Atraer inversión y talento, claves para paliar los efectos de la crisis

Fondos Next Generation, créditos ICO, ayudas a los autónomos, incentivos, resilencia... Son términos con los que nos hemos familiarizado en los últimos dos años, desde que comenzó la pandemia. Cuando la recuperación económica parecía despuntar, el panorama económico internacional se ha visto resentido aún más con la guerra de Ucrania y la inflación que los mercados ya están soportando. En esta coyuntura tan poco favorable... ¿Cómo pulsan las empresas andaluzas la recuperación económica?

Sobre este tema giró ayer la cuarta y última sesión del ciclo de debates Una mirada al futuro desde el presente que ha venido organizando el Grupo Joly con la Fundación La Caixa. En esta ocasión, la mesa redonda-coloquio titulada El reto de las empresas andaluzas: claves para la recuperación económica tuvo lugar ayer en Caixafórum de Sevilla, cuyo director Moisés Roiz presentó a los seis directivos participantes: Pedro Rebuelta, vicepresidente y consejero de las Bodegas jerezanas González-Byass; Esther Sánchez Manzano, vicepresidenta ejecutiva de la multinacional de la construcción SANDO; Jerónimo Martín, director general de la cadena de supermercados Grupo MAS; Roberto Recuerda, director general de Hispacold, fabricante sevillano de equipos de climatización para autobuses, autocares y trenes; Vicente Granados, director general del Instituto Español, firma dedicada a la perfumería, cosmética e higiene; y a Jorge Mañas, director general de Grupo Alsur, considerada una de las cuatro mayores conserveras españolas.

Directivos de seis empresas andaluzas punteras y de referencia en sus respectivos sectores. Empresas que, como señaló la asesora de Transformación Digital en Grupo Joly, Magdalena Trillo, moderadora del debate, “al final son las que nos dan el barómetro real de la situación en la que estamos”.

Capeando la incertidumbre

El debate comenzó entrando de lleno en el tema que general que más preocupa al tejido industrial andaluz:¿estamos realmente ante una recuperación económica? Los participantes analizaron hasta qué punto están influyendo la inflación o la guerra, coincidiendo todos en que es ahora mismo vivimos un panorama crudo económicamente hablando, y lo más urgente es saber cómo gestionar esa incertidumbre e inestabilidad que se presenta en el horizonte.

Cada uno expuso su caso particular. “En nuestro caso, afortunadamente, nos ha salvado desde 2020 que el 50% de nuestra facturación es en el mercado internacional”, señaló Pedro Rebuelta, de González-Byass. “Es difícil saber cómo vamos a salir de esta situación. Ya estamos sufriendo el impacto: ha subido la inflación y el PIB va a caer. Eso crea una situación de incertidumbre que lo paraliza todo, las inversiones, el consumo...”, señaló Pedro Rebuelta.

El director general del Grupo MAS confirmó lo que hace tiempo se comenta en la calle: que los precios se han disparado y la cesta de la compra ha cambiado. “Sube el precio de la energía, el precio del combustible y la inflación. Pese a ser los últimos del eslabón, estamos conteniendo los precios. Como sector esencial que somos es muy importante que desde las instituciones públicas se ayude para declararlo esencial”, e hizo hincapié en que para no repercutir tanto esas subidas tan fuertes en el bolsillo del consumidor, los empresarios del sector de la alimentación y distribución tenemos que ser capaces de adelantarnos a los cambios de hábito del consumidor”. En este sentido resaltó que, por ejemplo, “ofrecer marcas blancas más económicas es una de las apuestas que estamos haciendo”.

También desde el sector alimentario, para Jorge Mañas, de Alsur, lo peor ha sido el desajuste que se ha producido en las cadenas de suministros. “Estamos llegando a un ciclo peligroso. En algunos países como la India ya se está limitando la exportación del grano para garantizar el suministro de su propia población”. En su opinión, “la guerra ha venido a incrementar las dificultades que ya había en el sector primario. Ha sido peor el postcovid, se ha disparado el desajuste de las cadenas de suministros y ha sido a nivel internacional”.

Desde el prisma del sector de la construcción, la situación no es muy distinta. Esther Sánchez recordó cómo están soportando la subida del coste de las materias primas, lo que obliga a redefinir el plan estratégico de las compañías: “El acero ha subido más de un 100%, el cemento igual. En la obra pública, donde más se mueve Sando, pueden pasar 6 meses entre que haces la oferta y empiezas a ejecutar, ¡y en ese tiempo suben los precios en un 70%!”. La directiva incidió en que la situación no es nada propicia para hacer inversiones, “pero las empresas que tenemos la necesidad de seguir creciendo estamos llevando a cabo un plan de transformación, nos adaptamos. Tenemos que aprovechar la situación de crisis como oportunidad para posicionarte mejor competitivamente”.

