Arión sale del concurso y factura un 35% más gracias al mercado exterior

La empresa tecnológica andaluza Arión Grupo, controlada por los empresarios Juan Manuel Rufino Rus y Fernando Pontijas Calderón, ha conseguido salir con éxito del concurso de acreedores voluntario y, tras elevar un 35% las ventas hasta los ocho millones de euros prevé volver a beneficios este año.

La empresa señaló ayer que ha conseguido volver a una senda consolidada de crecimiento gracias a un plan de viabilidad iniciado en 2012 a través del que ha posicionado su negocio en nuevos mercados internacionales, como Asia o Latinoamérica. Además, ha desarrollado una nueva estructura empresarial soportada sobre su red de socios y ha acometido un importante salto tecnológico que lo ha llevado a la generación de nuevos modelos de negocio en el mercado de Software de Gestión Empresarial (ERP).

Según su presidente, Juan Manuel Rufino Rus, Arión Grupo "ha salido reforzada del proceso concursal con una sólida cartera de clientes y nuevas redes internacionales". Una de las claves de la recuperación de la empresa ha sido el salto tecnológico abordado gracias a la apuesta por la tecnología cloud (o en la nube), que le ha permitido desarrollar un nuevo modelo de negocio en torno a su software propio de gestión empresarial BAS-ERP.

Así, ha transformado su producto en una plataforma de servicios mucho más versátil y con un coste inferior que su competencia. Arión aspira ser "líder en el mercado de software de gestión empresarial en la nube" tanto para el sector privado como para la Administración Pública.

Desde el momento de la presentación voluntaria del concurso de acreedores en 2012, Arión Grupo inició un proceso de reestructuración para afrontar con garantías el plan de viabilidad y de crecimiento de la compañía para los próximos años.

La compañía ha conseguido la aprobación del convenio por más del 60% del pasivo ordinario y con una quita del 50% para la generalidad de los créditos y su aplazamiento a cinco años, con dos de carencia. Para lograrlo, la firma incide en que "ha sido decisivo el apoyo de los acreedores más relevantes, que han respaldado el proyecto de Arión, implicándose directamente en el mismo, gracias a la credibilidad de su plan de viabilidad".

Arión Grupo presentó voluntariamente el concurso de acreedores en septiembre de 2012, "con la voluntad de salvar una difícil situación financiera motivada por la crisis económica internacional". Esto afectó gravemente a dos de sus pilares de negocio como eran el sector de la construcción y la Administración Pública, que representaban casi el 65% de su facturación.