BBVA prevé que se crearán 400.000 empleos entre 2014 y 2015

España podría crecer un 2,5% con "una agenda ambiciosa de reformas". Francisco González reclama "intensificar la lucha contra la corrupción". Defiende la solidez del proyecto europeo.

Alejandro Martín, Santander

16 de junio 2014 - 11:39

El presidente del BBVA, Francisco González, lanzó este lunes un mensaje de optimismo sobre la recuperación de la economía española aunque insistió en la necesidad de "intensificar la lucha contra la corrupción" y acometer "una ambiciosa agenda de reformas". "España creará entre 2014 y 2015 cerca de 400.000 empleos netos", afirmó el primer directivo de la entidad, que inauguró en el Palacio de la Magdalena de Santander junto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el curso de verano organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, centrado este año en "Europa tras la crisis".

Las previsiones de la entidad financiera apuntan que España crecerá más de un 1% en 2014, y "alrededor del 2%" durante el próximo año. No obstante, González apuntó que la economía podría crear 300.000 empleos extra anuales y superar el 2,5% de crecimiento si "se mantiene una agenda ambiciosa de reformas". A ello se suma la necesidad de "intensificar la lucha contra la corrupción". "La corrupción beneficia a unos pocos y nos perjudica a todos", insistió el presidente del BBVA, que destacó la necesidad de inculcar "desde el sistema educativo valores como la cultura del esfuerzo y la meritocracia".

El directivo destacó que "la crisis ha transformado a España y ha demostrado que Europa es mucho más sólida de lo que se pensaba". Sin embargo, advirtió que la UE debe romper la brecha de “productividad, renta per cápita y empleo” que la separa de Estados Unidos. En ese sentido, incidió en que "Europa debe avanzar hacia una mayor integración". Frente al modelo de la "Europa de las naciones", González sostuvo que hay que defender "la Europa de los europeos, que conlleva la renuncia de cuotas adicionales de soberanía".

El presidente de la Comisión Europea recogió el guante lanzado por el financiero español, aunque circunscribió la necesidad de una mayor unión al ámbito de la "Eurozona". Durao Barroso admitió que Europa sufre tres déficits: "gobernanza, legitimidad y expectativas, pues lo europeos esperan más de las instituciones de lo que pueden dar". Pero se mantuvo firme frente a los "populistas" con un mensaje "antieuropeo". "Europa necesita una reforma, no una revolución", afirmó el presidente del Ejecutivo comunitario, que apeló a uno de los padres del proyecto europeo, Jean Monnet, para recordar que “Europa se construye en las crisis”.

Durao Barroso también criticó la "disonancia cognitiva" de los partidos que defienden una postura en Bruselas y la inversa en sus países. "Por ejemplo, los mismos que defendían los eurobonos en el Parlamento Europeo, sostenían lo contrario en la reunión de jefes de Gobierno del Consejo Europeo", lamentó el presidente de la Comisión, que tildó este comportamiento "de esquizofrenia política". "Los líderes europeos deben asumir la paternalidad de las medidas en todos los niveles de decisión", zanjó.

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