Astilleros suma una deuda de 280 millones de euros entre Huelva y Sevilla

Los números rojos de Astilleros de Huelva sobrepasan todas las previsiones. Según la información aportada a los representantes de los trabajadores, la empresa acumula deudas en las factorías de Huelva y Sevilla por un importe cercano a 280 millones. Al menos, ésa es la cifra reconocida por la propia empresa ante la Junta, montante que podría elevarse de ejecutarse la amenaza de cancelación de pedido que pende sobre uno de los barcos que se construyen en las atarazanas onubenses.

Esta cantidad sobrepasa incluso las previsiones realizadas por la Junta, que estimaba en 140 millones la deuda de la compañía. Según fuentes sindicales, es la factoría onubense la que aporta una mayor parte de la cifra negativa, con una deuda reconocida de 214 millones acumulada a lo largo de varios años. Una cifra que además podría elevarse hasta cerca de los 400 millones, afirman las mismas fuentes, en el caso de que se diese finalmente por cancelado uno de los tres pedidos que tiene la factoría onubense, un barco de apoyo a las plataformas petrolíferas cuya construcción está completamente paralizada tras surgir problemas de financiación. En el caso de la instalación sevillana, de la que Astilleros de Huelva es propietaria en un 80%, la deuda reconocida por la empresa asciende a 65 millones, una cantidad muy inferior pero acumulada en un menor periodo de tiempo.

Con estos números, la situación de la empresa es crítica, como se reconocía en la reunión mantenida por la Junta y los sindicatos el miércoles. Ayer le llegaba el turno a la empresa, en un encuentro con la Junta que según fuentes cercanas a la negociación se desarrolló en un "buen tono y buena predisposición", pero que será sólo la primera de una serie de reuniones. Según declaraciones recogidas por Europa Press, "hay predisposición de los propietarios actuales en aceptar los planteamientos de la Junta".

La Administración dice que el futuro de la compañía pasa por la ejecución de un plan de viabilidad y, quizás, por la entrada de un nuevo inversor para el que ya tendría una propuesta concreta. En los últimos meses, la Administración ha insistido en su idea de salvar el sector naval en Huelva y Sevilla, y así lo transmitió de nuevo el pasado miércoles a los representantes de los trabajadores. Para ello, cuenta con una hoja de ruta que perfilar con la empresa y los sindicatos, a partir de la cual se podría empezar a trabajar en el plan de viabilidad. En esa hoja de ruta el astillero sevillano cuenta con una mejor posición de partida a priori, no sólo por su menor deuda. La factoría hispalense cuenta con mejores instalaciones que la de Huelva e incluso el Ministerio de Industria estaría dispuesto a respaldarla mediante avales o pedidos a la factoría.