La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
Respuestas ante la crisis
El ex presidente del Gobierno José María Aznar aseguró que España "puede superar la crisis actual" si se llevan a cabo "cambios muy profundos". Asimismo, Aznar, que señaló que la crisis tiene raíces "económicas pero también políticas y morales", insistió en que los planes deben plantearse con "claridad y una ambiciosa agenda de reformas". Entre las medidas, el ex presidente destaca que es necesario restaurar la confianza del sistema financiero español, así como una política de absoluta austeridad, drástica "en lo que se refiere al gasto corriente".
Aznar, que participó en Sevilla en las jornadas Respuestas ante la crisis, organizadas por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), dijo que la sociedad española debe "ser consciente" de que "afronta una crisis que tiene raíces económicas, pero también políticas y morales", por lo que, según añadió, "necesita plantearse con claridad una ambiciosa agenda de reformas políticas, económicas e institucionales, a través de los instrumentos jurídicos adecuados y el consenso necesario".
En este sentido, el ex presidente aseguró que España necesita "retomar con urgencia una nueva Agenda Nacional de Reformas muy ambiciosa que apueste por la austeridad, el recorte del gasto público o la contención del empleo público", entre otras cuestiones como "la racionalización del modelo autonómica, las rebajas de impuestos y una nueva oleada de privatizaciones de empresas públicas.
Dentro de estas reformas, consideró necesario apostar por "nuevas liberalizaciones en los mercados de servicios, una nueva y profunda reforma laboral, reformas para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones, reformas para mejorar la calidad del sistema educativo y reformas para mejorar la eficiencia y reducir el coste de los sistemas sanitarios".
A juicio de Aznar es "muy preocupante" que a día de hoy "no parezca posible siquiera plantear ciertos debates a pesar de la gravedad de la crisis". "Me parece difícil entender que no sea posible debatir sobre una reforma laboral cuando se generan 7.000 parados al día", dijo el ex presidente, que lamentó que quien abra ese debate "corre el riesgo de ser públicamente crucificado".
El otrora líder del Ejecutivo consideró necesario "restaurar la confianza del sistema financiero español", puesto que "si el sistema financiero no funciona, lo demás tampoco funciona". En su opinión, España debe reflexionar sobre "algo evidente" como es que "todos los países desarrollados, incluidos los que acumulaban excesos en el mercado inmobiliario mucho menores que los que han tenido lugar en España, han registrado crisis bancarias".
"España, gracias al prudente sistema de provisiones puesto en marcha en el año 2000, que hoy es ejemplo de buenas prácticas en otros países, ha ganado un año, si me lo permiten, de 'colchón'", prosiguió Aznar, a la vez que dijo que "es razonable pensar que el sistema bancario español no va a ser el único que permanezca incólume a la crisis", por lo que pidió "que nadie se haga esa vana ilusión y cometa ese enorme error".
Igualmente, durante su exposición, estimó que "es preferible actuar con medidas preventivas que curativas", aunque dijo temer que "éstas últimas acabarán por ser inevitables".
"La austeridad debe ser máxima en el conjunto de las administraciones públicas, drástica en lo que se refiere al gasto corriente", sentenció el ex líder del PP, que entiende que a estas medidas debe unirse "la restricción en las ofertas de empleo público".
Para Aznar, ante la crisis España "necesita acometer una profunda reforma laboral, que no eluda aspectos tales como la negociación colectiva, las modalidades de contratación, el papel de la administración laboral en los procesos de despido colectivo, la intermediación laboral o las políticas activas". Asimismo, consideró "imprescindible reconstruir el mercado nacional, hoy absurdamente segmentado por las barreras reguladores levantadas por numerosas comunidades autónomas".
"En estos tiempos difíciles no hay espacio para políticos con minúscula, políticos que no más allá del día siguiente, que no valoran más que la encuesta de la semana o el eslogan más o menos afortunado. Hoy, más que nunca, España necesita líderes políticos de altura, con visión de valentía y capacidad de tomar decisiones de alcance", apostilló el ex presidente del Gobierno, quien sentenció que "juntos podemos hacer que España reemprenda el camino del éxito" apostando por "liberarnos de los errores a los que nos conduce la política pequeña", pues para España "vuelve a ser el momento de la política con visión amplia y sentido histórico".
Durante su conferencia, Aznar opinó que esta crisis, que algunos comparan con la de 1929, "no representa en modo alguno el final del capitalismo" y "el riesgo de que la economía mundial entre en una nueva gran depresión es, a fecha de hoy, aún bajo".
El ex presidente del Gobierno manifestó que "cuando los financieros vuelvan a la calma, y si los políticos no se han encargado antes de forzar el colapso económica, el capitalismo no sólo no desaparecerá sino que la economía norteamericana saldrá disparada hacia una nueva senda de crecimiento, salvo que su actual gobierno cometa graves errores de política económica, como por ejemplo, el proteccionismo comercial o la expansión descontrolada del gasto público".
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