Airbus confía en exportar el A400M tras el éxito de uso en la pandemia
Madrid/El presidente de Airbus España, Alberto Gutiérrez, se mostró este miércoles optimista respecto al futuro del programa del avión A400M, que se ensambla en Sevilla, hasta el punto de que espera que “el año próximo o el siguiente” comience la fase de exportación a países que no forman parte del contrato que permitió la creación del programa del gigante del transporte militar.
Durante el balance del año 2020 de Airbus España, Gutiérrez declaró que el A400M ha tenido la oportunidad de demostrar durante los meses de pandemia que es un “avión maravilloso que ha tenido un papel fundamental” en la lucha contra el coronavirus.
En estos meses ha podido desplegar distintas capacidades en misiones de transporte de tropas, de material sanitario, incluso como avión medicalizado, lo que ha contribuido a visibilizarlo como un modelo polivalente que ha despertado el interés.
A esas capacidades ha sumado en los últimos meses algunas de las previstas, como el repostaje en vuelo a helicópteros, el salto de paracaidistas por dos puertas o el vuelo a baja cota, como destacó el también responsable de los programas de Defensa y Espacio de Airbus.
Gutiérrez destacó que tanto esa demostración de las capacidades y la versatilidad del avión como que se hayan podido cumplir las diez entregas previstas para 2020 deben ser un motivo de orgullo para la planta sevillana de San Pablo, donde este avión es ensamblado.
Pero sobre todo debe servir para que el programa dé un paso definitivo, la exportación.
Gutiérrez recordó que cuando en junio de 2019 se hizo “la revisión del contrato con la Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamento (OCCAR), que representa a los países clientes que impulsaron el avión en su origen, se decidió bajar la cadencia de producción y entregas hasta 2030, precisamente para dar tiempo a que el avión demostrase sus capacidades.
Este acuerdo recogía la bajada de la producción a quince aviones en 2019, a diez en 2020 y a ocho en 2021. Un compromiso que, junto a otro contrato de soporte global rubricado en julio, garantizaba la vida industrial y, por tanto, el empleo de alta cualificación, hasta 2030.
Gracias a que el avión ha puesto de manifiesto que tiene una versatilidad sin rival en el transporte militar, Gutiérrez confirmó que están en un proceso de negociación con países distintos a los del contrato y espera que ese trabajo permita que “el año que viene o el siguiente sea el de exportación”.
El presidente de Airbus España llegó a señalar que los mejores publicistas del A400M “son los pilotos y sus opiniones tras haber comandado este avión”.
Gutiérrez también destacó que otro avión de transporte militar ensamblado en Sevilla, el C295, también está demostrando ser un producto competitivo. El modelo va a ser actualizado con nueva aviónica y trabajan en una versión civil, que no sería para transporte de pasajeros.
En otro orden de cosas, Gutiérrez destacó el delicado momento de la industria aeronáutica, por el freno a la movilidad que ha impuesto el Covid-19.
“2020 ha sido un año muy complicado”, dijo Gutiérrez tras recordar que el 80% de la flota comercial está en tierra. Y recordó que les ha obligado a hacer un esfuerzo financiero. E incluso a prescindir de 1.600 puestos que hay que amortizar tras la pandemia. Se trata, dijo, de “reducir gastos cuando no tienes ingresos”.
Entre las medidas adoptadas destacó el acuerdo conjunto con el Gobierno, que entre otras acciones prevé crear un un fondo de ayudas para compañías de la industria de la aviación.
Sobre este instrumento, el presidente de Airbus Operations en España, Manuel Huertas, que lo denominó Eurofondo, dijo que participarán la SEPI, un gestor privado, Airbus y otras compañías industriales que no precisó porque aún se está negociando. Tampoco lo cifró por el mismo motivo, aunque Huertas sí afirmó que superará 100 millones de euros.
La “débil” situación de la planta de Puerto Real sigue sin decidirse
El futuro de la planta de Airbus de Puerto Real, la principal de Airbus en la Bahía de Cáduiz, sigue sin decidirse.
Ante el temor de los representación social de la plantilla de que Airbus quiera desmantelarla, la dirección de la compañía recordó que está en una situación complicada desde antes de la pandemia y el coronavirus la ha agravado, desde que en febrero de 2019 se tomó la decisión de parar la producción del A380, que es el programa que le daba sentido hasta entonces.
“Esa decisión y la pandemia dejan a Puerto Real en situación muy débil”, dijo Manuel Huertas, presidente de Airbus Operations en España”.
“Estamos viendo muchos escenarios” para ver cómo revertir la situación de tener “una planta muy grande con poca producción”, añadió Huertas, que en cualquier caso aseguró: “No hemos tomado ninguna decisión”.
Huertas defendió que el recorte de plantilla previsto en todas las plantas españolas es “una cuestión de garantizar la supervivencia” de la compañía, para adaptarla a la reducción de la demanda provocada por la pandemia de coronavirus. Destruir empleo, admitió, es una medida “difícil”, pero recordó que las medidas que se han llevado a cabo –dos ERTE, el segundo aún vigente– no han sido “suficientes para absorber la caída de la demanda”.
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