Abengoa garantiza a los sindicatos el mantenimiento del empleo fijo

UGT-A y CCOO-A calculan que 500 trabajadores temporales han sido despedidos desde el preconcurso La firma prevé presentar su plan de viabilidad en la última semana de enero.

Alejandro Martín

08 de enero 2016 - 17:15

La dirección de recursos humanos de Abengoa garantizó ayer a los sindicatos UGT y CCOO el mantenimiento del empleo indefinido en España y el cobro de las nóminas del mes de diciembre, según informaron a Efe las centrales tras una reunión celebrada ayer en Sevilla. La compañía también les trasladó a los dirigentes sindicales que trabaja para que los empleados puedan cobrar las nóminas de enero, ya que las de diciembre se han pagado ya, salvo las de los empleados que cobran en torno al día 10.

Tras la presentación en noviembre por parte de Abengoa del preconcurso de acreedores, se han perdido más de 500 empleos temporales, según los cálculos de los sindicatos, aunque no prevén que se produzcan salidas masivas en los próximos meses. No obstante, las centrales reconocieron que los trabajadores temporales, que suponen un porcentaje elevado de su plantilla, son los que están sufriendo las consecuencias de la situación de la empresa de ingeniería, ya que no se producen renovaciones de los contratos temporales.

Asimismo, la empresa expuso a los sindicatos su confianza en que no tenga que llegar a presentar el concurso de acreedores sino que pueda llegar antes a un acuerdo con sus acreedores y con los bancos, y así lo creen también los representantes sindicales. Basan esta confianza en el crédito de más de 110 millones que concedieron varios bancos en diciembre a Abengoa para tener liquidez y afrontar pagos, entre ellos la nómina de los trabajadores.

Los secretarios de las federaciones del metal y construcción de CCOO-Sevilla, Juan Antonio Caravaca, y de la de industrias afines de UGT-Sevilla, Manuel Ponce, arrancaron el compromiso a Abengoa de que les informe del plan de viabilidad que está preparando conjuntamente con Álvarez & Marsal y Lazard, y que la compañía prevé presentar a su consejo de administración en la última semana de enero, según apuntaron fuentes del mercado.

Tras su aprobación por parte del consejo, Abengoa y Álvarez & Marsal llevarán el plan a sus acreedores con el fin de "alinear las visiones hacia la definición de un plan de restructuración". "El objetivo principal es encontrar una solución adecuada para todos los actores involucrados -acreedores, empleados, inversores, clientes, proveedores, accionistas y comunidades en las que la compañía está presente", indicaron las fuentes. La hoja de ruta deberá recibir el visto bueno de KPMG, la consultora que supervisa el proceso para la banca acreedora, organizada en el denominado G-7 -Santander, Bankia, Popular, CaixaBank y Sabadell, junto a HSBC y Calyon-

"El plan se centra en que Abengoa mantenga su core business", señalaron las mismas fuentes, que recordaron que Abengoa "ha orientado su actividad hacia la innovación y la tencología como motor de desarrollo y crecimiento, contribuyendo decididamente al desarrollo sostenible". "La Abengoa de mañana quiere aprovechar esas ventajas competitivas clave", apuntaron.

Álvarez & Marsal está especializada en la reestructuración de grandes compañías, y está presente en mercados clave para Abengoa como Brasil, México y Estados Unidos. Por su parte, Lazard, una de las gestoras de activos más antiguas del mundo -sus orígenes se remontan a 1848-, está colaborando con Abengoa en el establecimiento de una estructura de capital sostenible a largo plazo, así como en las negociaciones con los bancos y en el proceso de venta de activos.

La banca acreedora de Abengoa reanudó ayer sus contactos tras los días relativamente tranquilos que siguieron a la concesión de un crédito de 106 millones el pasado 24 de diciembre, para facilitar la liquidez necesaria para pagar las nóminas y los proveedores, según indicaron a Efe fuentes financieras, que resaltaron que KPMG trabaja en una "solución global" para el grupo, que podría implicar una reestructuración de la deuda, precisamente el factor que le llevó en noviembre a solicitar el preconcurso de acreedores.

En términos de necesidades de liquidez -que según Abengoa ascenderían a unos 400 millones de euros para el conjunto del preconcurso-, la banca apunta a la conveniencia de ejecutar las desinversiones previstas e identificadas en el plan estratégico presentado en el verano de 2015, que ascendían a unos 1.200 millones.

Esta vía para conseguir ingresos sería la "lógica", según la banca, que también plantea que en caso de necesitar liquidez se podría estudiar una nueva inyección de la banca acreedora, de otras entidades financieras o de los bonistas del grupo. La primera inyección de liquidez, de 106 millones, conseguida tras semanas de reuniones, está garantizada con acciones de su participada Abengoa Yield, que cotiza en los EEUU y que el pasado jueves comunicó que cambiaba su nombre por Atlantica Yield para afianzar su independencia de la matriz

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