Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Defence and Space
Sevilla/Airbus sigue moviéndose con el objetivo de crear el entorno idóneo en el que el A400M, que se ensambla en Sevilla, pueda desarrollarse productiva y comercialmente sin sobresaltos los próximos diez años.
El último avance ha sido la firma de un nuevo contrato de soporte global con la Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamento (OCCAR), que representa a los países clientes que impulsaron el avión en su origen.
Así, España, Alemania, Francia, Reino Unido, Turquía, Bélgica y Luxemburgo y el gigante aeroespacial han rubricado el primer acuerdo de este tipo que engloba a todos los clientes del A400M.
En 2016, se firmó un acuerdo similar, pero limitado a ofrecer servicios de soporte para Francia, España y Reino Unido.
"El contrato incorporará las ventajas de un conjunto totalmente integrado de servicios comunes en los que se utilizarán recursos y activos compartidos. Asimismo, se proporcionará una gama completa de servicios a medida para responder a las necesidades de los clientes del A400M. Estos van desde el apoyo en tierra a la aeronavegabilidad y desde el mantenimiento a la asistencia material", explican desde Airbus.
Además, según la compañía aeronáutica, "la centralización y el uso compartido, bajo una gestión de Airbus, permitirán a los clientes del A400M beneficiarse de un importante ahorro, manteniendo a su vez los estándares más altos de servicio".
Airbus y los países clientes del A400M ya pusieron por escrito el pasado 14 de junio la actualización del contrato, que permitía garantizar la vida del programa al menos una década. En este pacto ya se contemplaba "una compensación significativa" en productos y servicios a cambio de "los compromisos económicos derivados de los anteriores retrasos en las entregas".
Ese acuerdo, bajo en el que ya se operaba en algunos aspectos prácticos desde finales del pasado año, ponía fin a las posibles sanciones a Airbus por los retrasos en las entregas y permitía establecer un nuevo calendario más conservador.
De este modo, este año se ensamblarán 15 A400M. El año que viene, la producción bajará a 11 y a ocho en 2021. Aunque existe la posibilidad de elevar la producción a las once unidades en cualquier momento.
Este acuerdo facilita a Airbus el centrarse en la búsqueda de nuevos clientes. Una operación comercial que se le está resistiendo más de lo esperado. A pesar del interés en la versatibilidad del A400M para todo tipo de misiones de países, entre otros, como Sudáfrica, Indonesia o Egipto, la realidad es que ni el anterior responsable, Fernando Alonso, ni el actual, Alberto Gutiérrez, han logrado cerrar una venta. Y no hay muchas esperanzas de que esto ocurra al menos en el presente año.
El A400M es un avión del que la compañía se siente tremendamente orgullosa por las capacidades que posee, que la convierten en una aeronave única en el mundo. Sin embargo, hasta ahora el avión le está costando dinero por el difícil encaje en la mayoría de ejércitos del mundo y los problemas habituales que surgen en los primeros años de cualquier programa de estas características.
En los resultados globales de 2018, Airbus tuvo que restar a sus beneficios 463 millones de euros por los sobrecostes del A400M, que dejó las ganancias netas en 3.054 millones de euros, un 29% más.
Se calcula que el programa ya ha costado unos 8.000 millones más de lo inicialmente previsto entre Airbus y los países de la OCCAR. Aunque también se espera que el avión hay entrado en su etapa de consolidación, en la que se reviertan estos resultados económicos.
Alberto Gutiérrez, máximo responsable Military Aircraft en Airbus Defence and Space y presidente de Airbus España afirmó: "Este contrato de servicios nos permite trabajar junto con nuestros clientes en soluciones innovadoras que hasta ahora no se habían ofrecido en un programa militar. Tras el acuerdo alcanzado con los clientes lanzadores para la modificación del contrato de este programa, esta es otra clara señal de que la colaboración mutua nos va a permitir reforzar el futuro del A400M".
Por su parte, Gary Palmer, responsable del A400M en la OCCAR, declaró: "El contrato de soporte global del A400M se compone de más de cuarenta servicios diferentes que funcionan unidos como un completo conjunto de servicios, que van desde el apoyo en tierra a la aeronavegabilidad, y desde el mantenimiento a los servicios materiales. Según este modelo de colaboración, cuantas más naciones se unan al grupo, más eficientes serán los servicios de los que se podrán beneficiar los clientes".
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