno de los motivos es el endurecimiento de la política monetaria para frenar la inflación -lo que afecta directamente al consumo y la inversión-, pero a ello se suma también el curso incierto de la guerra en Ucrania y las dudas sobre las implicaciones del abandono de China de la política de covid cero, ya que puede presionar la inflación al alza al crecer la demanda a escala global.
Así lo ha explicado el director de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, quien ha añadido que se espera que la actividad presente un grado de dinamismo creciente a partir de la primavera por "la disminución de las presiones inflacionistas, la relajación de los cuellos de botella y el despliegue del programa NextGenerationEU".
También se ha referido Gavilán a las últimas tensiones financieras y ha querido dejar claro que los datos incluidos en las proyecciones no tienen en cuenta esta situación y que, por supuesto, existe un riesgo a la baja de la actividad, aunque el mensaje final ha sido que el sistema bancario europeo y el español tienen niveles de resistencia "elevados".
La entidad revisa a la baja la tasa de inflación media en 2023, hasta el 3,7%, 1,2 puntos porcentuales menos respecto a las anteriores proyecciones, debido a "la significativa reducción de los precios de los bienes de consumo energéticos en los últimos meses".
Respecto al componente subyacente de los precios (sin contar energía ni alimentos no elaborados), su reducción se prevé "más lenta" y las dinámicas más recientes apuntan a que "empezará a moderarse en torno a la primavera", para situarse en el 3,9% de media este año.
Otro de los datos aportados por el Banco de España es la inflación media de los alimentos, que sitúan en el 12,2% en 2023, casi 4,5 puntos porcentuales más que en las proyecciones anteriores, debido al retardo en la transmisión de los aumentos de costes de los últimos trimestres a los precios de consumo.
La previsión de crecimiento del empleo (medido en horas) para este año sube tres décimas, al 0,9%; en tanto que la tasa de paro solo mejora dos décimas y se sitúa en el 12,7% en 2023.
Respecto al déficit público, bajará al 4,1% del PIB en 2023, al 3,5% en 2024 y volverá a subir al 4,4% del PIB en 2025; mientras que la deuda pública se reducirá este año al 111,1% del PIB, en 2024 al 108,8% y en 2025 al 109,9%.
El informe insiste en el contexto de incertidumbre muy elevada en el que elaboran dichas proyecciones, por lo que existe un riesgo "a la baja en términos de la actividad económica", aunque aparecen "equilibrados" con respecto a la inflación.
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