Banca Cívica sigue la estela de Bankia y cierra en tablas en su debut bursátil
Las acciones del grupo de cajas remontan una caída del 1,8% durante una jornada de altibajos · La entidad sale a bolsa "en el momento adecuado" y promete repartir este año hasta el 30% del beneficio en dividendos
BCIV ya es uno más de los valores de la Bolsa de Madrid. Éste es el código con el que aparece desde las doce del mediodía de ayer en los paneles del parqué el grupo de cajas formado por Cajasol, Caja Navarra, Caja de Burgos y Caja Canarias. El valor se tiñó de rojo justo después de que los copresidentes de la entidad, Antonio Pulido y Enrique Goñi, dieran la tradicional campanada de bienvenida a Bolsa. Nada más iniciarse su negociación, Banca Cívica cedió un 1,1% respecto al precio de salida de 2,7 euros por acción. Sin embargo, la caída no llegó en ningún momento al extremo de Bankia, que el pasado miércoles llegó a perder más de un 6% aunque al final de la sesión logró remontar el vuelo.
La primera jornada de Banca Cívica fue mucho más tranquila. Su suelo se situó en 2,65 euros sobre la una y media de la tarde, un 1,8% menos que su precio de salida. Una hora después comenzó a recuperar el tiempo perdido aupada por el rally que vivió ayer la Bolsa y el apoyo de Credit Suisse, el coordinador global de la emisión. Banca Cívica incluso llegó a cotizar en verde aunque finalmente cerró en tablas. Los inversores intercambiaran más de 16,6 millones de acciones por más de 44 millones de euros.
Tras el tañido de la campana, llegó el momento de los discursos. Tanto Pulido como Goñi insistieron en que la salida a Bolsa constituye "un rotundo éxito" y que, pese a las dificultades, se produce en el "momento adecuado". Ambos directivos destacaron como primer objetivo la creación de valor para el accionista y recordaron el compromiso de repartir este año hasta el 30% del beneficio en dividendos. Además subrayaron que la acción tendrá una rentabilidad de entre el 6% y el 6,5%.
"Hemos vivido momentos duros para llegar hasta aquí y también de incertidumbres", manifestó Pulido. El cierre del tramo destinado a los inversores institucionales constituyó un arduo desafío, hasta el punto de que la entidad se llegó a plantear un plan de contingencia consistente en reducir este tramo a sólo el 25% de la emisión. Finalmente, el cupo institucional se redujo al 40%, pero con el objetivo de "atender la demanda del inversor minorista", que más que duplicó la oferta.
Otro punto clave es el origen del centenar de inversores institucionales que han confiado en Banca Cívica. Goñi insistió en que el 30% es de origen internacional. Según fuentes cercanas a la operación, este capital foráneo se desglosa en dos tercios de origen estadounidense y otro tercio británico. Tanto el capital institucional extranjero como el nacional ha sido desembolsados por compañías financieras de "primer orden".
Banca Cívica centró sus esfuerzos en la órbita anglosajona, ya que el road show de los copresidentes se limitó a Nueva York y Boston. Siguiendo el consejo de las firmas colocadoras de la salida a Bolsa, la entidad descartó acudir a mercados de capitales exóticos como el chino o el qatarí -que habían expresado su interés en invertir en la reestructuración de las cajas españolas-. Además, ninguno de los nuevos accionistas cuentan con un paquete superior al 1%, lo que demuestra que el capital de Banca Cívica está muy repartido sin que existan participaciones significativas.
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