Planta termosolar Solúcar, propiedad de Abengoa, en Sanlúcar La Mayor ( Sevilla).
Planta termosolar Solúcar, construida por Abengoa, en Sanlúcar La Mayor ( Sevilla). / Juan Carlos Vázquez

Sevilla/La oferta de acuerdo entre los accionistas de Abengoa, acreedores de la compañía, liderados por el Banco Santander, y la dirección de Abenewco 1 que preside Gonzalo Urquijo, ha roto la unidad de Abengoashares, la plataforma de propietarios que hizo historia el pasado 17 de noviembre al lograr que un grupo de minoritarios destituyese por primera vez al consejo de administración de una empresa cotizada en España.

En el colectivo de accionistas hay una mayoría –cercana al 55%– que rechaza esa oferta o propuesta de acuerdo y que Urquijo validó ayer al comunicarla a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), según los sondeos informales hechos en los grupos de redes sociales, principalmente Telegram, en los que están organizados.

Esa mayoría se considera engañada por los principales negociadores de esa oferta de acuerdo: Marcos de Quinto, el candidato que habían propuesto para presidir la empresa; Antonio Gabriel Gómez Bueno, Laska, abogado que trabajó hace años en la multinacional andaluza y uno de los accionistas afectados, que actuaba como líder natural de la rebelión de los propietarios, e Ignacio Trillo, abogado que habían propuesto para que fuese secretario no consejero del consejo de administración de Abengoa.

Ese rechazo mayoritario se ha expresado sin embargo en sondeos informales en los que no se puede cotejar la identidad del votante (puede hacerlo cualquier integrante del grupo). Para tener una opinión concluyente y legitimada, el grupo gestor de Abengoashares ha convocado en su web una encuesta formal en la que es necesario registrarse con nombres y apellidos y facilitar el DNI. De esa forma, sólo se considerarán válidos los votos de personas inscritas en la plataforma, que ya posee esos datos personales.

La encuesta ofrece dos alternativas. La primera es apoyar la oferta de acuerdo. Esta consiste en que los minoritarios tengan la mayoría –dos a uno– en el consejo de administración de Abengoa S. A., la matriz del grupo, pero la minoría –uno de seis– en el consejo de administración de la filial que concentra los activos, los negocios y el empleo, Abenewco 1, y que aún comanda Urquijo.

Para compensar por ello a los accionistas se les propone la emisión de 60 millones de Participaciones en el Incremento del Valor (PIVs) de esa filial, que podrán canjear por sus acciones de forma voluntarias. Esas PIVs dan derecho al 12% de un futuro evento de liquidez, como una venta o una salida a Bolsa, del superávit de un ingreso mínimo de 270 millones de euros. Esto es, los propietarios de 60 millones de valores negociables el 12% de lo que exceda de esa cantidad. En el caso de que no haya un evento de liquidez, a los tres años, el 31 de diciembre de 2023, Abenewco 1 tendría que pagar a los propietarios de los PIVs la diferencia de la valoración independiente de la compañía en esa fecha y los citados 270 millones. Será Abenewco 1 quien decida si paga en acciones o en dinero. A los cinco años se ofrecerá, si no ha habido evento de liquidez antes, se liquidarán las PIVs a cambio de acciones de Abenewco 1. Esta condiciones no convencen a la mayoría porque está basada en futuribles sin garantía de recuperar el dinero invertido en las acciones de Abengoa S. A.

La segunda alternativa es rechazar la propuesta de acuerdo. La encuesta hace una serie de advertencias sobre las consecuencias de ese rechazo, lo que ha provocado malestar en los accionistas contrarios a la oferta, que entienden que intentan se orienta el voto hacia el sí a la oferta.

Los riesgos que se explican son, en primer lugar, que la sociedad matriz pueda estar ya aislada del grupo porque se hayan ejecutado las garantías de los bonos SOM (Senior Old Money) y por tanto, la matriz quebraría seguro. Según la información de que dispone este diario, ese riesgo existe pero es improbable que ya se haya ejecutado, porque afecta a la matriz y habría tenido que ser comunicado a la CNMV, y, sobre todo, porque convertir y los demás bonos que afectan al capital de Abenewco 2 bis –sociedad intermedia entre la matriz Abenewco 1, de la que posee a día de hoy el 100%, aunque también tiene sujeto una conversión que afectaría al 22%–, haría convertiría a los acreedores en propietarios y dificultaría el cobro de su deuda, porque perderían las prelaciones logradas en anteriores reestructuraciones.

El segundo riesgo que cita es que la matriz no está aislada y puede sustituir a los consejeros de Abenewco 1, con lo que se emprendería una nueva negociación con información veraz de cómo está el grupo. Precisamente la oferta de Santander y Urquijo lo que trata de evitar es eso, que los minoritarios se hagan con el control de la multinacional, con lo que asumen implícitamente que tienen perdida la junta general extraordinaria del próximo lunes o martes, si es que en primera convocatoria no hubiese quorum.

La votación debe determinar el mandato que se le dé a los tres consejeros que se elijan en esa junta de accionistas, Margarida Smith, Jordi Sarrias y Juan Pablo López Bravo.

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