Abengoa prevé presentar el plan de rescate al juez a principios de septiembre
El acuerdo comprende la inyección de 655 millones y la recapitalización de otros 515. El presidente de ArcelorMittal España pilotará la reestructuración.
Abengoa y sus acreedores prevén llevar al juez en la primera semana de septiembre el acuerdo de reestructuración firmado en la madrugada de ayer con el que la compañía evitaría su entrada en concurso. Fuentes cercanas a la operación explicaron ayer que se espera obtener la adhesión de "al menos el 75% de los acreedores en un plazo de dos o tres semanas" con el fin de llevarlo ante el titular del Juzgado de lo Mercantil Número 2 de Sevilla, Pedro Márquez Rubio, "en la primera semana de septiembre". En paralelo, Abengoa tiene que convocar una junta extraordinaria de accionistas con un mes de antelación para ratificar el plan. Ésta se podría celebrar a mediados de septiembre, con lo que la compañía no se vería obligada a agotar la prórroga otorgada por el magistrado para homologar su reestructuración y que expira el 28 de octubre.
Los acreedores han impuesto la designación del presidente de ArcelorMittal España, Gonzalo Urquijo "como asesor independiente, sin funciones ejecutivas, del consejo de administración", según informó Abengoa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en la madrugada de ayer.
Urquijo se encargará de pilotar el cumplimiento del plan de viabilidad y de las condiciones de un acuerdo que comprende la inyección de casi 1.170 millones. De ellos, 655 millones corresponden a dinero nuevo aportados por un total de once fondos, y los otros 515 millones a la refinanciación de los créditos facilitados en septiembre y diciembre de 2015 y en marzo de 2016 para atender el pago de las nóminas y la operatividad del grupo. A esta cantidad, hay que sumar 307 millones en avales financiados por varias entidades bancarias y en los que podrían participar el Estado a través del ICO y Cesce. Estos avales elevarían el importe de la operación a 1.477 millones.
La recapitalización se articulará en varios tramos y disfrutará de un grado de protección superior a la deuda preexistente en caso de impago. El principal, de 945,1 millones de euros y con un vencimiento de 47 meses, incluye las refinanciaciones de los créditos de diciembre de 2015 y el pasado mes de marzo -106 y 147 millones, respectivamente-. Las entidades que lo financien recibirán el 30% de Abengoa tras la reestructuración. Este tramo está garantizado por las joyas de la corona: el 41% que Abengoa posee en Atlantica Yield, filial que cotiza en EEUU, y el proyecto A3T de México, el tercer tren de la planta de cogeneración que construye para Pemex y que en marzo estaba al 92% de ejecución.
El segundo tramo tiene un importe de 194,5 millones e incluye la refinanciación del crédito del pasado mes de septiembre. Está garantizado "por determinados activos del negocio de ingeniería", y otorga a sus financiadores el derecho a recibir el 15% del nuevo capital.
El tercer tramo, de 30 millones, suscrito por Crédit Agricole según fuentes cercanas a la operación, tiene la "finalidad exclusiva" de asegurar financiación adicional para finalizar el proyecto A3T, si fuera necesaria. Otorgaría el derecho a recibir el 5% del capital.
Además de la inyección de capital, se reestructurará la deuda corporativa, que ascendía a 8.735 millones al cierre de 2015. Los acreedores que se adhieran al plan recibirán hasta el 40% de las nuevas acciones tras capitalizar deuda por el 70% de su valor nominal. El 30% restante se les abonará con un interés del 1,5% anual en un plazo de entre 66 y 72 meses, en función de si participan también en la financiación de los avales o no.
En el primer caso, la deuda será calificada como senior, con una protección mayor. Si por el contrario el acreedor no se convierte en avalista, tendrá consideración de deuda junior. Si tras la reestructuración el endeudamiento excede de 2.700 millones de euros, los titulares de la deuda junior podrían sufrir una quita de hasta el 80%. Esta medida se debe a la intención de que la nueva Abengoa eche a andar con un apalancamiento total inferior a los 4.000 millones de euros -una vez sumada la inyección de liquidez 1.169,5 millones-.
Para incentivar la adhesión de los acreedores, el acuerdo recoge que las entidades que no opten por capitalizar deuda sufrirán una quita del 97% y el 3% restante se les abonará a diez años sin intereses.
El accionariado de la empresa sufrirá una revolución. Según fuentes cercanas a la operación, en torno al 50% del capital quedará en mano de los fondos de inversión. La banca acreedora recibirá el 40% de los títulos. Otro 5% se reservará para las entidades que financien los avales que precisa Abengoa. Y el capital actual quedará relegado al 5% de las acciones, lo que supondrá que Inversión Corporativa -la sociedad que articula la participación de la familia Benjumea y otros descendientes de los accionistas históricos- pasará de controlar el 51% de Abengoa al 2,5%, si se tiene en cuenta la dualidad que existe ahora en el capital -dividido entre acciones A, con 100 derechos de voto: y B, con un voto por título-, o el 1,2% si sólo se computa el porcentaje real de acciones en su posesión. No obstante, el acuerdo comprende la opción de otorgar un 5% al capital actual adicional si en un plazo de ocho años se devuelve toda su deuda, incluida la financiación aportada en el marco de la reestructuración y sus costes financieros.
Un total de once fondos de inversión se han comprometido ya a participar en la operación, según la información remitida por la compañía a la CNMV. A los nombres ya adelantados por el presidente de Abengoa, Antonio Fornieles, en la junta de accionistas del pasado mes de junio, -Abrams Capital, The Baupost Group, Canyon Capital Advisors, D. E. Shaw Group, Elliott Management, Oaktree Capital Management y Värde-, se suman ahora Centerbridge Partners, Hayfin Capital Management y KKR Credit.
Por su parte, los bancos acreedores que participan en el rescate son Banco Popular, Banco Santander, Bankia, Crédit Agricole y Caixabank. Lazard y Cortés Abogados, para Abengoa; KPMG, para las entidades financieras; y Houlihan Lokey, para los bonistas, han actuado como entidades asesoras. La compañía no desglosa el grado de compromiso de estos grandes inversores ni qué porcentaje de su deuda financiera representan. Sin embargo, directivos de la empresa y los asesores de las tres partes implicadas tienen previsto ofrecer una conferencia el próximo martes para detallar el rescate.
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