Andalucía se sitúa a la cola de España en licitación de obra pública por habitante
El importe en 2017 fue de 161 euros, frente a los 281 de media, los 201 de Cataluña o los 408 del País Vasco
El crecimiento del 48% es insuficiente para reducir la brecha con el país
Sevilla/Pese a que el año pasado experimentó un fuerte crecimiento, un 48%, hasta los 1.355 millones de euros, la licitación de obra pública en Andalucía está lejos de ser la deseable. Así lo manifestó ayer Francisco Carmona, presidente de la patronal andaluza Fadeco Contratistas, quien explicó que mientras que la cifra de licitación a nivel nacional fue de 281 euros por habitante en 2017, en Andalucía se situó en 161, menos que los 201 de Cataluña o los 408 del País Vasco.
"En obra pública hay avances y retrocesos desde 2012 y no hay motivos para pensar que estamos ante un cambio de tendencia; habrá que esperar", afirma Carmona, quien destaca que el 41% del esfuerzo corresponde a las administraciones locales, mientras que Junta y Administración Central, aunque elevan su aportación, lo hacen de forma "insuficiente". Fadeco pide, en este sentido, "revisar" los ajustes y acompasar la inversión con el crecimiento de la economía, ya que de lo contrario "se pone en peligro el crecimiento futuro y se deteriora un activo patrimonial como son las infraestructuras".
La percepción que Fadeco tiene de la edificación residencial es muy diferente. Sin ser el ritmo de avance precrisis, "sí es más sólido y hay una mayor garantía de que vaya a sostenerse en el tiempo". Sobre todo en grandes núcleos de población y en el litoral, donde la oferta es capaz de atender una demanda cada vez más diversificada: no residentes, segunda residencia, uso turístico, inversión para arrendamiento, etc. Ello es especialmente así en la vivienda usada, que ha crecido de manera más vigorosa que la nueva hasta 2015. A partir de esa fecha los visados repuntan, y Fadeco calcula que se iniciaron 9.000 viviendas en 2017 y que en la actualidad hay visadas para su ejecución 15.630 en Andalucía.
Carmona se refirió a la transformación que está viviendo el sector, que emplea ahora procesos mucho más industriales que hace 15 años, con mayores estándares de calidad, reducción de plazos de ejecución y ajuste de costes. En este sentido, lamenta que la administración no acompañe este cambio. Por ejemplo, el Plan de Construcción Sostenible, lanzado en febrero de 2015 a bombo y platillo, apenas si se ha puesto en marcha, salvo algún aspecto concreto. El comité director, pensado para su seguimiento, ni siquiera se ha reunido, denuncia Fadeco. "Fueron muchos esfuerzos y no vemos ningún resultado; eso genera mucha frustración y desconfianza en las empresas, a las que no se le puede pedir ninguna inversión si luego el plan no se ejecuta", asegura Carmona.
También se están detectando dificultades para encontrar personal cualificado que se adapte a las nuevas exigencia del sector, y Carmona lamenta que tras cuatro años sin planes de formación haya muchas dificultades para incorporar las nuevas demandas del sector a los futuros planteamientos formativos. "Dificilmente se pueden subir los salarios si no se eleva la productividad y la manera de hacerlo en nuestro sector es solucionar esto".
También llama la atención a las agencias municipales de urbanismo. "No es razonable que hoy se tarden 10 meses en dar autorización a un proyecto para que se pueda poner en marcha; la administración está anclada en modelos tradicionales y eso ya se ha superado", dice Carmona, que añade: "O se transforman o se convertirán en una rémora para atraer a nuevos inversores", concluye.
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