Vicente Granados, de Instituto Español, se refirió a a situación actual como una “tormenta perfecta”. “Con la pandemia fuimos capaces de reconvertirnos pero cuando nos hemos damos cuenta ha llegado otra crisis. En nuestra empresa, para intentar paliar esa subida de costes tan brutales, ahora estamos haciendo una mejor gestión del gasto, al que antes no le dabas tanta importancia. Tenemos que agudizar el ingenio e intentar salir de ésta, porque lo que menos tenemos es estabilidad”.

Quizás el menos pesimista fue Roberto Recuerda, quien que “estamos en un momento agridulce”, ya que por un lado, su firma Hispacold ha visto incrementada su facturación desde 2019 y manejan buenas previsiones para 2022 -“Seguiremos creciendo en torno al 20% también este año”, avanzó; pero, por otro, “la nota agria es el retraso de los materiales, lo que retrasa los plazos de entrega. No puedes adquirir compromisos con los clientes. Para mitigarlo estamos intentando diversificar el panel de proveedores todo lo posible. Las perspectivas de facturación no son malas, siempre que los materiales lleguen”, dijo.

Claves para paliar los efectos de la crisis

Aunque los ponentes auguran un buen verano en cuanto a consumo, ocio y restauración, mostraron su preocupación a que esto pueden empeorar tras el verano por el efecto a largo plazo de la inflación, y el consumo de bienes y servicios que se estaba recuperando se vea de nuevo reducido severamente debido a la subida de los precios. Por ello, plantearon algunas medidas para intentar combatir en la medida de los posible este impacto, apelaron a la implicación de las administraciones.

Para Rebuelta, una acción clave pasa por bajar los impuestos, “algo que ya se está haciendo en Europa, pero España parece que vamos a la contra. El Gobierno tiene que intentar que el consumidor pierda el mínimo dinero posible”, opinó.

Para Esther Sánchez, es “fundamental para las empresas que se incentive la inversión productiva y que haya ayudas fiscales porque nos cuesta mucho esfuerzo invertir el poco beneficio que tenemos”, dijo tras lamentar que las ayudas existentes, como los Fondos Next Generation,Fondos Next Generation sean insuficientes y lentas. “El aparato administrativo de un país debe ser ágil para gestionar esas ayudas e incentivos que fomenten la inversión y se deben propiciar también alianzas público-privadas”. En esta dirección incidió también Jerónimo Martín: "A las administraciones le pedimos que nos dejen hacer, que faciliten las cosas, que no pongan trabas como ocurre con el exceso normativo. Los Gobiernos deben buscar alternativas o al final los ciudadanos tendrán que dejar de gastar”.

En opinión de Roberto Recuerda, otro de los pilares claves para mantenerse competitivos es la innovación. “Es fundamental, al final la industria si no está pensando en cómo vas a innovar, como vas a diferenciarte como empresa, es que te comen”, manifestó.

Andalucía, una tierra con un gran potencial

En esta coyuntura de transformación y adaptación de las empresas andaluzas para sortear la crisis, todos los participantes coincidieron como conclusión en que, de cara al futuro, es necesario poner en valor el potencial y las fortalezas del tejido empresarial andaluz, como es la creatividad y versatilidad de los emprendedores. “Yo creo que los empresarios somos andaluces bastante creativos en general, somos dinámicos y muy flexibles, aunque como crítica diré que tenemos que saber vendernos mejor”.

Opinión que compartió Jorge Mañas, resaltando que “somos una comunidad, que tiene un potencial que otras comunidades no tienen y es que somos autosuficientes. Por eso, en la línea de salida de la crisis, Andalucía está en una situación de privilegio con respecto a otras comunidades”. Esther Sánchez apuntó en la dirección de “seguir atrayendo inversión y talento, personal cualificado para las empresas”, mientras que Pedro Rebuelta cree que desde el punto de vista de la empresa, “lo más importante es la diferenciación, como el vino de Jerez. Para poder dar valor tienes que ser diferente, y diversificarte”.

Jerónimo Martín concluyó con un mensaje optimista para los empresarios:“¡Vamos a creérnoslo! Sintámonos importantes, que somos capaces de contribuir y poner a Andalucía donde se merece”.