Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Ideas de negocio aplicadas a la solidaridad
Unos 200 millones de personas se ven afectadas anualmente por catástrofes naturales, cifra que va en aumento como consecuencia del cambio climático.
Ante esa perspectiva, las ONG se enfrentan a un grave problema. Durante los primeros días tras el desastre cubren las necesidades hídricas en campos de refugiados mediante tanques de agua y pastillas de cloro. Pero cuando la población vuelve a sus casas y la infraestructura hidráulica no aporta agua potable se necesita una solución.
Un equipo internacional y multidisciplinar adscrito al departamento de Tecnologías del Medio Ambiente de la Universidad de Cádiz ha dado con la clave: unas bolsas de desinfección solar del agua. Están hechas de un polímero, concretamente un plástico y su funcionamiento es muy simple, ya que basta con llenar las bolsas de agua y dejarlas al sol. "En dos o tres horas, y en función de la radiación solar, la existencia de microorganismos y la turbidez, el agua se desinfecta", asegura Sergio Gutiérrez, uno de los artífices de Aquasol.
Este sistema se basa en el método Sodis (solar desinfection por sus siglas en inglés) desarrollado en Dübendorf (Suiza), y consiste en la neutralización, a través de la luz solar, de los patógenos causantes de diarreas. El agua contaminada se introduce en botellas de plástico y se expone durante cinco horas a la acción de la luz solar. Ésta la desinfecta gracias a la combinación de dos efectos: la radiación ultravioleta y el alza de temperatura del agua. "Con ello se elimina un 99,95% de las bacterias", afirma Gutiérrez.
El método Sodis está ampliamente difundido en América Latina y en África pero Gutiérrez lo considera una "solución transitoria ya que a un punto concreto no puedes llevar millones de botellas". Fue precisamente el director adjunto para América Latina de la Fundación Sodis y miembro del Instituto Federal Suizo para la Ciencia y Tecnologías del Agua (Eawag), quien les dio la idea de las bolsas. Éstas son "fácilmente transportables en paquetes y de forma muy barata" y ahí es donde radica la innovación de Aquasol. Además, son seguras y "aguantan bastante", puesto que su esperanza de vida es de unos cinco o seis meses. Los investigadores esperan que el coste por unidad sea de un euro con un beneficio de 0,5 euros por bolsa. El primer prototipo lo probaron a lo largo de 2010 en Bolivia, Congo, Nepal, Kenia y Nicaragua con muy buenos resultados. Y a principios de año utilizarán un nuevo tipo de bolsa en Haití.
La preocupación del equipo de Gutiérrez por la potabilización del agua a través de la radiación solar viene de lejos. De hecho, en 2009, desarrollaron un proyecto en colaboración con la Universidad Nacional de Ingeniería de Lima (Perú). Consistía en unos reactores expuestos al sol por los que circulaba agua obtenida de un pozo, de forma que el agua se descontaminaba. Para acelerar el proceso impregnaban el reactor con dióxido de titanio. Se trataba, en definitiva, de una pequeña potabilizadora para países en vías de desarrollo.
Hace unos meses comenzaron a buscar financiación y solicitaron un proyecto público -aún no concedido- que incluye la creación de una empresa de base tecnológica. "La idea es viable", ya que no necesitan una cadena de producción sino que la subcontratarán para desarrollar el producto con un material especificado por el grupo. Además, ganaron en la categoría Ideas del concurso atrÉBT! que les supuso tener como ayuda a un licenciado en Administración y Dirección de Empresas para desarrollar un plan empresarial, financiero y de marketing para hacer realidad la empresa.
La entidad que quieren constituir tendrá la forma jurídica de asociación sin ánimo de lucro, que no les impide desarrollar una actividad económica, pero "las ganancias se reinvierten en la asociación, por ejemplo, para obtener productos nuevos". En cuanto a sus ingresos, esperan obtener unas ventas de 45.000 euros en 2012 y abarcar el 0,5% del mercado en 2014, lo que supondrá un millón de euros de facturación. La idea que los mueve empresarialmente es "desarrollar tecnología al servicio de las personas", asegura Gutiérrez.
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