Fernando Faces
Perspectivas económicas: España 2025
Conflicto con parte del accionariado
Sevilla/Abengoa no ha podido "constituir válidamente" por falta de quórum la junta general extraordinaria, en segunda convocatoria, solicitada el pasado julio por Inversión Corporativa, el instrumento inversor en la compañía de la familia Benjumea, Finarpisa y Blanca de Porres Guardiola, que suponen un 3% del capital.
De este modo, no ha podido celebrarse la votación para la "aprobación de un split de las Acciones de clase A y B representativas del capital social de Abengoa S.A., con atribución de diez acciones nuevas por cada una antigua, con la consiguiente adaptación del valor nominal de las mismas, a fin de evitar los perjuicios derivados del nuevo valor mínimo de cotización fijado por Bolsas y Mercados".
La Junta también tenía previsto instar al consejo de administración a "solicitar de forma urgente a Bolsas y
Mercados la suspensión temporal de cotización de ambos tipos de acciones de la compañía hasta que pueda hacerse efectivo el split, en caso de ser aprobado".
El consejo de administración ya se mostró públicamente contrario a esta operación financiera al contravenir la normativa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La dirección actual de Abengoa aseguró este martes que "la convocatoria de esta Junta se realizó en estricto cumplimiento de los artículos 168 y 495 de la ley de sociedades de capital, al haber sido solicitada por parte de un grupo de accionistas minoritarios titulares del 3,0001% del capital social de Abengoa (mínimo suficiente y requerido para ello)".
Además, desde la compañía que preside Gonzalo Urquijo, se recordó que tras el anuncio de la convocatoria de la junta, la CNMV envió un requerimiento a Abengoa en el que indicaba que las medidas propuestas por estos accionistas, en el caso en que prosperaran, "supondrían prolongar la actual situación de negociación desordenada y la fijación de precios en niveles artificiales" y amenazaba con adoptar de "todo un conjunto de medidas si el split se hubiera aprobado".
La medida solicitada por la familia Benjumea tenía muy complicado salir adelante en cualquier caso, ya que según los estatutos de Abengoa sólo se necesita que se presente (incluso, a través del voto delegado) el 25% del accionariado en la junta general extraordinaria para celebrar la votación.
A pesar de que la propiedad de los títulos de la compañía está muy atomizado, el no haber llegado siquiera a esa cifra en el día de ayer, muestra el poco interés que despertaba la medida propuesta el pasado julio.
En caso de que hubiera asistido a la junta general extraordinaria más del citado 25% del accionariado, hubiera sido necesario que las medidas propuestas alcanzaran dos tercios de los votos.
El split accionarial puede así considerarse un caso perdido. De hecho, si sus impulsores quisieran volver a presentar la medida, tendrían que iniciar todos los trámites desde el inicio.
La dirección de la multinacional andaluza ya propuso en su junta general ordinaria de 2017 "una medida de signo contrario: un contrasplit o agrupación de sus acciones, con el objetivo de reducir el número de acciones en circulación", ya que habían aumentado "significativamente" con la ejecución de las ampliaciones de capital resultantes de la reestructuración financiera de la compañía.
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