Alestis potenciará Cádiz, mientras Sevilla perderá personal y programas
El plan de viabilidad de la compañía recoge el cierre de una planta de Brasil y la unión de las dos vascas, así como la devolución de paquetes no rentables a clientes y la renegociación del precio del contrato de la panza del A380
Cádiz gana la partida. Las dos factorías de Alestis en la provincia son las principales beneficiarias del plan de viabilidad de la compañía, con el que ésta pretende salir del concurso de acreedores en el que se encuentra sumergida desde el pasado mes de mayo y asegurar su futuro como proveedor de primer nivel aeronáutico (tier one). Sin embargo, las plantas de Sevilla no correrán la misma suerte, ya que si aquéllas ganan carga de trabajo y personal, las hispalenses pierden profesionales y programas.
El plan de reestructuración de la compañía, al que éste periódico ha tenido acceso, evidencia una clara apuesta de Alestis por los dos centros de producción gaditanos, el de Puerto Real y el de El Puerto de Santa María (Tecnobahía) -la planta de Trocadero se cerrará y se trasladará su trabajo a la de Puerto Real, que está apenas a un kilómetro-. Y es que éstos, por un lado, serán los receptores de los 205 traslados que se producirán en el grupo de aquí a mediados de 2014, y los que engrosarán sus contratos con paquetes llegados de otras plantas.
¿De dónde saldrán los 205 profesionales que aterrizarán en Cádiz? Íntegramente de Sevilla. Concretamente, 99 personas se moverán desde la planta de San Pablo (antigua Sacesa, en La Rinconada) hacia Tecnobahía, mientras que los 106 restantes saldrán de Aerópolis con rumbo a Puerto Real.
En el capítulo de carga de trabajo, las factorías gaditanas también reciben buenas noticias. No sólo no pierden contratos, sino que reciben nuevos. Por ejemplo, Aerópolis se queda sin un paquete el avión ERJ 190 del fabricante brasileño Embraer que recala en Puerto Real. Pero la planta andaluza más perjudicada por el traspaso de programas contemplados en la reorganización industrial de Alestis es, sin duda, San Pablo. Ésta pierde dos de sus paquetes de trabajo más rentables: uno de piezas del A320 y otro para el superjumbo A380, ambos de Airbus, el principal cliente de la compañía. El primer traspaso se produce hacia el otro lado del Atlántico, hacia una de las dos factorías que el grupo tiene Brasil, mientras que la beneficiada con el segundo es Vitoria.
Sevilla, además, de acaparar la totalidad del personal trasladado y ser origen de la marcha de varios contratos clave también sufrirá el impacto de los despidos. Alestis prescindirá de 320 personas de los 1.800 empleados que tiene de aquí a 2017. De aquéllos, prácticamente la mitad procederá de los ex trabajadores de la extinta Delphi en la Bahía de Cádiz que la compañía no ha conseguido recolocar, mientras que el resto será personal "excedente" tanto de las plantas sevillanas y vascas, que Alestis considera menos estratégicas, como de los servicios centrales de la compañía.
Atendiendo a las cifras que maneja la compañía para dentro de cinco años, las plantas que tendrán un repunte de empleados vuelven a ser las dos de Cádiz. Así, si hoy Tecnobahía Composites (en El Puerto de Santa María) cuenta con 33 profesionales como mano de obra directa (MOD), en 2017 los planes de Alestis pasan por que tenga 168. Al igual que Puerto Real pasará de 104 a 392. Sin embargo, San Pablo recortará su plantilla -siempre hablando de MOD- en 79 trabajadores, hasta los 142, y Aerópolis en 58, hasta los 146. Vitoria también sufrirá el recorte: de 180 a 142.
En cuanto al número de factorías, Alestis prevé cerrar la de Trocadero (en Puerto Real) y una de las de Brasil (la de montaje), mientras que se plantea la reestructuración de las dos plantas de Vitoria (la de Miñano y la de Júndiz) en un solo centro de producción. Asimismo, debido al alto coste de las instalaciones de La Cartuja, donde el grupo tiene su sede corporativa, también baraja su cierre y traslado, probablemente a la planta de Puerto Real, que cuenta con espacio disponible.
Por último, el plan de viabilidad de Alestis, que la compañía comunicó ayer a los representantes de los trabajadores, contempla la devolución de programas a los clientes que la compañía considera "no estratégicos" y, por tanto, y de acuerdo con su nueva filosofía, no rentables. Se trataría de dos grandes bloques: programas de montaje, como el fuselaje del Legacy para Embraer, o la sección 18 del A320 de Airbus; y de fabricación, como los encolados del A320 o varias piezas de los M&L de Airbus.
Asimismo, el grupo aeronáutico también trabajará en la renegociación del importe de algunos programas. El principal de ellos será el de la panza o belly fairing del avión gigante de pasajeros A380, por "su bajo precio manifiesto".
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