El rescate público de Abengoa no podrá recibirlo Abenewco 1 por incumplir requisitos
Sevilla/La filial operativa del grupo Abengoa, Abenewco 1, que es según la información privilegiada publicada por la cotizada sevillana el 17 de marzo de 2021 la que había solicitado una ayuda pública de 249 millones con cargo al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, que gestiona la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), no podrá recibir ese montante y, por ello, el grupo de ingeniería está intentando que el dinero se canalice a las seis sociedades filiales en las que se organizan las verticales del negocio.
Abenewco 1 no cumplía los requisitos que se exigen a estas sociedades, entre ellas no tener deudas con la Administración Tributaria y la Seguridad Social, además de ser una sociedad sin actividad productiva, ya que es una sociedad intermedia con la holding, Abengoa SA. En Abenewco 1 residen los servicios corporativos y su personal, pero que no factura por los negocio del grupo. Por esos motivos, ha sido considerada no elegible por los asesores de la SEPI en la operación, PFK Attest y Grant Thorton.
Para poder seguir adelante con la operación, el grupo Abengoa intenta que la ayuda pueda concederse exclusivamente a seis sociedades filiales en la que se organizan las verticales del negocio: Abengoa Agua, Abengoa Energía, Abener Energía, Abengoa Solar España, Abengoa Operación y Mantenimiento e Instalaciones Inabensa.
En el trámite ante la SEPI también se han puesto trabas a Abener Energía, por ser una sociedad sin plantilla y sin apenas actividad. En las últimas semanas el grupo ha procedido al traslado de personal de compras desde Abenewco 1 a Abener Energía.
Fuentes de la compañía sostienen que esas seis sociedades ya constaban en la solicitud de la ayuda, en marzo del año pasado, pese a que ante el regulador de los mercados bursátiles, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sólo se comunicó que la ayuda la pedía Abenewco 1, que es, además, la sociedad que compraría –un 70% para ser exactos– el comisionista estadounidense que ha hecho la única oferta vinculante (pese a estar condicionada a la obtención del rescate público), Terramar Capital.
Estos cambios suponen unos cambios sustanciales, y ponen en duda el futuro de Abenewco 1, que al no tener producción hasta ahora facturaba un fee por prestaciones de su personal a sus filiales. Abenewco 1 –su perímetro– tiene una deuda financiera de casi 900 millones de euros y de más de 300 millones con proveedores, muchos de ellos andaluces, con lo que queda por ver cómo afrontaría esos pagos. Y también si Terramar compraría el 70% de una sociedad que ya no recibirá la ayuda pública o si modifica de nuevo su oferta.
Ninguno de estos cambios ha sido comunicado por la compañía cotizada al regulador de los mercados de valores, pese a que su supervivencia depende de ello.
Pese a todo, dentro de Abengoa hay mucho optimismo sobre el éxito del rescate público y las fuentes consultadas creen que son pasos que tienden a que se cumpla que la operación financiera se cierre en febrero o marzo a más tardar.
Sin información a los consejos de administración
La Comisión del Mercado de Valores no es la única entidad que no ha sido informada, y con ella los inversores y accionistas, de los cambios sustanciales en el rescate del grupo Abengoa, que ya no se haría a través de Abenewco 1, que es la sociedad objeto de la oferta presentada por Terramar. La opacidad también alcanza a los consejos de administración del grupo, tanto el de Abengoa SA, la cotizada, como el de la propia filial Abenewco 1. Ninguno de esos dos órganos de gobierno ha tratado los cambios que se están haciendo en la solicitud de la ayuda pública ante la SEPI.
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