Atlantic Copper estudia instalar otra línea de producción en Huelva
Serviría para aumentar un 50% la capacidad de refino de la fundición, de 1 millón de toneladas al año · Daría respuesta al incremento de la demanda mundial de cobre
La escalada de la demanda mundial de cobre y el esperado aumento de los precios del refino de mineral podrían impulsar una importante ampliación de Atlantic Copper. La empresa estudia instalar otra línea de producción en su factoría de Huelva, una inversión de varios cientos de millones que supondría aumentar en un 50% la capacidad de refino; otra posibilidad sería ampliar la planta actual.
Se trata todavía de un planteamiento, pero la decisión no debe tardar. La ampliación de Huelva es una de las opciones que baraja la matriz de la compañía, Freeport McMoran Copper&Gold, líder mundial en la producción de cobre y molibdeno, para hacer frente a un escenario futuro en el que se espera que los costes del refino de mineral suban. Otras posibilidades serían la ampliación de su fundición en Estados Unidos o construir una nueva en Indonesia, donde la compañía minera ya cuenta con una instalación participada.
Distintas soluciones para una previsión de aumento de los derechos de tratamiento, el precio que a pagar por el refino del mineral concentrado. Desde finales de los 90 se ha producido un progresivo incremento de la demanda de cobre impulsado por el desarrollo de países como China o India; de un precio de 1.500 dólares/tonelada se ha llegado a rozar los 9.000. El consecuente aumento de la actividad minera se vio acompañado también de un crecimiento en el número de fundiciones, pero en este segundo caso el ritmo fue mayor y los derechos de refino cayeron a la mitad en el mismo periodo en que el precio del cobre se multiplicaba: "Estos años están siendo para la mayoría de las fundiciones los más duros de su historia reciente", asegura el director general de Metalurgia de Atlantic Copper. Una tendencia que se invertirá en los próximos años según las previsiones de los analistas, con un aumento de los precios del refino, de ahí que Freeport estudie realizar una ampliación de sus instalaciones para hacer frente al tratamiento de un mineral en el momento en el que el coste de operación de sus propias instalaciones sea menor que los derechos.
En ese contexto Huelva hace valer la eficiencia de su operación: en costes de producción, sin contar la materia prima, Atlantic Copper aparece en la posición 17 de unas 50 operaciones evaluadas, compitiendo con unos costes de energía y mano de obra mucho mayores que los de las fundiciones de los países emergentes. En eficiencia energética, la factoría onubense es la segunda del mundo, mientras que está entre las cinco plantas más eficientes en refinería electrolítica. Y en mano de obra, Atlantic Copper también es un referente mundial en productividad.
Todos estos factores serán abarajados por su matriz antes de emprender una inversión que sería importante, de cientos de millones. En el caso de Huelva habría dos posibilidades de expansión: una menos ambiciosa, que supondría ampliar la línea existente para aumentar un 15% la capacidad de producción, y la construcción de la nueva línea, para pasar de un refino de millón de toneladas de concentrado de cobre al año a 1,5 millones.
Cualquiera de las dos opciones supondría un aumento del empleo (en la actualidad hay 485 trabajadores de plantilla y unos 400 de contratas) y podría aprovechar instalaciones comunes ya existentes, disminuyendo los costes de la instalación. También supondría un fuerte aumento del tráfico portuario, tanto por el movimiento de cobre como por el ácido sulfúrico: la compañía acaba de ampliar sus instalaciones para exportar el ácido sulfúrico generado en su proceso de producción y que antes vendía a Fertiberia. La decisión tendrá que llegar en un plazo relativamente corto: una vez tomada, la construcción y puesta en marcha de una nueva línea tardaría alrededor de tres años.
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